ERA UN HECHO INCREÍBLE QUE EN CUANDO DIERA LA ESPALDA, UN PROBLEMA DE GRAN MAGNITUD SE AVECINARA.
El sirvo no hacia más que temblar alterado y intimidado por su mirada, no era para menos, fue menos de una hora que dejo a su tio con su madre y en cuanto se dirigió a los jardines, donde se le dijo que estarían, un sirviente se le acerco notificando lo acontecido hace menos de un minuto.Su tio arremetió contra Rashta cuando ella hablaba con la emperatriz, no podía estar seguro si la concubina habra dicho algo fuera de lugar o no, siendo que Kosair seria capaz de ir en su contra por el misero hecho de existir.
Era un maldito niño, no podía dejarlo solo ni un momento, se preguntaba si al menos su madre intentó persuadirlo con anterioridad a sabiendas lo salvaje que era el rubio pero al ver la situación, la respuesta era obvia.
Su madre y el Marqués trataban de llevarse al Lord a rastras, este sólo gritaba varias maldiciones y amenazas hacia la esclava, quien estaba en el suelo con una expresión asustada a punto de romper en llanto mientras era rodeada por la servidumbre que la veían asustados.
A un paso seguro, haciendose notar entre el alboroto, se inco en una pierna quedando frente a frente con el delicado y lloroso rostro de la mujer de su padre, Rashta solto un sollozo tomando su estómago haciendo gestos de dolor que preocupó al joven, la fémina todavía no se percataba de su presencia por estar sumergida en su miedo y su dolor.
—apartense—ordeno y fue acatado de inmediato.
Isis la cargo entre sus brazos, con mucha delicadeza la apoyo en su pecho y la acomodo en el mismo para facilitar su tarea sin necesidad de causarle dolor alguno, su vista se clavo en uno de los sirvientes que fijo su mirada al suelo por respeto.
—informa de esto al emperador y llamen al médico real a la alcoba de Lady Rashta—observó seriamente cómo la nombrada trataba de permanecer consciente—ahora—no fue necesario gritar para notar la prepotencia en su voz, las personas se movieron segun sus ordenes en lo que él llevaba a un paso certero y rapido a la mujer hacia su habitación.
Aquella escena habia sido presenciada por los hermanos Trovi y el Marqués, veian confundidos el trato del príncipe a la amante del emperador, en especial Kosair que observó con ojos traicioneros y enojados cada acción del rubio menor cuando paso de ellos fijando únicamente su atención en la razón del dolor de su madre, hasta que abandono el lugar.
Navier estaba desconcertada, si bien era de su saber que Rashta y Isis habían convivido, tenia entendido que no habia sido fuera de lo formal pero parecía que estaba equivocada, aparte de dolida, por la forma tan intima en la que su hijo se acerco a la amante de su esposo.
Rashta a penas vio a Isis, sus ojos brillaron en gloria, cómo si Isis fuera su salvador, como si hubiera vencido.
Queria entender el actuar de su propio hijo pero ella misma se desconcertaba, el rubio parecía inmensamente preocupado por el estado de la esclava, niquiera volteo a verlos, fue directo a la mujer que hace menos de unos minutos la habia ofendido de la peor forma posible, asi saliendo su prepotente hermano a su rescate mas empeoro todo y ahora temía por su destino a manos de su esposo que amaba con locura a aquella mujer que su hijo llevo en brazos, con tanto cariño y delicadeza.
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misericordia ❪ the remarried empress ❫
Fanfictionm |⌇ ❝ si quieres derribar estas paredes , te vas a lastimar ❞ ᭨ི ྀྀ Isis era el príncipe de la corona y lo sería hasta que esta reposará en su cabeza convirtiéndose en el emperador de Oriente, aquel regente que estaba destinad...