Katsuki Yuuri, un joven de 23 años, graduado en uno de los mejores colegios de Kyushu, Japón, titulado en economía y finanzas en la Universidad de New York, cansado de ser rechazado por todos los ejecutivos que lo han entrevistado, se aventura a bus...
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-Vaya, nunca habia visto a Viktor tan.... ¿asustado?, ¿nervioso quizás.?...- la pelirroja giró sobre sus pies dirigiendo sus pasos hasta el escritorio del azabache, el cual parecía aun no reparar en su presencia- lamento si fui inoportuna-.
-¿Eh?- Yuuri movió su vista en dirección a la voz femenina encontrándose con una hermosa joven de bucles cortos rojizos, unos penetrantes ojos azules , una piel nívea intachable, todo adornado con un porte etéreo, femenino y muy elegante- no, solo estábamos.. no importa, disculpe , creo que aun no nos habíamos visto , mi nombre es Yuuri Katsuki, el nuevo secretario de don Viktor-.
-Oh chico lo se muy bien, todo el edificio está hablando de ti y de lo fácil que lograste dominar al ogro de Viktor-.
-¿Dominar?, disculpe pero, no le entiendo-.
-No es nada, no me hagas caso , mi nombre es Mila Babicheva y soy la asistente de Yuri Plisetsky, el diseñador, seguramente ya has escuchado hablar de él-.
-Más que eso, tuve el "placer" de conocerlo el día en que fui entrevistado-.
-Vaya, creo que no fue algo del todo positivo- la pelirroja río al momento en el que estiraba su brazo para hacerle entrega de una carpeta muy bien organizada al japonés-casi lo olvido, ten, estos son los informes que solicitaste, lamento la tardanza-.
-No se preocupe, muchas gracias señorita Babicheva-.
-Por favor solo llámame Mila, apostaría a que soy incluso más joven que tu- la rusa se giró sobre sus pies guiñando un ojo al azabache en un gesto muy similar a los de Viktor y se marchó de la oficina-.
Yuuri suspiro, observando la carpeta entre sus manos, de reojo observó la aun extensa fila de documentos por organizar, levantó su teléfono del escritorio verificando la hora, si lo pensaba con detenimiento, podría debatirse entre ir a comer, o morir de hambre pero con un informe listo, el cual si tenía suerte ya lo tendría terminado al final de su jornada, observó su vientre abultado, sus piernas regordetas, se percató del ligero dolor que sus muslos exteriores presentaban al mantenerse presionados dentro de los reposabrazos, un dia sin comer no lo mataría, decidido, tomó nuevamente sus audífonos y los acomodo en sus oídos, tomó los papeles que tenía anteriormente entre sus manos y comenzó a traspasar los datos al documento de excel que mantenía abierto en ese momento, sin embargo el sonido de una llamada entrante en su celular lo tomó por sorpresa, aún más al notar que se trataba de su madre, algo asustado, decidió contestar.
-¿Madre?, ¿sucede algo? -.
-Oh mi niño, lamento si soy inoportuna pero creí que esta era tu hora libre, y llamaba para ver como seguías, dime, ¿te duele mucho el cuerpo?, ¿necesitas alguna medicina?, ¿quieres que vaya por ti antes de la hora de salida?-.
-Madre, estoy perfectamente, si estoy algo dolorido pero no es nada que no pueda soportar, puedes quedarte tranquila-.
Yuuri estaba tan concentrado en calmar a su madre y hacerle saber que se encontraba bien, que no notó el ligero sonido de la puerta de la oficina principal siendo abierta, permitiendo que alguien se apostara estratégicamente detrás de su puerta, poniendo toda su atención en su conversación.