La noche llego al brillante palacio que encerraba a la joven de cabellos rubios, se encontraba frente al gran banquete depositado en la mesa larga cubierta de manteles blancos con encajes en cada uno de sus bordes. Uvas, vinos, pasteles y sopas calientes eran un poco de lo que conformaba el gran banquete de los "Reiss", además había cortes finos de carne roja que era lo que más se distinguía de entre todo. Y aún y cuando todo lo que rebosaba en la sala parecía delicioso, la ojiazul mostraba indicios de no tener apetito pues el plato que le habían dado se encontraba igual a como se lo habían servido
- Come Historia - Sugirió amablemente la pecosa que la seguía a todas partes.
- Necesito a Levi en el castillo - confesó e Ymir sintió celos por su pronto pedido.
Guardo silencio ante su petición y decidido que seguir comiendo era lo mejor que podía hacer en ese momento. La comida que llegaba al palacio era sumamente deliciosa y quien se negara a comerla no tenía ni idea de lo que era comer en el subterráneo, al menos eso era lo que decía Levi y ella lo apoyaba.
La cuchara de plata le resultaba molesta por lo pesada que era y mientras metía un batido extraño a su boca se preguntaba porque todo en el palacio tenia que resultar tan molesto.
Mientras divagaba en sus absurdas preguntas, un sirviente se acerco hasta la ojiazul haciendo que ella inmediatamente le prestara atención a todo cuanto hacían, desgraciadamente el mensaje se le había dado a la reina en forma de susurro justamente fuera de su oreja. Se molesto, pero no quiso inquietarla más de lo que ya se mostraba.
- Pero apenas y se ha ido, déjalo revisar lo que le haz pedido con tranquilidad, además ¿Para que quieres que regrese? - pregunto - siempre está de mal humor. - intento retomar el hilo de la conversación al ver lo aturdida que le había dejado el mensaje del sirviente que casualmente siempre la veía con molestia.
Historia permaneció en silencio con la cabeza cabizbaja, casi podía decirse que no parpadeaba porque la postura que había tomado la hacía parecer una muñeca con jedada. Este comportamiento alerto inmediatamente a Ymir, quien recordó que hace años Historia había actuado de la misma manera cuando aquello sucedió, sin embargo, el movimiento de sus manos arrugando su vestido largo color celeste, le indico que aquella baja mujer seguía viva y consciente y que de nueva cuenta su memoria no había entrado en aquel estado de congelación.
- Quiero salir fuera del palacio y él es el único que me acompaña a hacerlo. - después de unos minutos libero sus verdaderas intenciones. Estaba harta y totalmente fastidiada de voltear a cualquier lado y verse envuelta en el cristal azulado que gobernaba cada una de las gigantescas ventanas.
- Le prometo que mañana en la mañana yo misma guiare su caballo y la sacare de aquí. - contesto apenas y la vio reaccionar.
Desde hace mucho tiempo Historia se había convertido en la única mujer que papaloteaba en su corazón y el solo hecho de imaginar que volvería a verla en aquella faceta de como la encontró, la ponía en estado de alerta. Mucho doctores y sanadores de tierras lejanas se habían acercado intentando liberar a la mujer de su estado, pero solo un hombre bajo y molesto había sido capaz de sacarla de dicho estado. Era por esto que Historia y Levi tenían un lazo que no se podía romper, ni siquiera con el pecado de la sangre.
- ¿Lo prometes, Ymir? - la miro con la inocencia de siempre y como si la castaña fuese la que pertenecía a la realeza, se paro inmediatamente de la silla amarillenta y fue y se tiro arrodillada junto a ella.
- Lo prometo - le sonrió y la levanto enseguida de aquel mosaico colorido que soportaba el palacio.
Después de aquella promesa Historia lleno su boca de todo cuanto había en el banquete, siempre teniendo el recordatorio de no perder la estética de los reyes. Ymir constantemente quería burlarse de ella, pero contuvo las ganas de hacerlo para que la rubia no fuera señalada y mal vista por seguir teniendo a su servicio a una mujer del subterráneo.
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Perfidia y deseo
RomanceToda leyenda lleva en el fondo un rastro de verdad, ¿Pero que sucede cuando esa pequeña verdad se nos oculta? Una promesa, un pasado turbio y la venganza llevan a Mikasa a descubrir que siempre existe algo de deseo hasta en la más oscura perfidia. L...