ALGO SUCEDÍA BAJO SUS NARICES, ESTABA TAN SEGURO QUE LO JURARÍA POR LA CORONA SI FUERA NECESARIO. Las inesperadas visitas del Duque Ergi y el príncipe Heinrey a la vez, siendo ambos cercanos, no es algo que se pueda ignorar facilmente. En especial si estaba tan familiarizado con el ser caótico que era Ergi Claude. Agh, tan sólo pensar en él le producia un disgustó y un dolor de cabeza horrible, únicamente estando a la altura de lo que le producía su padre cada que mencionaba una cónyuge.
Sus presencias debian tener una razón, una razón oculta pero ¿cuál podría ser además de entorpecer alguna que otra cosa en el Imperio?, sabía muy bien lo ambioso que podía ser un heredero al trono, lo soñadores que eran y cómo no se rendían ante nada, él mismo era así pero entorpecer asuntos Imperiales debía tener un objetivo mayor a unos simples chismes para manchar la imagen de la família Imperial. Había algo más y no estaba seguro de lo que era, no sabía si creer en una posible invasión considerando los sucesos en Occidente, su estabilidad era mala porqué su rey moría y su reina estaba de luto, su príncipe se marchó con su mano derecha a hacer quien sabe que dejando a su pueblo triste y desolado a espera de la muerte del rey. Aparte, Ergi no estaba en una buena posición en su país por sus contastes desastres y chismes, siempre siendo el centro de atención de una muy mala manera.
El Duque estaba al lado de Rashta, pretendiendo ser su proclamó "amigo" y "confidente", estaba más que claro que algo se traía entre manos y no entendía por qué ninguno de sus padres parecía tener sospecha alguna del dúo. O bueno, el emperador, la emperatriz tenía cierta desconfianza y sospecha en el príncipe según Lady Artina. Su madre siempre tan cautelosa, algo que admiraba de ella pese a que ese era su deber cómo regente del Imperio.
Viéndolo por todos lados, las vueltas eran muchas pero los resultados los mismos, a fin de cuentas, la avaricia manejaba al ser humano y consigo está vez traía al rencor por los años de hacerlos menos. Heinrey debía tener aliados a futuro, no creé que la idea haya sido precipitada de un día para otro, se planeó con años de antelación buscando enemigos pero no ha sido revelado al parecer. Sólo la realeza debía estar al tanto del plan, tal vez sólo el moribundo regente, el príncipe, sus manos derechas y sus armas, en esté caso, Ergi Claude. Si fuera el casó de haberlo difundido, lo sabría con gran facilidad por los diversos viajes que realizó incluso a Imperios enemigos -en incógnito- además de darse cuenta de alguna mirada maliciosa de los representantes de otros países. También habría más acercamiento de otros representantes, más actitudes sospechosas y mal entendidos.
¿En serio seria una traición a gran escala o sólo exageraba? suspiro negando, no lo sabía con esa actitud pero no podía negarlo ni darles el benefició de la duda, tendría que mantener tanto al príncipe cómo al Duque a raya y demostrar una vez más porque Oriente era superior al resto de Imperios y reinos. Los pondría en su lugar sutilmente, causando su miedo y panico, lo disfrutaría o tal vez no, el maldito de Claude era un puto masoquista de primera cuándo se trataba de él.
Pasó de largó hacía la salida de sus aposentos, hace un largo rato se había termindo de arreglar para la fiesta de té que sería en su honor, nadie sabía que él era el anfitrión y no su madre está vez, aquéllo se mantuvo en secreto por morbo y diversión suya al ver las reacciones de -en su mayoria- las nobles.
Llegó al lugar estipulado siendo esperado en la entrada por Lady Laura que actuaría tanto cómo una invitada más que como su dama compañía a petición suya, los guardias que cuidaban la puerta se reverenciaron ante él sacándole una sonrisa cínica. Extendió el brazo con un porte más amable a la dama siendo tomado con nervios, no solo entrarían acompañados al evento sino que también uno al lado del otro, como iguales, esto causaría un gran revuelo en el momento y más tardé pero no le importaba porque Lady Laura era tanto anfitriona de este evento como él, ella prácticamente sugirió y planeo todo, él solo dio ordenes y su opinión.
Las miradas no eran nada discretas y mucho menos los susurros de disgusto hacía la peliroja que hacía oídos sordos con una mueca de molestia en los labios, ambos saludaron con una reverencia siendo correspondida por unas nerviosas y sorprendidas damas.
—¿príncipe? ¿sabé dónde está su majestad la emperatriz?—questiono la hermana menor de la ex-Duquesa de Tuania, Vizzia.
—tan directa como siempre, mi Lady—se acerco a ella, era una gran opción para ser su pareja en el baile porque que pese a que no la consideraba conocida ni amiga, superficialmente se veían muy bien juntos y sabía que si se lo pedía aceptaría por presión social, tomó su mano extendida y incado en una pierna planto un delicado beso sobre ella, causando grititos de emoción y envidia en las demas—me alegra volver a verla después de tanto tiempo, Lady Vizzia—se levanto.
—a mi también me alegra verlo pero no ha respondido mi pregunta—él rio mientras las presentes miraban ofendidas, le agradaba pero no sentía ninguna pizca de atracción hacia ella aún que fuera tan bella como lo era su hermana de ley.
—no cambie nunca, bueno, madre está en su alcoba debido a que el asunto de esta reunión es que mi padre a solicitado que llevé una pareja al baile que se hará en mi honor—hizo una mueca "triste"—pero como no conozco 100% a nadie aquí, Lady Laura aquí presenté—la miró—me recomendó realizar una fiesta de té antes que el baile para asi conseguir pareja—poso una mano en su pecho sonriendo a ojos cerrados—asi que ¿alguna estaria dispuesta a hacerme ese favor?—arrastró un poco la "o", abriendo los ojos y sonriendo con falsa dulzura y pena, las damas cayeron fácil ante ello, unas siendo más obvias que otras.
Esto fue demasiado fácil.
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misericordia ❪ the remarried empress ❫
Fanfictionm |⌇ ❝ si quieres derribar estas paredes , te vas a lastimar ❞ ᭨ི ྀྀ Isis era el príncipe de la corona y lo sería hasta que esta reposará en su cabeza convirtiéndose en el emperador de Oriente, aquel regente que estaba destinad...