Utopía

Orgullo y prejuicio

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El día de ayer Regina los había ido a recoger y después de regañarlos todo el camino, los había dejado en donde sería su casa las próximas semanas, llegaron y lo primero que hicieron fue empezar a limpiar y a acomodar, se llevaron toda la tarde tratando de desempolvar y darle vida al lugar, al llegar la noche quedaron tan rendidos que se durmieron recién sintieron la cama.

A la mañana del domingo Harry se había reportado con su papá y Emily, diciéndoles que estaba bien, que se encontraba por desayunar y por favor lo dejaran de molestar.

Ahora eran las cinco de la tarde se encontraban viendo una película en Netflix, ambos sentados en el sillón, comiendo golosinas, tapados con una manta ya que hacía mucho frío.

—Como me hubiera gustado tener el coraje y valentía de Elizabeth Bennet para desafiar a mi familia y decir no, tal como ella lo hace —Se lamenta Harry terminando de comer su galleta —Bueno y también un papá como el de ella que la apoya —Dice tratando de sonreír para no volver de esto un momento triste.

—Pero aún no es tarde, puedes liberarte, estoy aquí, pídemelo y te ayudaré.

—Bien, demuestras que te queda el papel del señor Darcy —Juguetea tratando de desviar el tema.

Louis se da cuenta, pero no lo dice, no quiere presionarlo para hablar o hacer algo que no quiera, las decisiones se toman juntos, sino lo lastimaría y es lo que menos desea.

—Como se me antoja esa tarta de fresas —Dice Harry.

—¿Por qué te volviste alérgico?, recuerdo que te encantaba comer fresas con crema.

—Ay si, y extraño el sabor de las fresas —Suspira Harry cruzándose de piernas —Una vez estaba comiendo una fresa, pero no me di cuenta que había una abeja en la punta, así que me la comí, pero me picó en el paladar, me provocó una inflamación horrible, parecía sapo, tuvieron que llevarme al hospital, después me dijeron que tratara de no comer fresas para evitar una inflamación, nunca me afirmaron que soy alérgico, pero prefiero prevenir a lamentar.

—Mmm, okey, okey, se va a la lista de precauciones para no lastimar a Hazza —Le dice con una tierna sonrisa, volviendo su vista y atención hacia la película.

Vieron un poco más la película, opinando y bromeando sobre las restricciones absurdas de esa época y lo bien que el señor Darcy se comportaba, discutiendo por quién de los dos se lo quedaba, claramente Louis dejando ganar a Harry.

—Oye, mira que hermosos cuadros y estatuas tienen en Pemberly, seguro que los que tu haces quedan mucho mejor —Dice Louis tratando de sacarle una sonrisa a Harry, pero solo logra que baje la mirada y un semblante triste aparezca en su rostro, provocando un vacío en el estómago del ojiazul.

—Louis, yo... yo ya no estudié artes, mi papá me convenció de dejar la carrera y estudiar derecho judicial, que es a lo que supuestamente ahora me dedico.

—Pero ¿Por qué?, cuando te conocí recuerdo que estabas muy feliz porque habías terminado tu primer semestre siendo el mejor promedio, tu amabas tu carrera, era tu pasión.

—Sigue siendo mi gusto culposo, pero ahora es más un hobby, algo que hago a escondidas.

—Pensé que tu gusto culposo era yo, y así como lo describes claramente hablas de mí. —Dice orgullosamente Louis subiendo y bajando las cejas.

—Basta Lou, me pones nervioso —Ríe cubriéndose la cara con las manos.

—Anda, ven aquí y abrázame —Le pide palmeando su pierna en indicación de que se suba, y así lo hace el rizado —Tengo esta necesidad por sentirte cerca, me das libertad, me das vida —Susurra contra el cabello de Harry.