{11}

206 19 26
                                        


Los primeros días de octubre soplaron con fuerza entre los grandes rascacielos de New York, acariciando las copas de los árboles que comenzaban a adornar las aceras con hermosas hojas multicolores anunciando la presencia del recién llegado otoño, ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los primeros días de octubre soplaron con fuerza entre los grandes rascacielos de New York, acariciando las copas de los árboles que comenzaban a adornar las aceras con hermosas hojas multicolores anunciando la presencia del recién llegado otoño, quizás la estación del año favorita de Yuuri y Phichit, sobre todo de este último quien no perdía la oportunidad de fotografiar absolutamente todo lo que veía a su alrededor, hojas, árboles, personas, amores nacientes , parques, lagos, y sobre todo a Yuuri y su enmarañado cabello azabache, sus pronunciadas ojeras, su cansada expresión, Phichit se habia encargado de retratar todo el cansado y agotador proceso de Yuuri al mando de Nikiforov.

Los dos meses que habían transcurrido desde su llegada a la empresa, habían dejado una huella imborrable en el agotado japonés, quien iniciaba en ese momento su tercer mes laboral con un detallado informe de ventas en sus manos , observando con pavor las cifras de las bajas ventas tanto en New York, Miami, el resto del país y parte de sus exportaciones. Yuuri sabía que esto pasaría desde que el mes anterior Viktor tras una severa pelea con Yuri Plisetsky, decidió aumentar el ahorro aún más en los insumos cambiando a un proveedor poco conocido y con baja o casi nada de popularidad dentro del gremio del modelaje y el vestuario en general, y claro, eso se estaba demostrando horriblemente en ese momento, junto con su plan de ahorro, Viktor habia despedido a la mayoría de las modelos de Plisetsky, incluyendo, a sus cuatro modelos de tallaje, provocando así un nuevo caos dentro de la empresa, luego de eso, habia tomado sus maletas para irse a Miami en compañía de Sara y Chris para vigilar la apertura de cuatro boutiques, mientras él, debía ocuparse de absolutamente todo el desastre, tomando en cuenta que en el paquete de presidente provisional, venía un secretario muy mal humorado y agotador, Seung Gil Lee, quien obviamente, no se encontraba para nada feliz ni conforme con la decisión de Viktor.

Todo ese caos pasaba por la cabeza de Yuuri, quien sentado en el escritorio de Viktor, leía atentamente los informes que habían sido dejados sobre él, intentando no tomarle atención a los reclamos de Seung frente a otro problema que lo tenía acorralado, y es que no habia podido aun girar el presupuesto para cubrir la nómina del mes pasado, ya llevaban tres días del mes de octubre y septiembre aun no habia podido ser cancelado , además de eso, los bancos tampoco habían recibido su pago correspondiente congelando así las inyecciones de presupuesto a la empresa, si este problema no se solucionaba pronto tendría consecuencias graves y muy serias.

-¿Vas a responderme o vas a quedarte con esa cara de muerto viviente observando esos papeles Katsuki?, necesito mi dinero, algunos tenemos cosas importantes que sostener, como un auto y un departamento que tú jamás te podrías permitir, además..-.

-Lo escuche claramente señor Lee, lamentablemente en este momento no puedo darle una respuesta, apenas este disponible su deposito se lo hare saber con Yuko, ahora, le pido que si no será un aporte para mi trabajo se retire, tengo mucho que hacer-.

Yuuri a duras penas pudo ver de reojo la mueca frustrada de Seung antes de que él y su costoso traje salieran de su campo de visión, dándole al fin algo de paz y tranquilidad, la cual duró menos que agua entre sus dedos al momento en que el teléfono del escritorio de Viktor comenzó a sonar, provocándole un dolor de estomago al saber quien podría estar al otro lado de la línea y las explicaciones que tendría que dar .

Yo soy Yuuri, el cerdito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora