—¡¿QUE ESE JOVEN ES QUIEN?!—SU DESESPERACIÓN POR CONFIRMAR AQUEL DATO ERA MUCHA, NO PODIA CREERLO, SE NEGABA A CREER QUE HABÍA HECHO EL RIDÍCULO FRENTE AL UNICO Y AMANDO HIJO DE SU REINA.
—como escucho, su alteza, el joven que se marcho con la emperatriz no era nadie mas que Isis Lumius Vikt VI, único hijo de sus majestades Navier Trovi y Sovieshu Vikt, los emperadores de Oriente
— ....mierda, hice de payaso frente a reina y su hijo—comenzo a lamentarse, si lo analizaba ahora, era obvio que el joven tenia cierto parentesco con Navier, se parecían tanto que apostaba que si reina hubiera sido hombre, seria exactamente igual a Isis.
Ahora que tenia todo más claro, se daba cuenta que no solo habia quedado como un tonto frente al príncipe sino que le había dado un gran desastre como primera impresión lo cual lo perjudicaría bastante, después de todo, era hijo de la emperatriz, era su hijo, que al parecer es receloso con las personas cercanas a su madre o bueno, los hombres cercanos a ella. Al ser hijo de la mujer que amaba, él tenia la capacidad de influir en la decisión de Navier si se trataba de amistades o parejas, no parecía un joven egoista pero no debía bajar la guardia, debia mantenerse firme e insistente para asi lograr su cometido. Aun que lo dijera, se encontraba boca abajo sobre su cama, llorando desconsolado haciéndose la idea de que Isis no le permitiria pasar tiempo con su reina culpa de su primera impresión.
—m-majestad—suspiro—¿y si se disculpa con el príncipe? tal vez asi tenga una imagen de usted más, ¿más positiva?—dudo un poco el Marqués.
Levanto la mirada, separando levemente la cabeza de su almohada dejando apreciar sus hermosos ojos violeta, rojos y irritados por el llanto, por miedo de perder a su reina.
—¿tu crees? sniff—limpio su nariz causando asco en el peliazul.
—si, he escuchado rumores de que el príncipe Isis es muy cuidadoso con su imagen y con quienes habla, es demasiado cauteloso por como los otros le pueden percibir
Es por eso que reina no parecio notar su ataque hacia mi, sus palabras decian una cosa pero su rostro, mirada, cuerpo y aura, otra completamente distinta. Juraría que si no estuviera interesado en ella, no me habría dado cuenta de su desagrado hacia mi.
—es...normal, es el unico príncipe heredero, si diera un paso en falso no solo se perjudicaría él sino tambien a sus padres por lo tanto a la corona—suspiro.
—por ello debería disculparse de su actuar tan mal educado con él—eso le dolio causando que reanudara sus lamentos—si se disculpa frente a alguien que no sea la emperatriz, el príncipe aceptara con tal de quedar bien para dar buena imagen a la família imperial
—Mmm, tienes razón, Mackenna—se deja de lamentos y pienso—¿eso no es beneficioso? podría ser de utilidad para mi relacion con reina
Quien lo viera diria que brillaba tanto que le hacia competencia al próximo sol del Imperio Oriental, Isis Vikt.
—no lo creo, majestad—negó cansado—que quiera mantener su imagen intacta y limpia no quiere decir que sea fácil aprovecharse de él-
—y terminaría siendo yo el perjudicado, debe saber a la perfección como volver la situación a su favor—completo interrumpiendolo.
Ciertamente, el príncipe Isis era un poderoso enemigo al cuál quiera o no, tendría que enfrentar para ganar el amor de su reina. Bueno, no necesariamente debia ir en su contra pero parecía que no era del agrado del príncipe por lo que, guiandose de su primer encuentro, tal vez si terminarían enfrentados de una forma u otra. Un enfrentamiento bastante problemático si traía consigo la consecuencia de que Navier se pusiera en su contra por influencia de su hijo, lo mejor sería no tener un enfrentamiento directo sino sutil y planeado, claro, eso solo si su plan A de conseguir la simpatía y aprobacion de Isis no funcionaba.
Sinceramente, queria tener una buena relación con Isis, puede que no le agradara su padre pero amaba a reina y reina parecía amar más al príncipe que a si misma, aquello le enternecio enormemente, se sentia un tonto por haber pensado que Isis era un rival amoroso, tonto por no haber visto la hermosa y deslumbrante sonrisa de Navier, llena de un incondicional y irrompible amor materno. Parecía que aquel amor puro de madre-hijo era recíproco, eso o fueron simples celos de hijo cuando acaparó a reina.
No tenía intenciones de reemplazar a Sovieshu y ser llamado 'padre' por Isis, queria ser su amigo, llevarse bien, cuidar a reina juntos, cuidarse entre ellos, darle a futuro consejos de monarcas, compartirle su experiencia con los rumores y tal vez, servirle de consejero en asuntos amorosos.
Isis.
Ergi conocia a un Isis pero no sabía si era el mismo o no, en caso de que fuera el mismo, a su reina le faltaba mucho por conocer al verdadero Isis y su obsesión por la corona.
Porque amara o no con la misma intensidad a su madre, su obsesión y amor por la corona era peligrosa.
Hasta podria costarle la vida.
Suspiro exhausto de tanto llanto exagerado, decidió salir a buscar a Isis para poner su pasivo plan en marcha, rogaba que el plan A funcionará porque el hecho de que se pareciera a Navier y que él le rechazara, se le haría doloroso, de una forma o otra, era un rechazo de su reina.
Mientras el príncipe extranjero estaba absorto en su drama, el príncipe natal sentía sus venas arder en furia, contenerse era una gran hazaña estando frente a la razón de su vuelta al Imperio, aquella razón destructiva y cruel, en especial cuando su padre le habia dejado solo con aquella mujer roñosa que había humillado a su madre de forma desvergonzada más de una vez.
La mujer que envenenara al Imperio segun los magos, esta ante mis ojos provocando mi ira con su sola existencia.
Mi pueblo y mi madre sufriran culpa de esta mujer vulgar, y mi padre no a hecho nada ante el dolor de mi madre, es hora de poner las piezas en su lugar.
—¿sucede algo, príncipe Isis?
—no, nada de que preocuparse, Lady Rashta—sonrio—sólo que ahora comprendo porque mi padre cayó rendido ante usted tan rapido, es la dama más tierna y encantadora que he conocido
La ex-esclava se ruborizo y se emocionó por la gentileza y la atención que le brindaba el principe, fue una exagerada al preocuparse por su llegada. El príncipe se comportaba como su mismo título, como un príncipe pero no cualquiera, aquel príncipe que de pequeños, todos soñaban por ser rescatados en sus brazos, el príncipe que les sacaría de su miseria y traería consigo un cuento de hadas. Isis no era una amenaza, no cuando la trataba como si fuera la criatura más hermosa y delicada que existia, cuando le hablaba a su vientre buscando la atención de su hermanito; una patada o algo que afirmara su existencia, no cuando le trajo miles de regalos para felicitarla por el mísero hecho de sólo existir.
Bebe, no solo tu madre te cuidara, tu hermano mayor te ama y te protegera aun que tu padre no pueda.
Isis era su caballero de armadura brillante, cuidara con escudo y espada a ella y a su bebe.
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misericordia ❪ the remarried empress ❫
Fanficm |⌇ ❝ si quieres derribar estas paredes , te vas a lastimar ❞ ᭨ི ྀྀ Isis era el príncipe de la corona y lo sería hasta que esta reposará en su cabeza convirtiéndose en el emperador de Oriente, aquel regente que estaba destinad...