Las cosas pasan por algo, siempre lo he creído. Y es que desde que la conocí, a Nina, mi vida ha empezado a tornarse distinta. He cambiado en tan poco tiempo, y siento que es por ella. Desearía ser correspondido. Mucho. Pero sé que eso será un camino difícil, ella quiere a otra persona. Y quizás la quiera siempre, pues como dicen, el primer amor nunca se olvida.
Me gustaría ser yo quien lo olvide.
—Isaac, ¿estás en la tierra? —Sentí que preguntaba Francisco y me saqué los audífonos. Íbamos en el bus de vuelta a Santiago.
—Ah, sí… —Respondí vagamente. Y es que ya ni siquiera puedo hablar con mi amigo, estoy demasiado ido, como si fuera un trance.
—Amigo, estás mal —Dijo ahora preocupado mirándome fijo—. ¿No quieres contarme?
Negué con la cabeza y volví a ponerme los audífonos. Por ahora, no quería hablar de nada, sólo pensar en ella…
**
Llegamos bien a Santiago. Luego de persuadir a Francisco para que no me preguntara qué me sucede, me vine inmediatamente a mi casa y decidí estudiar un poco. Esto de verdad no me gusta, no soy yo.
Sentí mi celular vibrar. Lo miré extrañado, era un WhatsApp de un número desconocido.
Lo abrí y decía:
“Aguirre ;)”.
Vi la foto y me percaté de que era Nina, salía tan hermosa. Su cabello era castaño en la foto, y sus ojos resaltaban mucho, parecían casi fosforescentes. El ambiente era algo parecido a un bosque. Decidí guardarla.
Le respondí:
“Lacoste :3”.
No respondió luego de eso, supongo que estaría ocupada o haciendo algo más. Quedaba poco para que las vacaciones de invierno terminaran, por lo que decidí adelantar las tareas que los profesores dejaron para que hagamos durante este tiempo, para distraerme siquiera un poco.
Yo de verdad que trataba de estar normal, de concentrarme en algunas cosas. Pero no podía. Luego de la conversación con Gerardo ya no era el mismo, no sabía por qué. Era como si hubiera descubierto algo en mi interior, como si fuera una magia escondida que no sabía que podía invocar.
Es que era toda ella.
Luego de eso la había visto, y había conversado conmigo, mirándome y electrizándome con sus ojos de mar…
Realmente, estoy mal.
Debía hacer algo con eso. Ya no podía seguir así…
Mi celular vibró. ¿Sería ella?
Revisé rápidamente y decepcionado me encontré con un mensaje de Noemí.
“Isaac, ¿estás? :)”
No quise responderle, no tenía ganas. De seguro era para una estúpida fiesta, junta de amigos, o para ir a fumar pitos… Ya conocía a Noemí.
Luego de un rato volvió a hablarme: “Sé que estás ahí, me dejaste ‘visto’ :/”.
Para que deje de joderme, le respondí: “Sí, Noemí, estoy, pero ocupado. Hablamos luego”.
Respondió inmediatamente: “Hay una fiesta en la casa de Gerardo, estará Nina…”
Mi corazón casi saltó. Ahí cambiaba todo…
Le envié un audio… —¿Hoy? Si es hoy, puedo ir…
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Nina
Teen FictionNina Lacoste era la chica que deslumbraba a cualquiera que la conociera. ¿Y cómo no iba a hacerlo? Era simplemente preciosa. Su cabello era rubio como el heno, sus ojos azules como el cielo de verano, su piel blanca como la porcelana. Desde que la c...