Capítulo 21

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Al final, la estancia en casa de Lourdes se prolongó más de lo planeado. Vimos un maratón de American Horror Story mientras discutíamos sobre lo hermoso que era Evan Peters y si alguna vez querríamos tener un novio tan sensual, aunque muerto. Yo decidí que preferiría a mi chica. Salí de su casa en la madrugada, y al llegar a la mía, ni siquiera pude pegar el ojo. Un cardumen de ansias, emoción y terror se anidaban en el interior de mi estómago, obligándome a que solo pudiera descansar durante tres horas. Me levanté a toda prisa a las siete de la mañana, corriendo hacia el baño y ganándole el tirón a mis padres. Dejé reposar el agua hasta que estuviera templada y me desnudé, acercándome al espejo y vislumbrando mi cara. Me veía más contenta, más emocionada. Más enamorada. Y estaba feliz por eso. Me di un baño rápido, y después de haberme secado, agarré un overol corto con una camiseta a rayas y unos nike high dunk a juego en color azul. Me hice una coleta alta y anudé un listón azul, logrando el aspecto de niña pequeña. Estaba bien, quería andar cómoda porque sinceramente no sabía cuanto tiempo tendría que estar en la sala de espera. Llevé una bolsita donde eché un sándwich, envases de agua y jugo de naranja y mi cartera, despidiéndome de mi madre que cocinaba el desayuno en la cocina y tomando mis llaves, saliendo de casa y conduciendo hacia el hospital. Tenía la fortuna de que no hubiera nada de tráfico a esa hora. Me estacioné cerca de la clínica y caminé con paso apresurado, disfrutando del aire veraniego que chocaba contra mi rostro. Sería cuestión de tiempo antes de que pudiera volver a hacer lo mismo. Caminé y caminé, entrando a la sala de espera. Era bastante grande y lujosa, pero rápidamente pude localizar a Claudia, Chris y a una muchacha que nunca conocí. Me acerqué a ellos, sentándome a su lado.

-Hola. ¿Cómo están?-

-Muy bien, gracias.- Contestó Chris por los tres. Me sonrió. -Brisa, quiero presentarte a alguien. Esta es Lucia, mi hermana.-

-Oh, por supuesto. Hola, yo soy Brisa.-

-La novia de Angie, ¿No? Desde que llegué a visitarla eres la única cosa que habla. Tiene suerte, ¿Sabes? Eres más bonita de lo que pensé.- Me sonrojé un poco y le devolví media sonrisa. -Gracias, pero creo que aquí la única con suerte soy yo.- Reí acompañada por ella y después, sin ser grosera me giré hacia Claudia. -Claudia, ¿Cómo va Angie?-

-La acaban de meter a la sala.- Contestó, mordiendo su labio. -Tardarán como máximo dos horas, pero necesita reposar. Hoy mismo le dan de alta y nos la llevaremos a casa, para luego quitarle las vendas.- Me acerqué a ella tímidamente, colocando una de mis manos sobre la suya. -No te preocupes, todo irá bien.- Claudia me sonrió de lado y contestó. -Gracias, Brisa.-

Las dos horas se pasaron volando. Un doctor nos informó que tendríamos que esperar otras dos horas más, antes de poder darla de alta. También le dio instrucciones a Claudia de volver a traer a Angie en una semana, para poder quitarle las vendas y comprobar si finalmente había recuperado su vista. Ella asintió y pasó a la sala para poder ver a su hija dormir.

Me quedé dormida en el hombro de Chris, mientras el lugar se iba llenando poco a poco. Lucia nos despertó a mí y a su hermano, informándonos que ya era hora de irnos. No pude ver a Angie, porque me dirigí hacia i carro, con Chris acompañándome para que no me fuera sola. Un gesto muy gentil de su parte. Conduje en silencio hacia la casa de Claudia, un tanto nerviosa y un tanto feliz. La cirugía había sido un éxito, pero todavía teníamos que ver los resultados. Llegamos y yo bajé a toda prisa, corriendo para encontrarme con Claudia y Lucia. Chris ayudó a bajar a Angie y mientras hacían todo el traslado al cuarto de arriba, yo me quedé volando en las nubes. Angie tenía parches sobre sus dos ojos, y su cara se veía más pálida de lo normal. No sé porqué verla así me daba un remordimiento; tal vez porque los parches eran un recordatorio de su discapacidad, discapacidad que solía olvidar cunado estaba a solas con ella. No podía esperar a que se recuperara. Moría literalmente por que sus ojos y los míos pudieran enlazar finalmente. Quería observar su nueva mirada y enamorarme de nuevo. Aunque por alguna extraña razón, algo en mi corazón me decía que no sería así.

Corazón ciego | Brangie G¡P (Adaptación) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora