t h i r t e e n

1K 161 14
                                    

CONFUSIÓN

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CONFUSIÓN. No sentía otra cosa que no fuera eso, el Duque Kaufman casi al anocher se presento en su alcoba agitado y al borde del llanto, por lo que entendió se debia una orden dada por su padre durante la misteriosa reunión que tuvieron en la mañana.

Lo dejo entrar y desde entonces a maldecido de un millón de formas diferentes a su progenitor, el albino se rehusaba a salir de su habitación al igual que no paraba de llorar, exasperandole demasiado.

No era bueno en nada que involucrara sentimientos, en especial tratándose de alguien perdidamente enamorado de su persona.

El moreno se quedo dormido en su cama, quieto y con el rostro hinchado, aferrandose a su dorso como si su vida dependiera de ello.

Él simplemente se limitaba a acariciarle el cabello, era bastante suave a decir verdad, le gustaba enredar sus dedos entre las hebras blancas para posteriormente despeinarlo con brusquedad.

Pronto las damas entrarían para bañarlo y luego le traerian su desayuno, debía sacar a Kaufman de su habitación cuanto antes pero no podia alejarlo sin saber porqué el emperador y él se reunieron, también porqué llego en ese estado ayer.

Soltó un suspiró exhausto, con mucho cuidado, comenzó a retirar los fornidos brazos del mayor de su cintura, gruño molesto cuándo lo abrazo aun más dejándolo sin escapatoria.

Por más que intentaba, el moreno no lo soltaba y terminaba hundidose más entre sus brazos.

Estuvo bastante tiempo así hasta decidió usar su anillo, lo habia intentando por las buenas, ahora sería por las malas.

Acarició con sutileza la joya de su anillo, que brillo en un tono eléctrico cuando susurro unas palabras inaudibles para cualquier ser humano.

Los brazos del duque lo soltaron precipitadamente, al igual que tenia cierta distancia de su cuerpo.

Con precaución, murmuró algo en su dirección, logrando que su expresion consternada en el medio de su sueño, se relajara.

Dormiria un largo rato más gracias a su anillo, y pasaria desapercibido gracias al mismo.

Se levantó justo a tiempo, escucho como tocaban la puerta con delicadeza, con timidez.

Usando su mejor sonrisa solto un suave "pase", asi comenzando con su rutina.

Fue bañado y vestido a la son que escuchaba las nuevas noticias del Imperio.

Por poco suelta una carcajada de felicidad al oir la marcha del príncipe de Occidente, y no sólo eso, con su ida se desvelaba la grave condición del actual rey.

Esta situación seria de gran provecho si tan sólo su padre supiera utilizarla a su favor.

Estaban perdiendo su magia, una de las tantas cosas que convertía a Oriente superior a otros Imperios, aun que este problema se solucionaría pronto y por eso mismo necesitaba tomar el trono cuanto antes fuera posible.

misericordia ❪ the remarried empress ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora