—¡Hinata!—grité sorprendida—¿Qué? ¿Por qué tu barriga creció tanto?
Ella sonrió con pena y el sonrojo resalto su belleza.
—Mi hermano la embarazo—dijo Karin con obviedad.
—Ya lo sé, pero ella...—exhalé—. ¿Cuánto tiempo me tuvo Sasuke encerrada en su casa?
Las dos mujeres de observaron con una sonrisa.
—Algunos días—mencionó Hinata.
—Dos semanas—concluyó Karin.
Mordí mi dedo sintiendo la pena correr por toda mi cara. Me sonrojé porque era consciente de que todos en esta aldea saben que no estuve dos semanas encerrada con su Alfa bailando vals. Obviamente pasaron cosas muy caliente en esa casa.
Sentí pena.
—Todos estábamos en lo mismo—aclaró Karin para sorprenderme—. Época de apareamiento—entonces lo recordé. Por esa razón Sasuke estaba tan intenso.
—Entiendo, pero aun así no logro comprender. La última vez que te vi tu vientre se notaba muy poco, juraría que por lo menos tenías cuatro meses de embarazo.
—Los embarazos con hombres lobos no es como los de los humanos. El ciclo avanza de dos en dos. Es decir, ocho meses trascurren en cuatro—explico Hinata.
—Podrás tener pocas semanas de embarazo, tal vez dos o tres, pero si un médico humano te revisa se dará cuenta que tienes dos meses de embarazo. ¿Entiendes?
—Eso creo. ¿Entonces Hinata, ahora tiene seis meses humanos, pero tres meses lobunos? —asintieron.
Mi cabeza haría corto circuito ante ese hecho tan irreal, pero no espero menos se seres que solo pensé leer en libros. Y aunque la sorpresa no abandonada mi rostro sabía que Hinata estaba feliz por estar esperando un hijo de su amando Naruto. No importaba como fuera o cuanto tiempo durara, ella iba a pagar el precio.
—Espero estar aquí para verlo nacer—dije con tristeza.
Sasuke no había cambiado de opinión, él seguía firme con la idea de sacarme del pueblo por mi seguridad. Ahora mismo seguramente estaba en la montaña más alta buscando la manera de comunicarse con Jiraiya.
Me dejó en compañía de ellas dos, no me desagradan, pero, aunque mi mente se distraiga en temas diferente, siempre sentía ese vacío en mi pecho al no tener a Sasuke a mi lado. Supongo que Hinata se siente de esa manera, pero se e tan tranquila disfrutando de su embarazo.
Verla a ella derribo todo el egoísmo que poco a poco se quería colar por mis entrañas. Necesitaba irme, debía irme de este pueblo y despejar el peligro de los aldeanos. Nadie de este lugar merece resultar herido o algo peor por mi nula empatía hacia ellos. Irme era la mejor de las opciones hasta ahora.
—¿Es tan malo para los machos perder a su compañera?—ambas se sorprendieron por mi pregunta. Recordé las palabras de Sasuke y tenía que saber que tan terrible era.
—Lo es para ambos—Karin respondió—. El que sobrevive pasa su vida rondando por el mundo sin una razón exacta para vivir. Se hunden en la ira, en el odio, o enloquecen. Matan a todo lo que se cruce en su camino, pierde el interés en sí mismo. Simplemente nada tiene sentido vivir, para aquel que pierde a su compañero. Muchos son sacrificados para darles el descanso que no logran encontrar.
—¿Y para los humanos?—Hinata pregunta con curiosidad.
—Supongo que es la misma reacción. No lo sé—aclara Karin—. No sé cómo logrará Sasuke estar lejos de ti. Él se deja dominar por sus emociones muy fácil. Sera un reto muy duro.
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Luna rosa [Sasusaku] [√]
FanfictionEn medio del bosque yace un pueblo solitario y reservado del mundo, después de un ataque solicitan la ayuda de una enfermera que está dispuesta a asistir a ese lugar por tiempo indefinido, sin saber que cambiaría las vidas de los pobladores desde qu...