𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑜 "𝐶𝑙𝑖𝑐𝑘"

5

Un chico pelinaranja se encontraba jugando con un balón y una cesta que parecía estar apunto de romperse por el mal estado en el que se encontraba.

-A que yo le puedo atinar a la primera.- retó el más pequeño.-

-Quiero ver eso.- contestó su mejor amiga. En su mirada había competencia.-

Sprig saltó tan alto que pareció una rana y desde las alturas atinó a la cesta al primer intento, justo como había prometido, sin embargo, su rostro chocó con aquella superficie obscura que lo hacía rebotar. Anne soltó una muy sonora carcajada.

-Oh viejo, debiste ver tu rostro.- volvió a reír.-

A lo lejos Marcy aún se encontraba observándolos, ante la caída del menor soltó una leve y delicada carcajada.

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Minutos después se encontraban formando equipos pues se enfrentarían en un duelo a muerte en "baloncesto aéreo" como había sido llamado por el joven plantar.

Marcy y Ivy formaban un equipo mientras que Sprig y Anne formaban otro, Maddie se limitó a mirarlos, "No es lo mío" se excusó para ir a comer pizza.

El partido comenzó y había mucho en juego, más que un premio era su dignidad la que estaba en peligro pues, la pareja que perdiese tendría que cantar una canción que la otra pareja escogiera.

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Los cuatro amigos terminaron rendidos, decidieron recostarse un rato para retomar el aire perdido por aquel gran esfuerzo.

-Fue increíble.- dijo entre jadeos la cumpleañera.- Son bastante buenos, suerte que ganamos.- presumió.-

-Fue trampa, me distrajiste con ese beso.- hizo un puchero el de cabellos anaranjados.-

-No hay ninguna regla que prohíba eso.- comentó satisfecha.-

Marcy luchaba con sus cabellos pues, no eran lo suficientemente largos como para poder amarrarlos, suspiró frustrada, acción que no fue ignorada por la tailandesa. Sacó de su bolsillo el broche que algún día había regalado.

-¿Puedo?- preguntó sentándose frente a Marcy.-

-Claro...-contestó con duda en su voz, se sentó frente a Anne mirándola a los ojos, algunos cabellos se habían pegado a su hermosa frente a causa del sudor.-

Anne se acercó al rostro de Marcy, aprisionó sus cabellos rebeldes con aquel broche color oliva. Por un momento sus ojos se encontraron nuevamente, un brillo especial apareció en los ojos de ambas muchachas, se acercaron tanto que podían sentir el aliento de la otra contra sus labios, sus corazones de sincronizaron de la única manera en la que dos almas se complementaban.

Habría sido un beso perfecto, habría sido un momento romántico solo para ellas dos, pero no es un cuento de hadas.

Segundos después Marcy se separó con brusquedad, su rostro se tornó rojo por la vergüenza.

La mirada de Anne se combinó con un leve sentimiento de decepción, una sonrisa amable pero con leves toques de decepción apareció en su rostro. Sus mejillas también eran de un color rubí.

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-¡...Y que los cumplas feliz!- cantaron todos al unísono para después aplaudir mientras Ivy apagaba las velas.-

La parejita y Maddie hablaban con alegría mientras Anne debatía en su interior si preguntarlo o no.

-Hey, Marcy.- llamó a la de ojos esmeralda.-