Pérdida |toh| |siblingau|

Desolación

La luz resplandece en las tinieblas
y las tinieblas no la dominan
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Luz era la clase de chica que sonreía a la gente que le sonreía, solo porque quería ser amigable.
Era la clase de chica que mira demasiado a la pizarra cuando no entiende lo que el profesor dice.
Era la clase de chica que actúa como una niña pequeña porque sencillamente extrañaba serlo.
Era la clase de chica que prefería ser lastimada con la verdad que con la mentira.
Era la clase de chica deseaba lo mejor para todo el mundo aunque tuviera que sufrir para lograr eso.
Era la clase de chica que era fiel hasta el final cuando aprendió a amar.
Era la clase de chica que se aferraba a los recuerdos aunque le dolieran.
Era la clase de chica que era generosa solo porque disfrutaba serlo.
Era la clase de chica que siempre estaba dispuesta a ayudar.
Era la clase chica que siempre llevaba el mismo peinado al colegio.
Era la clase de chica que no era muy amante el maquillaje.
Era la clase de chica que le gustaba expresar sus sentimientos escribiéndolos.
Era la clase de chica que si le decían algo malo se reía y hacía como si no le importara, aunque en verdad le dolía.
Era la clase de chica que no estaba sola en el mundo, pero no mucha gente la quería.
Ella era la chica de la que me enamore.

Y no me enamore de ella porque estuviera buscando el amor, salir con alguien o que necesitará a alguien que me amara. Me enamore de ella porque vino a mi vida cuando nadie más lo hizo, porque no tenía nada que ofrecerle excepto a mi misma, y pese a todo, eligió quedarse. Porque ella me inspiró para seguir adelante cuando nada me hacía querer continuar, puesto que el miedo no la detenía de hacer lo que quería y me animo para que tampoco me frenara a mi. Por eso me enamore de ella, porque no quería otra cosa que no fuera yo y por eso me enamore de cada cualidad de ella. Por quién era ella.

No se cuanto valor tengo en el universo, pero sabía que te hacía un poco más feliz de lo que eras sin mi y mientras supiera eso sería la persona más rica del mundo. Puesto que el amor es complicado, horrible, egoísta, atrevido, y nos lleva a hacer locuras pero, no hay un sentimiento mas gratificante que el de estar enamorada, un sentimiento que te hace volar.

Por eso cuando me dijeron que habías fallecido mi mundo se vino abajo y mi alma se partió en dos.

Nadie había notado tu tristeza.
Nadie había notado tu dolor.
Nadie había notado tu deseo de desaparecer.
Nadie había notado tus ganas de dormir.
Ni siquiera yo había notado lo mal que te encontrabas.
Y el resto sólo había notado tu errores.

Debí hacer algo cuando te vi con tus cuadernos rotos.
Debí hacer algo cuando te vi mojada a pesar de no haber llovido.
Debí hacer algo cuando apareciste con rasguños.
Debí hacer algo cuando empezaste a cubrirte los brazos y piernas.
Debí hacer algo cuando comenzaste a faltar más a clases.
Debí hacer algo cuando vi como Boscha te amenazo en los pasillos.
Debí hacer algo cuando, cuando...
Porque no hice nada.
Tantas veces te pregunte y tú solo me sonreías de esa manera en la que me derretías el corazón y me decías que todo estaba bien y que no debía de preocuparme.
Porque no me dijiste nada, habría movido cielo y tierra para ayudarte.

Y aunque ya no estás conmigo te seguiré amando y agradeciendo por hacerme ver más allá. Prometiste que algún día iríamos juntas a ver mundo y seguirías llenando mi vida de ilusión, de amor y de magia, pero nunca lo harás.
Aquellos momentos no volverán.
Pero pese a todo gracias. Porque dentro de algunos años en mis sueños más inquietos, seguiré viéndote junto a todas nuestras imposibles aventuras y nuestras más alocadas fantasías.

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El amor no tiene ley ni límites
se atreve a todo y aplasta con lo que se le oponga