I saw something.

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MARATÓN 1/3

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MARATÓN 1/3.

Pd: puede que la historia se salga de la trama original, pero ya verán para que es :)

Ser Isabella McCall no era tan sencillo como se veía, no, para nada sencillo. Desde niña, Izzy, siempre fue una persona complicada, tanto para tratar como de entender. Con tan solo 13 años, visitó a cuantos terapeutas que nadie en su vida. Nunca pudieron diagnosticar algo contundente, porque Isabella nunca hablaba en sus sesiones. Cuando era niña, en la época que su padre aún vivía con ella, vio tantas cosas e incluso, luego de que su padre se fuera de casa, seguía viéndolas. Algunos les llamaban: “Cosas de niños”, como los amigos imaginarios que alguna vez tuvo, pero nunca era algo de que preocuparse, hasta ahora. Melissa McCall estaba completamente preocupada, tanto por el comportamiento de Scott, como lo que ahora le ocurría a su hija menor.

Isabella escucha voces. Pero, ¿de quién?. ¿Qué le dicen?. ¿Desde cuando las escucha?. Tantas dudas tenía Melissa, pero sabía que no iba a tener respuestas de su hija preadolescente.

Isabella dormía, era sábado, en su cama abrazada a su peluche de león, cuando despertó sudorosa y con su corazón latiendo muy rápido. El mismo sueño había vuelto a atormentarla. Ese sueño que tenía desde que a Scott lo habían mordido. Ese extraño sueño donde veía a todos sus seres queridos morir, de maneras muy sangrientas y violetas, frente a ella. Se sentó en la cama, tratando de regular su respiración, y miró su despertador con su cuerpo aún temblando. 2:45 a.m. madrugada, la peor amiga de Isabella desde que le temía a la oscuridad.

Suspiró, cerrando sus ojos por un momento, antes de levantarse de la cama, estremeciéndose del frío suelo que hizo contacto con sus pies desnudos, y se dirigió fuera del cuarto. Iría a la cocina, por un vaso de leche tibia y quizás algunas galletas para volver a dormir. Ese era el plan, hasta que oyó una voz.

¡No, no por favor!. —Suplicó la voz.

Isabella frunció el ceño y se apresuró a cruzar el oscuro pasillo, llegando a las escaleras. No había nadie.

¡Nos mentiste!. —Acusó otra voz.

Se tensó, sintiendo todo su cuerpo estremecerse. Su nuca, la cual tenía cabellos castaños pegados por el sudor, se erizó. Apoyó sus manos en el barandal de la escalera, bajando lentamente por estas, sin hacer ruido alguno.

¡Mereces morir!. —Exclamó la segunda voz.—¡Las hijas de la noche siempre morirán!.

Guys my age || Teen Wolf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora