El cachorro del joven emperador.

Extra 2: celos mortales.

Garp sabia perfectamente que Roger era el modelo a seguir de Shanks así como este era el de Luffy.

Fue exactamente por ello que no le sorprendió del todo que los tres tuvieran las mismas actitudes que a la mayoría le resulta jodidamente molestas. El mismo tick nervioso con ese mismo sombrero de paja, las manos sudorosas al mentir, el egoísmo de imponerse sobre todos para que las cosas se hagan como ellos quieren, las monstruosas fiestas salidas de control donde la mayor parte del dinero se pierde, un vicecapitán molesto y una tripulación tan excéntrica como ellos que darían la vuelta al mundo mil veces solo por complacerlos.

Si, en realidad a Garp no le sorprendió mucho eso.

Así como tampoco le sorprende ese monstruo verde llamado celos que se apodera de los tres.

Lo entendía bastante de Roger debido a que de cachorro perdió a su manada y permaneció solo durante mucho tiempo hasta que él llego, desde entonces habían sido bastante apegados y fue una batalla titánica dejar que alguien se le acercara durante mucho tiempo. Dadan y Woop Slap solo se salvaron porque pertenecían a su manada y fue por ello por lo que Roger los dejo acercarse, pero el resto no había tenido tanta suerte.

Shanks, su cachorro había experimentado algo parecido cuando Roger había decidido que la tripulación se separara y justo un año después de ello Rouge decidió finalmente cobrar la deuda de vida que Roger tenia con ella. Una deuda de vida que resulto en la concepción de Ace y unos meses más tarde la muerte de ambos padres biológicos.

Con su nieto había sido distinto debido a que si bien lo había dejado bajo el cuidado y amor de Foosha Village este no había dejado de sentirse solo hasta que Shanks llego a su vida. 

De cierta manera entendía perfectamente de donde venían los celos (y mas si el tambien lo era con Roger y Shanks) por lo que no le fue una sorpresa muy grande la batalla entre las kujas y los piratas pelirrojos. 

Si bien la situación había estado tranquila entre ambas tripulaciones que jamas se tocaban las cosas habían escalado a una desgracia cuando Boa Hancock decidió interesarse en el bebe de la familia Monkey. 

Al principio se pensó que era una simple broma hasta que a la mujer se le ocurrió la brillante idea de hacerle saber sus intenciones a Shanks. 

La enorme cicatriz en el pecho con la que se vio a Hancock en el periódico había dicho todo lo que necesitaba saber. 

—Es mi bebe, ella no tiene ningún derecho a robármelo. —respondió el emperador de cabellos rojos mirando fijamente a su padre adoptivo.

Garp solo suspiro mirando como la sangre escurría de Gryphon, seguramente pertenecía a alguna de las kujas o tal vez a la misma "emperatriz" pirata. 

—Eres aun peor que Roger, —comento el vicealmirante sacando un pañuelo para limpiar la sangre de la mejilla de su cachorro. —gracias a Davy Jones que Luffy no se dedica a matar como tu o tendríamos un océano sangriento.

—¿Como en los tiempos de mama? —pregunto el omega pelirrojo recostando su mejilla en la mano de su padre que repentinamente se puso nervioso.

—Algo así.

El pelirrojo se mantuvo callado mientras su padre se dedicaba a limpiarlo. 

Garp detestaba hablar de esa otra aterradora parte tan sangrienta de Roger, pero no podía evitar acordarse cada vez que su cachorro regresaba de una pelea y terminaba manchado con sangre. 

(y es que el alfa jamas olvidara cuando se llevaron a Buggy y a Shanks, como su omega se volvio loco y arraso con la mitad de Sabaody cuando descubrió que los estaban vendiendo en esa asquerosa casa de subastas. Como regreso con ambos cachorros, los tres bañados en sangre de dragones celestiales y nobles)

—Y estas listo. 

El pelirrojo sonrió de oreja a oreja mirándose en el espejo con su padre observándolo, su espada Gryphon abandonada en un lugar lejano que lentamente se llenaba de sangre mientras alfa y cachorro se acomodaban en el nido de este ultimo para tomar una pequeña siesta. 

Fue así como Bogard los encontró. 

Ambos acurrucados en aquel pequeño espacio, el alfa roncando tranquilamente mientras el omega lo rodeaba con sus brazos.