m |⌇ ❝ si quieres derribar
estas paredes , te
vas a lastimar ❞ ᭨ི ྀྀ
Isis era el príncipe de la corona y lo sería hasta que esta reposará en su cabeza convirtiéndose en el emperador de Oriente, aquel regente que estaba destinad...
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EL DESAGRADABLE ENCUENTRO CON ERGI CLAUDE SEGUIA PERTURBANDO SU HUMOR, SU CEÑO NO PODIA RELAJARSE CON CADA PASO QUE DABA, EL INTERIOR DE SU MUSLO ARDÍA, AUN PERDURABA FRESCAMENTE LA MARCA DE LOS DIENTES DEL DUQUE. En cuanto llego al palacio fue directo a su alcoba, más especifico, a su baño donde no salió hasta que el olor a la putrefacta sangre y el aroma natural de Cluade se hubiera evaporado de su piel.
Su piel nivea brillaba al rojo vivo por la fuerza que ejerció tallandose, rechinando los dientes en un intento inútil por retener su coraje.
El jabón y la espuma quemaron ardientemente en los agujeros sangrientos que Ergi dejó en su muslo ¿era posible cortarse ese pedazo de carne indoloramente? Estaba tentado a hacerlo, de solo recordar que tenía la saliva de ese bastardo en su sangre y en su sistema, queria cortarse un tajo enorme y dejar salir la sangre "infectada" al igual provocarse las nauseas suficiente para sacar los restos de saliva de su boca y estómago.
Gruño estresado tirándose en la cama sin siquiera pensar en sacarse la bata y vestirse.
Deseaba asesinarlo.
Quitarle la vida con sus manos desnudas sin un pedazos de tela que las separará de su frágil cuello, presionarlo para escuchar la magnífica melodía de los huesos cediendo a su fuerza y la carne aplacandose entre sus manos manchadas de sangre por sus dedos que abrían su tráquea para dejar fluir la sangre cual cascada.
Ah, era la primera vez que sentía tanta satisfacción pensando en algo que no fuera él sentado en su trono.
¿Era esto lo que llaman una fantasía?
Por lo general, sus fantasías sólo involucran a su corona y la muerte de Ergi no restaba ni sumaba a ella pero si a su paz y su salud mental.
Para su disgusto, esa fantasía jamás se haría realidad.
Porque así como era su fantasía asesinar a Ergi Claude, apresandolo entre sus manos hasta que la luz pastosa se fuera de sus pícaros ojos.
La fantasía del bastardo era ser asesinado por sus manos.
Y nunca le daría la dicha de cumplir su fantasía más depravada, lo menos que quería era ensuciarse con semen cuando se deshiciera del maldito estorbo.
Considero matarlo atraves de un tercero, pero su orgullo le impedia que otra persona que no fuera él sea quien elimine a la plaga de Ergi Claude de la existencia.
Siendo un círculo sin fin.
Sabía que tenía que acostumbrarse a la idea de que el maldito enfermo lo esté atormentando hasta el fin de sus días.
Apresarlo era una buena opción sino fuera por la alta estima que los gobernantes de su país le tienen al Duque, no queria empezar una guerra por una estupidez así.
Con el ceño fruncido y el enojo apenas calmado, Isis durmio esperando encontrar tranquilidad en un sueño reparador pero el peso de las ansias provocaron un despertar mañanero sin descanso, como si fuera un simple parpadeo entre la noche y el día.
