Capítulo 17

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Madara me trajo por caminos y veredas después de adentrarse al bosque. Si, no tenía ni la más remota idea de donde estaba, no sabía si era el mismo territorio donde Sasuke pudiera encontrarme o simplemente era otro donde posiblemente vería mi muerte. Hasta ahora no me había lastimado, ni siquiera intento besarme de nuevo. Y eso era un avance positivo sin pensar en lo que me espera.

Me bajó de sus hombros dejándome caer al suelo sin tener consideración de mí. amortigüe mi caída con las manos y así no dejar el impacto en mi trasero y espalda. Pensando siempre en mi bebé. Mis manos se lastimaron, me corté la piel con ramas hojas filosas.

Me sujetó del brazo y me obligó a caminar unos pasos más hasta que llegamos a una cueva. En ella ardía una fogata y mucho más en el fondo estaba Indra bañado en sangre, pero aun moviéndose cuando nos notó.

Estaba vivo y sentí alivio por eso.

Volvió a empujarme y caí de rodillas cerca del Indra. Sus ojos se abrieron, aunque quiso moverse más cuando me vio, pero mi mano recayó sobre la de él prácticamente pidiendo que no lo hiciera con mi simple tacto. ¿Qué podría hacer él en ese estado? Lo mejor era no moverse y tratar de sobrevivir. Era obvio que, si Indra estaba aquí, posiblemente el territorio le pertenecía a Sasuke.

Retrocedí con miedo cuando su pie golpeo a Indra y lo alejó de mí. El castaño grito adolorido y de nuevo quedó inmóvil.

Madara se acercó a mi otra vez. Mis manos seguían atadas, tomó mis manos y azotó mi cuerpo contra la pared. El aire abandonó mis pulmones, la pared llena de bultos rocosos golpearon mi espalda robándome el oxígeno. su frente se unió a la mía, sé que buscaba mis labios de nuevo, sé que mi olor de alguna manera lo atraía o era la intensa sed de sangre y el deseo de venganza lo que lo movía a querer seducirme. Sus ojos miraron el nacimiento de mis pechos y pasó saliva con pesades.

—La marca de Sasuke esta débil sobre su piel. Hueles a él es verdad, pero tu aroma natural florece sobre el de él—¿eso era posible?

Se alejó rápido y sostuvo un par de cuerdas. Noté que podía escapar mientras él estaba distraído, pero si no logró escapar el castigo seria, pero. Opte por quedarme quieta, pensando en mi embarazo. Regresó, pero solo para atarme, estiró ambos brazos hacia cada lado. Mi cuerpo quedó más expuesto que antes.

Luego de eso fue directo a Indra, lo hizo ponerse de pie.

Me sentí impotente a verlo tan herido, con el cuerpo lleno de sangre, con la cara tan roja que era imposible ver su piel. Cerré los ojos ante el dolor, lo hizo caminar a pesar de que muy apenas se sostenía de pie. A unos pasos de llegar a mi lo empujó contra mi cuerpo. Él se aferró a mí, pero su peso jalo de mis brazos y la sangre comenzó a correr. La cuerda corto mi piel.

Soporté el dolor no dándole la satisfacción a Madara de escucharme gritar desesperada.

Toda las sangre de Indra se pegó a mi cuerpo.

—Muérdela—ordenó Madara a unos pasos de nosotros—. Muerde sobre la marca de Sasuke.

—No lo hagas—susurré.

—No lo haré—respondió seguro.

—Si no lo hace Indra, lo haré yo—aseguró con una sonrisa maliciosa—. No seré nada delicado te lo aseguró. ¡Hazlo!—gritó. Toda la cueva retumbo.

No había escapé para esto, o lo hacía Indra o Madara tomaría su lugar.

Indra emparejo su mejilla contra la mía, el tacto de su sangre fría me estremeció los huesos, el alma.

—Va a marcarte—dijo cansado—. Si lo hace Sasuke se volverá loco.

—Eso es lo que esperó—Madara dijo muy seguro. Era un hombre desquiciado estaba fuera de sí.

Luna rosa [Sasusaku] [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora