1

5.5K 497 779
                                    

-¡Encontraron a Dream! -le gritó Karl a Sapnap por el teléfono.

-¿¡Qué!?

El avión estaba por despegar. Miró desesperado hacia todos lados y se levantó sin pensarlo más.

-¡¡Necesito bajar!! -gritó, tomando su maleta de mano.

-Señor, estamos por despegar.

-¡¡Me siento mal, muy...!!

Sapnap cayó al suelo, fingiendo haberse desmayado. No tuvieron más opción que retrasar el vuelo y llamar a los paramédicos.

Escuchaba como lo llevaban en la camilla y abrió lo ojos bruscamente, saltó de la camilla y empezó a correr como si su vida dependiera de ello.

-¡¡Taxi!! ¡¡Taxi!!

Tomó el primer taxi que apareció frente suyo y le marcó a Quackity.

-¡Encontraron a Dream! -le dijo apenas contestó.

-¿¡Qué!? ¿¡Dónde está!?

-No lo sé. Ve con Karl. Estoy de camino para allá.

-¡Voy!

Quackity tomó el pan de su desayuno y lo sostuvo con su boca, para tomar las llaves y poder salir.

-¡Quackity, tu desayuno!

-Los tacos tendrán que esperar mamá.

Muchos tendrán curiosidad del porqué ese trío de amigos están tan emocionados de haber encontrado a Dream. La respuesta es simple. No habían sabido de él por años. Era como si la Tierra se lo hubiera tragado.

Algunos decían que estaba muerto, otros que se había cansado e incluso habían unos más paranoicos que decían que era un espía del gobierno hindú, pero la verdad es que no estaban seguros de nada. Solo querían tener respuestas.

Dream, no era un chico del que alguien se pudiera olvidar con facilidad. Era un chico con una mente brillante e incomprendido como la mayoría de los genios. Era un gran amigo. Aunque lo que más resaltaba de él, era esa mente liberal con ganas de revolucionar el mundo. Dream era de las personas que te cambiaban la vida para bien y por eso era tan importante.

Podríamos retroceder un poco en el tiempo. Cuando aún eran jóvenes y no había desaparecido.

Primero estaba Sapnap, el primero en su familia en entrar a la universidad, por si fuera poco, había conseguido una beca.

Luego estaba Karl, venía de una familia de ingenieros, por lo que tenía que seguir con el legado familiar aunque sus aficiones sean otras.

En tercer lugar estaba Quackity, estaba con ellos por obra del destino, pero sin duda haría mucha falta su no estuviera. Nadie sabía que hacía en la facultad de ingeniería cuando debería estar en leyes, pero igual lo aceptaron al grupo.

Por último, estaba Dream. Es muy poco lo que se sabe de él. Nunca hablaba de su pasado, tampoco es como si a alguien le importara.

...

Su primer día fue un poco agitado. Como era su primer año, tenían que ser participes del ritual que consistía en bajarse los pantalones. Eso no fue muy del agrado de Dream, por lo que se negó, pero como castigo le advirtieron que orinarían la puerta de su habitación y estaba dispuesto a vengarse.

—¡Corran, chicos! —gritaba Quackity por los pasillos.

Los cuatro se escondieron en la habitación de Dream, pero la mochila de Quackity se había caído justo cuando entraba.

Dream se movió rápidamente y pensó en una idea brillante. En cuanto el pobre chico intentó mojar la mochila de Quackity con sus fluidos, un choque eléctrico llegó a su miembro, lo que hizo que se retorciera de dolor.

Los cuatro salieron de la habitación y se miraron entre sí.

—¿Lo mataste? —le preguntó Sapnap a Dream, con terror por su respuesta.

—Estoy vivo, idiotas —respondió el chico.

—Hay que llevarlo a enfermería.

—¡Pero se ha meado en mi mochila! —se quejó Quackity.

—Te vamos a conseguir otra. No te preocupes —lo tranquilizó Karl.

Los cuatro llevaron al pobre chico a enfermería y ahí se encontraron a George.

Dream no pudo sacar su vista de él. Estaba completamente flechado. Eso debía ser amor a primera vista.

George era estudiante de enfermería. Hijo de una familia adinerada y por si fuera poco su padre era el rector de la facultad de ingenierías.

—George, el chico tiene un problema en su... cosa —le explicó Karl.

—¿Qué le pasó?

—Es una larga historia —dijo Dream avergonzado.

—Estos idiotas casi me matan —se quejó el chico por el dolor.

—Te tengo una buena noticia —le dijo George—. No vas a tener que preocuparte por embarazar a tu novia.

—¿¡No voy a poder tener hijos!?

—Puedes adoptar —le sugirió Quackity.

—¡Cállate! ¡Me las van a pagar!

—Chicos, creo que deberíamos regresar. Hasta luego, George. ¿Qué te parece si hablamos después? —le preguntó Dream.

—Ya veremos.

...

—¿Desde cuándo lo conoces?

—¿A George? Sus padres son amigos de los míos —le respondió Karl.

—¿Te gusta? —fue Sapnap el que preguntó.

—Se ve que es lindo.

—Ya se enamoró el niño. ¡Qué viva el amor!

—No me he enamorado... Bueno, quizás un poco.

Cuatro Idiotas [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora