Decisiones

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Los rayos del sol estampaban sus párpados, no pudo evitar despertar por estos, quería levantarse, pero un brazo rodeando su cintura lo evitó.

Flash backs de toda la noche vinieron como rayos en su cabeza, cómo se había sentado en las piernas de su compañero pidiendo un beso, y como eso desencadenó caricias extremas y a la perdida de su virginidad.

Se sonrojo y su corazón dio un vuelco al recordar también que se había confesado con lágrimas en los ojos.

No se confundan, amaba que su primera vez fuera el azabache, pero estaban en una misión, fue un poco imprudente. Se levantó de la cama, pero un inesperado dolor en sus caderas hizo que su fuerza en sus piernas desapareciera por completo.

– ¡Auch! – Dijo haciendo un gesto de dolor, con una mano en su cadera, aún en el suelo.

– ¿Que haces ahí? – Sonrió el azabache desde la cama, no pudo dormir más en cuanto escuchó el ruido.

– Oh... – Se sonrojo y evitó la mirada – ¡N-Nada, solo iba por un vaso de agua! – Se excuso rápidamente.

– ¿Hmm? ¿Solo eso? – Pregunto confundido, pero por la escena que estaba viendo, suponía que la pelirrosa quería levantarse pero fue vencida por el dolor.

– B-Bueno...si – Contesto sin más.

– Ya veo – Se levanto con unos pantalones, y dejo a la pelirrosa sola por unos minutos, cuando estaba por pararse por su cuenta, callo de nuevo al escuchar los pasos del azabache regresar.

Utilizando sus dos manos para cubrir sus pechos y la parte de abajo.

– Ven, te ayudo a levantar – Dijo el azabache dejando el vaso de agua en la mesita de noche. La tomo del brazo y cintura para poder levantarla con más facilidad.

– Gracias...– Dijo todavía con sus manos protegiendo su cuerpo desnudo.

– ¿Por qué te cubres? No es como si fuera la primera vez que te veo desnuda – Ladeó la cabeza confundido, haciendo explotar a la pelirrosa en un color rojo.

– ¡Cómo sea! – Se sonrojo – Iré a tomar un baño – Hablo dispuesta a irse, pero la mano del pelinegro la detuvo – ¿Eh?

– Iré contigo, aún necesito limpiar lo de anoche – No pudo evitar sonreír ladinamente, mientras paseaba sus ojos por las curvas de su pelirrosa.

Sakura no pudo evitar sentirse avergonzada, pero acepto sin mucho esfuerzo. Solo esperaba que el azabache no repitiera lo de la otra noche.

Entraron a la bañera los dos juntos, el azabache se sentó detrás de la pelirrosa, dejando que está descansara en su pecho durante el acto.

Tomo un poco de jabón en sus manos, hizo espuma y tallo los rastros de sangre entre las piernas de Sakura, está se asustó la primera vez, pero luego las abrió al sentir el suave tacto de su azabache.

– Voy a entrar, quedó un poco dentro, bien? – Susurro tranquilo el azabache en el oído de Sakura, está entendió que la limpiaría ahí también, por lo que se sonrojo y aparto la mirada mientras asentía.

Sintió la respiración del azabache acelerarse al meter dos de sus dedos en su cavidad, no lo entendía, la estaba limpiando a ella, pero ¿el también estaba nervioso?

Podria jurar que en cualquier momento la voltearia para besarla y hacerlo de nuevo, pero no pasó, después de que el resto saliera de la pelirrosa, tallo su pelo rosado con cuidado y con cariño, luego lo seco y le puso su bata dejando un par de besos en sus hombros.

– Ahora me bañare yo – Dijo el azabache, para que la pelirrosa asintiera y este cerrará la puerta.

– ¿Eh? – Se pregunto la pelirrosa confundida, esperaba que al menos la besara.

Reinicio - SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora