𝑰'𝒍𝒍 𝑷𝒓𝒐𝒕𝒆𝒄𝒕 𝒀𝒐𝒖 | 𝑬𝒖𝒈𝒆𝒏𝒆 𝑫𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓𝒐𝒖𝒔 𝑭𝒆𝒍𝒍𝒐𝒘𝒔 |

── 𝘐𝘛 𝘏𝘜𝘙𝘛𝘚 𝘔𝘜𝘊𝘏

En el piso de una habitación se encontraba un chico con lentes. Estaba agarrando sus pies pensando en la chica que le gustaba.

No era necesario decir quien le gustaba. Lawrence estaba mirando al piso sin saber en que decir. No sabia que hacer con el amor que le tiene a la menor. Estaba perdido. Sin saber que hacer ni decir, se sentía demasiado mal.

Lawrence sabia lo que pasaba entre los dos menores. Sabia que ellos dos estaban enamoradas el uno al otro. Era un feo sentimiento. No poder declararte a la persona que te gusta porque ella no te ama.

— Dios, cuanto tiempo voy así? — se pregunta el chico con lentes soltando un suspiro pesado.

La puerta de la habitación se abre dejando ver a un chico con cabellos azules como la noche.

— ¿Estas bien? — pregunta Ethan viendo a Lawrence en el piso hecho bolita.

— Si, todo bien — susurra Lawrence sin ánimos.

Ethan asiente dudando de la respuesta del chico. El se sienta en la cama en silencio todavía viendo al chico en el piso.

— Ethan, me podrías dejar solo — pide Lawrence incomodo al ser observado fijamente.

— Esta bien, iré a almorzar — Ethan se levanta de la cama y se dirige a la puerta — ¿te traigo comida?

Lawrence niega con una sonrisa y Ethan se va. Dejando de nuevo la habitación en silencio.

El chico con lentes había decidido salir de su habitación a despejar su mente. El día estaba nublado, recientemente había dejado de llover.

Pero al parecer, no había sido buena idea salir en esos momentos de la habitación. Lawrence se encontró con los dos menores entrando a la casa riendo. Estaba tan apegados que parecían una pareja.

Una pareja que Lawrence no tenia ganas de ver. La menor nota la presencia del chico y lo saluda con una sonrisa. Mientras que el menor solo levanta la cabeza en forma de saludo.

Lawrence no sabia que hacer así que da una sonrisa a los dos menores, pero esa sonrisa era falsa, no mostraba felicidad. Los dos menores se van a su habitación y cierran la puerta. Dejando a Lawrence nuevamente solo.

En su cabeza solo pasaba la imagen de los menores agarrados de las manos, siendo pareja, haciendo cosas de pareja. Eso lo deprimía mas. Con solo pensar en ellos, su corazón dolía.

Lawrence pensaba que iba a terminar con la menor, iban a ser pareja, iban hacer cualquier cosa de pareja. Al final termino haciendo todas esas cosas, pero no con el, si no que con otro chico. Un chico que le gustaba a la menor.

Todos podían notar la tristeza del chico con lentes, solo que el prefería ocultar su tristeza con una sonrisa que ni le llegaba a los ojos. Sus ojos color marrón claro no brillaban como antes, el no se comportaba como antes.

Lo único que podía pensar era en la chica y el menor, y la preguntaba que rondaba era — ¿porque? ¿Por qué el?

Hay varios tipos de dolor en el mundo, hay unos que son el cuando te haces una herida. Hay otros de cuando pierdes a una persona querida. Y hay los de un amor no correspondido.

Es difícil tener un amor no correspondido, luego de hacer tantas cosas por esa persona, que esa misma persona termine con otra y que esa persona no termine contigo.

Esos sentimientos son doloroso, esos sentimientos que te hacen doler el corazón, los que te hacen querer arrancártelo y nunca volver a tenerlo.

Dejar de tener sentimientos por una persona, y dejar de confiar en el amor. Eso es lo que sentía el chico con lentes. Lo único que quería el era el amor de una persona, la calidez de esa persona, tener a la persona que le gusta con el a su lado.

Pero como los mayores les dicen a los niños — No puedes tener todo lo que quieres.

Esa frase que te dicen las personas seguido, esa frase es verdad. Alguien no puede tener todo lo que quiere, tampoco puede tener el amor de una persona que no se fija en ella.

Esa es la vida. Esa es la realidad. No puedes obligar a alguien a amarte. Por mas que lo intentes, no puedes obligar a nadie.

Lawrence aprendió eso, el día que vio a la chica sonreírle al chico de cabellos dorados. Sonreírle a ese chico y no a el — Duele, duele mucho. . .