Esto es una maldita locura

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Las manos de Kevin abrazaban la cintura de Doble D mientras que disfrutaban del baile que se daban sus lenguas en la boca de cada uno. 

Las manos lentamente subieron por debajo de la remera de Doble D acariciando con sus dedos la columna vertebral del pelinegro, ocasionando en este un escalofrió que le recorrió toda la espalda.  

Al llegar a tocar el comienzo de su nuca sus manos cambiaron de dirección, ahora se dirigían a la parte delantera del torso de Doble D. 

Esta vez sus manos fueron bajaron a una velocidad lenta, haciendo que Eddward se impacientara ante la espera del toque que tanto anhelaba. 

Kevin miraba divertido la expresión que traía Doble D en su rostro. 

Sin querer torturarlo más bajo un poco sus manos, llegando a toparse con dos pezones duros, una sonrisa se poso en su rostro ante su descubrimiento y sin esperar nada más empezó a rozar sus dedos en los pezones.

-Ah- un pequeño gemido salió de los labios de Doble D, siendo seguidos por constantes jadeos. 

"Quiero escuchar más"

Ante el anhelo de escuchar esa melodiosa melodía otra vez sus dedos empezaron a pellizcar los pezones, logro rápidamente su objetivo. 

Los gemidos salían constantemente de la boca de Doble D y eso solo lo excitaba aún más. 

Sin querer quedarse atrás, las manos de Doble D subieron por la parte inferior de la camiseta de Kevin, teniendo así el privilegio de tocar aquel abdomen marcado el cual Kevin presumía en cada victoria que lograba con su equipo de futbol. En su mente recorrió el recuerdo de Kevin festejando la victoria sacándose la camiseta, oh dios, ese día estaba malditamente caliente. 

Basta de recuerdos calientes ¿Para que fantasear con el caliente abdomen de Kevin? Ahora podría tocarlo y hasta chuparlo si quisiera, ya no era necesario saborear ese recuerdo.   

Sus frías manos recorrieron el caliente torso de Kevin mientras este lentamente bajaba sus manos hasta el botón de sus pantalones. 

Sin esperar ni un momento más, Doble D se separo un poco de Kevin para lograr quitarle su camiseta blanca que traía puesta. Kevin sin ningún tipo de queja dejo que Eddward le quietara su camiseta dejando caer su gorra roja en medio del proceso.  

Una vez tuvo su torso desnudo procedió a atacar los labios de Doble D una vez más. En medio de su húmedo beso lo alzo, sorprendiéndose ante lo poco que pesaba mientras lo llevaba hasta el sofá de la sala donde dejo caer el cuerpo de Eddward hasta dejarlo recostado. 

Al estar encima de Doble D le daba más facilidad al tocar el cuerpo del pelinegro y no desperdicio esa oportunidad. 

Levanto la remera de Doble D hasta que sus pezones quedaron expuestos, acerco sus labios a esa zona, empezando a chuparlos como si de un dulce se tratara y morderlos de vez en cuando sin dañarlo, mientras su boca estimulaba su torso, sus manos bajaron hasta llegar al pantalón del otro, desabrocho el botón, lo despojo de esta prenda y adentro su mano dentro del bóxer de Eddward quien solo gemía ante las constantes estimulaciones que su cuerpo recibía. 

Su mente se nublaba, era incapaz de pensar en algo lo que causo que ignorase la gran cantidad de sudor empapaba su cuerpo, sus labios estaban completamente humedecidos por las constantes veces en las que Kevin había pasado su lengua por ellos, en su pecho había cierto ardor el cual era opacado ante la excitante sensación que ocasionaban los labios de Kevin, su cuerpo estaba temblando ligeramente, su miembro era masajeado constantemente por las ásperas manos de Kevin dándole una sensación nueva que el había desconocido por completo hasta ese momento, sus ojos estaban completamente nublados por las lagrimas de placer que se acumulaban en ellos.

Mensaje Equivocado (Kevedd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora