t w e n t y

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EL BARRULLO ANSIOSO LLENABA LA AHABITACION, MILES DE CONVERSACIONES SUSURRADAS RECELOSAMENTE HACIAN EL SUFICIENTE RUIDO PARA SENTIRSE EN PAZ DE CONFESAR CUALQUIER PECADO

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EL BARRULLO ANSIOSO LLENABA LA AHABITACION, MILES DE CONVERSACIONES SUSURRADAS RECELOSAMENTE HACIAN EL SUFICIENTE RUIDO PARA SENTIRSE EN PAZ DE CONFESAR CUALQUIER PECADO.

El Marqués ajusto su capucha con ligeros escalofrios recorriendole la espalda, a su lado, impoluto estaba el hijo de la corona. Las capas negras no dejaban rastros de su cabellera dorada como el sol aún así, siempre preventivo, el príncipe hizo uso de su anillo para cambiar el color de sus ojos y de su cabello para pasar desapercibido.

No eran los únicos de este modo, tratando de ocultar su identidad con máscaras y capas, detrás de esa oscuridad habían nobles que renegaban de su gusto por comprar cosas en el mercado negro, todo para no manchar su historial ante la sociedad.

Karl observo al príncipe, admirando con solemnidad el temple calmado e imperturbable. Cuando su majestad le preguntó qué haría está noche, no se imagino que aparecería en medio de su recamara a oscuras tendiendole una capa y una máscara por si estaba temeroso, acepto ambas pero solo se puso la capa, con la máscara se sentía asfixiado por los nervios.

Era un adulto y Isis apenas un joven, mas era la primera que se sumergía en los oscuros lugares de su país donde sólo los asesinos acechaban tomando la oscura noche como una segunda piel.

El príncipe se camuflada perfectamente en ella, él, sin embargo, no podía decir lo mismo.

Aun que, como se prometió a si mismo aquella vez y las siguientes, seguiría al príncipe, al verdadero emperador hasta el infierno si era necesario.

Solo la muerte podría separarlo de ser su siervo más leal.

—¿qué es lo que estamos buscando, majes- mi señor?—se corrigió inmediatamente, la costumbre y los nerviosos le jugaron una mala pasada, recibió una mirada dura de Isis que suspiro con ojos aburridos posados en el escenario donde pronto daría inicio a la subasta.

—una confirmación—con ojos brillantes y una sonrisa perversa produciendole aun más escalofrios al Marqués por el panorama, el príncipe heredero dio paso a la caminata al palco que había reservado para ellos.

—¿en un lugar así?—hizo una mueca.

—si, en un lugar así—con esa respuesta seca, acallo su inseguridad tomando asiento mientras esperaban el inicio del acto.

Isis se sento recto, escaneando el gran salón con luces opacas para ayudar al secretismo. No era la primera vez que asistía a este tipo de eventos, eran las subastas del mercado negro donde sacaba el mayor provecho de objetos mágicos incomprendidos, habían tantos magos que al no ser financiados ni tampoco tener capital propio recurrían al bajo mundo para subsistir por lo que no había dudado en comprarlo a un precio sobreestimado inflando el ego del mago infortunado y ganando su confianza para su causa.

misericordia ❪ the remarried empress ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora