Las piedras del camino sacudían incesantemente las ruedas del carruaje que lo dirigían de vuelta al desmesurado castillo, trayendo como consecuencia que su cabeza presentara malestar. Estaba recargado sobre su antebrazo derecho, encorvado, adormecido y completamente incomodo.
No había tenido mucho tiempo para estar fuera del palacio, aunque en un principio el plan era ese, sin embargo, las circunstancias lo orillaron a haber deseado tener mas tiempo para permanecer fuera de las murallas. Las oportunidades de alejarse de su amo eran escasas y extrañas y aunque su insisto peleara por permanecer cerca, una parte de el palpitaba por descubrir la vida fuera de ella.
El conjunto de los citadinos le hizo saber que ya habían abandonado la zona rural, e inmediatamente cerro las cortinas de la carroza para evitar ser llamado por aquellos que lo admiraban. No estaba de humor para halagos o alabanzas, suficiente tenia con aquellos que le dedicaba la pelirroja que no había parado de demostrarle lo feliz que estaba por haberla llevado de vuelta al castillo.
Estaba mal, había faltado al reglamento y a la mujer, la cual seguramente se pondría furiosa al enterarse de su bajeza, pero era tarde, muy tarde, porque la suela de sus zapatos ya estaba pisando la finura del mármol que cubría desde afuera del castillo.
El olor a incienso lo lleno enseguida y las reverencias de cada uno de los soldados que formaba una fila perfecta en la entrada hicieron que su llegada fuera verdaderamente fastidiosa. Siempre le había incomodado que lo adularan de esa manera, pero era culpa de Historia y de su costumbre de relatar como el la había "salvado" en su niñez.
Después de liberarse de sus alabanzas, siguió caminando y para cuando se había situado bajo el exorbitante candelabro de velas que se encontraba en el centro del lujoso lugar, pudo detectar los cabellos dorados bailando en el aire mientras la pequeña mujer corría descalza por las largas escaleras de caracol rosado.
Enseguida se lanzo sobre el y no pudo detenerla cuando sumergió su rostro en las verdosas y ásperas telas de su uniforme largo. El peso que infringía la pequeña monarca lo había llevado a hincarse sobre el piso brilloso que reflejaba su propio rostro, el cual comenzó a presentar una faceta de incertidumbre. Acaricio su cabello, sus hombros, incluso su rostro, pero algo se sentía diferente, él se sentía diferente.
Historia no dijo nada más, pero sabía que estaba llorando porque sus muñecas descubiertas habían empezado a humedecerse y eso solo había elevado su preocupación.
— Historia — la llamo, pero no tuvo respuesta. — Historia ¿Qué carajos sucede? — la sacudió por los hombros.
Historia seguía aferrada a los botones que cubrían el amplio pecho del capitán, no lo miraba, siquiera le respondía, estaba absorta en su llanto agudo que ni siquiera se quejó por el agarre del pelinegro.
— Maldición Historia, habla de una jodida vez. — insistió el pelinegro con irritación e impotencia mientras la apegaba mas a el como buscando no perder algo en su interior.
La pelirroja se agacho hasta ellos buscando ayudar e inmediatamente Levi atravesó el brazo impidiendo que la mujer la tocara. El pelinegro la miró y basto solo una vez para obligarla a retroceder del cuerpo de la monarca. Sabiendo que sería inútil recibir una sola respuesta de ella, la tomo en brazos y la acuno en su pecho ya húmedo.
Un espasmo recorrido su cuerpo y por un momento sintió una extraña vibración que lo hizo dirigir sus ojos hasta la puerta en donde estaba el carruaje. Eso lo petrifico, pero fue lo suficientemente valiente como para comenzar a subir los 31 escalones, sabia que no estaba siendo cuidadoso con ella porque se había aferrado con vehemencia por temor a caerse, pero la ignoro. Cuando llego a la cima se encontró con el angosto pasillo que dirigían a la zona de habitaciones reales, estaba repleto de cristalería fina y de pinturas extrañas a las que nunca le encontró forma alguna. Debido a eso, siempre les temió.
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Perfidia y deseo
RomanceToda leyenda lleva en el fondo un rastro de verdad, ¿Pero que sucede cuando esa pequeña verdad se nos oculta? Una promesa, un pasado turbio y la venganza llevan a Mikasa a descubrir que siempre existe algo de deseo hasta en la más oscura perfidia. L...