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Algunos meses pasaron desde entonces, en los cuales Inui se la pasó planeando qué hacer con respecto a la pelea de sus dos amigos

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Algunos meses pasaron desde entonces, en los cuales Inui se la pasó planeando qué hacer con respecto a la pelea de sus dos amigos. Por un lado, Ame era demasiado orgullosa para pedir perdón, y por el otro, Koko estaba muy enojado por el hecho de haber convivido con ella a sus espaldas, así que de una forma u otra no habían posibilidades para una disculpa de parte de ninguno de los dos.

Sin embargo, ya había pasado demasiado tiempo pensando; tanto que a Ame le creció el cabello lo suficiente como para empezar a hacerse una trenza y ponerla a un costado por sobre su hombro, y a ella le crecía el cabello relativamente lento. Como sea, pensó haber llegado a una solución arriesgada que más bien podría considerarse un intento desesperado por resolver las cosas.

Y dicha solución era obligarlos a reconciliarse, porque ya se había cansado de ser amable y tenerles paciencia.

— ¿Hacia dónde me quieres llevar? — Koko se quejó mientras era arrastrado por Inui.

— No te voy a decir.

— ¿Por qué no? — sus sospechosas comenzaron.

— Porque... si te digo vas a tratar de escapar.

— ¿Y por qué trataría de... — fue ahí cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo, y notó la razón por la que el camino se le hacía familiar. — Oh, no. No, no, no. — trató de frenar, pero él lo jaló con más fuerza.

— Sí. Sí, sí, sí. — siguió él mientras trataba de llevarlo a la casa de Ame en contra de su voluntad. — Es por tu propio bien, y el de ella; el de ustedes en general.

— No pienso disculparme con ella; ya hablamos sobre ésto.

— Pues no está a discusión; ya llevan demasiado tiempo sin hablarse y se supone que son amigos.

— Me niego rotundamente a entrar a esa casa, mansión o lo que sea. Además, lo más seguro es que ella tampoco quiere verme. — se excusó.

— No lo sabrás a menos que hables con ella. — finalmente llegaron frente a la gran casa donde ella vivía, y a éste punto Koko ya había dejado de tratar de escapar. — Vas a entrar y vas a hablar con ella para que ambos resuelvan sus diferencias.

— Ya, bueno, pero deja de reclamar. — Inui tocó el timbre situado a un lado del gran portón, y seguido a eso se escuchó a una mucama a través del altavoz.

— Por favor diga su nombre y asunto. — habló la mujer.

— Soy Inui, he venido aquí como un millón de veces. Ah, y Koko viene conmigo; vinimos a ver a Ame.

— Lo lamento, pero la señorita dejó en claro que no desea ver, ni hablar, ni escuchar, ni hacer nada que implique relacionarse con Hajime Kokonoi; por tanto a él no puedo dejarle pasar.

— Ni modo. — Koko se encogió de hombros antes de darse media vuelta, ya dispuesto a irse. Sin embargo, Inui lo sujetó de la ropa para evitar que se aleje.

— Vinimos a hablar con ella y vamos a hablar con ella. — se volvió a dirigir al altavoz. — Por favor, sólo déjanos pasar.

— No puedo, mi trabajo es cumplir con los deseos de la señorita Ame y su madre.

— Pero ellos no pueden seguir así; necesitan hablar y arreglar las cosas. Sólo... no le digas que Koko viene conmigo y déjanos entrar para hablar con ella.

— Me temo que tampoco puedo hacer eso.

— ¿Y hay algo que sí puedas hacer?

— Puedo hablar con la señorita y preguntarle si quiere que los deje entrar para hablar con ella.

— Sí, eso nunca va a pasar. — opinó Koko.

— Hazlo, por favor; lo que sea para que ellos dejen de estar enojados el uno con el otro. Estoy comenzando a estar desesperado. — el altavoz pareció apagarse.

— Sabes que ella nunca nos va a dejar pasar, ¿cierto? — insistió Kokonoi.

— Como dije antes, no lo sabrás hasta que lo intentemos.

— Ella es la persona más orgullosa que he conocido en toda mi vida, por lo cual no se va a disculpar conmigo, y yo no pienso disculparme con ella.

— De ser necesario, te voy a obligar a hacerlo.

— ¿Desde cuándo eres tan agresivo? — fue ignorado por completo. — ¡Bien! Lo que sea, hablaré con ella, pero para eso tiene que dejarnos pasar y los dos sabemos que Ame está extremadamente molesta y que no hay forma de que nos deje entrar ni en un millón de añ-

La reja frente a ellos comenzó a abrirse.

— ¿Decías?

— Cállate.

Ambos pasaron la entrada y el portón se cerró detrás de ellos mientras seguían caminando en dirección a la puerta principal, donde la misma mucama que habló con ellos antes estaba esperando.

Había pasado demasiado tiempo desde que Kokonoi entró en ese lugar, y todo estaba prácticamente igual. Tenían un jardín frontal bien cuidado y lleno de distintas flores, además de un largo camino desde la reja hasta la puerta.

Mentiría si dijera que no se sentía nervioso, pero por desgracia ya no podía retroceder porque la reja se cerró como si de una cárcel se tratase.

Una vez llegaron a la puerta, la mujer frente a ellos les habló.

— La señorita Ame dijo que no tiene nada que perder si se tomaron la molestia de venir; sus palabras exactas fueron "Da igual, puedes dejarlos pasar."

— Sí, eso suena como ella. — afirmó Inui. — ¿Dónde está?

— Justo ahora la señorita se encuentra en el segundo estudio de arte de la casa; los voy a guiar hasta allá para que puedan verla.

Kokonoi sintió un nudo en el estómago cuando Seishu asintió, dándole las gracias a la mucama y disculpándose por hacerla tomarse tantas molestias. Ahora en definitiva no podía escapar, pero ¿qué se supone que le diría en cuánto la viera? Ni siquiera pensó en eso; debió salir corriendo en cuanto Inui lo soltó cuando aún estaban afuera.

Caminando por los pasillos de la enorme residencia, su cabeza se llenó de pensamientos sobre lo que podría ocurrir; ella podía llegar a ser bastante intimidante cuando se lo propone. Y resumiendo todas las posibilidades, podían reconciliarse y volver a ser amigos o terminar en una discusión aún mayor.

Finalmente, pararon frente a una habitación en específico; es decir que ella estaba del otro lado de esa puerta.

☂️ Había pasado tiempo desde que actualicé esta historia, pero aquí estoy otra vez

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☂️ Había pasado tiempo desde que actualicé esta historia, pero aquí estoy otra vez.

Bueno, estoy pasando un par de cosas justo ahora y por eso no me he sentido con ánimos para escribir, pero trato de hacer un esfuerzo por no perder el hábito.

Raindrops - Hajime Kokonoi X OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora