Momonosuke se desanimó cuando ese hombre (Monkey D. Dragon), el padre le luffy, dio el público aviso de que estaba emparejado con el amor de su vida.
El dichoso hombre apestaba al aquel dulce aroma de Shanks que, a pesar de los años, no había cambiado, se mezclaba perfectamente con un olor a hierro y albaricoque que debía pertenecer al padre biológico del capitán de los mugiwara.
Por unos momentos pensó que Luffy, quien se había esforzado tanto en salvar a Wano, se alegraría por ambos. Después de todo ese hombre era su padre, el paquete alfa de su manada, y por lo que había escuchado hasta el cansancio, Luffy era el cachorro de Shanks, ambas personas que Luffy debía amar estaban juntas y eso debería causarle felicidad al joven capitán.
Por desgracia esas cosas solo ocurren con gente ordinaria que no tiene la locura de los D. en sus venas.
Luffy parecía completamente confundido con aquella confesión, pero cuando empezó a oler las feromonas de Dragon su rostro tomo lentamente una expresión furiosa que desconcertó a Momo y su gente.
Fue entonces que el joven dio el primero golpe.
La mayoría comenzó a escapar de ambos D. que se habían enfrascado en una lucha que empezó a sacudir la isla. Todos se escondieron en la capital de las flores, donde el temblor era mínimo y el árbol donde estaba el castillo del shogun que se erguía orgulloso en aquel árbol en el que se sostenía y protegía temporalmente a todos de ambos Monkey entre aquellas paredes.
Al mirar por la ventana del castillo la mano de Kin'emon se posó en su hombro y le regalo en apretón fuerte como una muestra de consuelo ante el aroma de tristeza que desprendían las feromonas del joven shogun de Wano, quien suspiro con tristeza mientras su mente se perdía en viejas memorias que involucraban a cierto omega pelirrojo.
Shanks había sido lo que todos llaman amor a primera vista.
Su cabello de color rojo como una rosa, sus ojos grises que siempre reflejaban el basto mar cuando se encontraban juntos en los muelles, su piel levemente pálida como una muñeca de porcelana y sus gentiles mimos que solían dirigirse a él para gran frustración de Marco y Garp en aquel entonces.
Puede que su memoria no recuerde muchas cosas de aquellos tiempos, pero Shanks era una figura clara en sus recuerdos como lo son su madre y su padre.
Por eso fue por lo que cuando se encontraron en Udon y todas las verdades habían salido a la luz, finalmente le pregunto a Luffy sobre ese sombrero tan familiar que en antaño había estado ocultando una cabeza llena de cabellos rojos.
—¿Dónde lo conseguiste? —había preguntado Momo para sorpresa de todos.
—¡Mama me lo dio! —contesto el capitán agarrando con ambas manos el sombrero. —¡fue una promesa que hicimos!
—¿Mama?
—¡Si! viajaste con Shanks, ¿no? En el barco de la abuela Roger.
Nota fuera de la historia: Ace aún se estremece cuando Luffy llama a su progenitor así, después de todo no fue agradable descubrir por tu cuenta que tu abuelo adoptivo en realidad es legalmente tu padrastro.
—¡¿Eres el hijo de Shanks?!
—¡Si!
Momo recuerda como un pedazo de su corazón se rompió ante la afirmación, pero cuando el resto de la tripulación le explico que en realidad el dichoso emperador (y eso había sido increíble de escuchar, Shanks se había vuelto un capitán muy fuerte) había adoptado a Luffy cuando era niño su esperanza volvió.
Al menos hasta que pidió una foto del cartel de ser busca de Shanks y se dio cuenta de su estado actual.
Shanks era actualmente un hermoso adulto omega y el apenas era un alfa bebe, ¡¡¿Cómo podría llamar la atención de un espécimen tan perfecto si él era un mocoso aun?!!
La vida era tan injusta.
Y ahora se dio cuenta que estaría a años luz de tan siquiera poder soñar con tenerlo.
—¿Cuánto crees que tarden en detenerse? —pregunto a los mugiwaras que habían entrado a la habitación para observar la pelea desde la ventana.
—Quien sabe...—responde Robin cargando a un tembloroso Chopper. —Los D. son extraños incluso en los de su propia casta, de alguna forma terminan en contra de lo que es la vida y pueden salirse con la suya fácilmente si el destino les favorece. La ultima vez que dos D. pelearon se formó una guerra.
Momo observo como los mugiwaras temblaban, como si hubieran recordado algo desagradable, pero antes de que pudiese preguntar una presión aplastante de haki inundo al país entero deteniendo la pelea.
Rápidamente todos fueron hasta las orillas del país donde se observo tres diversas siluetas.
Una de esas siluetas era Luffy quien estaba pegado a una figura alta de cabellos rojos y con una capa negra, esa misma silueta se encontraba regañando a padre del capitán de los mugiwaras.
—¡¿Por qué diablos?! ¡Es tu hijo!
—El empezó.
—¡¡No es cierto, mama!! ¡¡El empezó!!
—¡¡No me importa quien empezó!! ¡¡¿Por qué demonios estaban peleando?!!
Luffy giro su vista con un enorme puchero mientras que su padre biológico se dedicaba a mirar los árboles en la lejanía. El capitán de los mugiwaras intento explicarse, pero la mirada dura de su paquete omega detenía cualquier discurso que iba a decir por lo que el joven capitán solo rodeo al pelirrojo entre sus gomosos brazos y le dio miradas feas al hombre frente a él.
Momo acelero el paso un poco asustado por este nuevo inquilino que había atracado en Wano. Al menos hasta que se acerco, fue entonces que un extraño y familiar olor golpeo sus sensibles fosas nasales.
Era el olor de un omega. En él reconoció el petricor y las fresas que Momo sabia que solo pertenecía a una persona.
—¡Shanks!
La silueta se volteo cortando la respiración de Momo que se quedo prendado de la belleza del omega, fue ahí donde se dio cuenta que una simple foto de un cartel de se busca no le hacia ninguna justicia a la hermosura que estaba viendo frente a frente.
Shanks se quedo confundido al inicio, casi como si realmente no le reconociera, pero cuando lo miro mejor sonrió y se acerco al chico aun con Luffy en sus brazos.
—¡¡Momo!! —dijo encantado el pelirrojo estrechando en sus brazos al alfa de 28. —Cuanto tiempo sin verte.
El joven alfa suspiro encantado mientras les daba unas miradas triunfales a sus rivales, pero el regocijo no le duro mucho pues al abrazar a Shanks sintió una pequeña curva que sobresalía del vientre del omega.
Al bajar la vista observo aquella curva del vientre cubierta por una camisa blanca, lo toco suavemente con sus dedos antes de presionar levemente el lugar. Olfateo un poco el aire a su alrededor y entre el petricor y las fresas había un pequeño olor lechoso que estaba haciendo cabecear a Luffy.
No sabe porque, pero se sintió desgarrado por eso.
—Cuanto tiempo, Shanks. —dijo Momo forzando una sonrisa mientras Marco le daba palmadas de consuelo.
Realmente deseaba llorar.
Bien, se que es corto, pero si no publicaba esto jamas saldría de Momo.
Quería dejar en claro que Shanks fue su amor de la infancia, pero no me salio como quería y se que me terminare estancando aquí mas de lo necesario así que la cosa va a tener que ser así, tal vez algún día lo remodele, pero actualmente, este es momo para ustedes.
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El cachorro del joven emperador.
Fanfic(Inicio de escritura 5 de marzo 2022) Los hijos de los yonko siempre han sido un problema. Ya sea que fueran adoptivos o de sangre los mocosos causaban terribles dolores de cabeza en el gobierno mundial. Desde Katakuri hasta Marco el fenix incluso e...