-¿A una fiesta?
-¡Sí! Nos han invitado unos estudiantes de cursos superiores. ¡Será genial!
-No sé... No me apetece mucho...
-¡Venga ya! Hemos acabado los exámenes, estamos de vacaciones. ¡Salgamos a pasarlo bien!
Dudas.
-Tenía pensado regresar a casa estos días.
-Pues nos vamos de fiesta y luego vas a casa. ¡Por fa! No quiero ir sola...
Empieza a hacerte pucheros y finalmente aceptas. Cuelgas y miras tu armario. ¿Una fiesta? ¿Y ahora yo qué me pongo...? Murmuras observando tu ropa cuando un fugaz pensamiento cruza tu mente.
¿El Príncipe Oscuro estará?
****
No. No hay rastro alguno del Príncipe Oscuro lo que es normal. Los estudiantes que os han invitado son de vuestro edificio, estudian lo mismo que tú y tu amiga. Dabi está estudiando otra carrera. Por tanto... ¿Qué sentido tendría que estuviese allí?Exacto.
Ninguno.
Bajas la mirada algo decepcionada. Has elegido un bonito vestido corto por encima de las rodillas con un poco de vuelo, manga corta y de un tono azulado. Te has maquillado muy poco pero tus labios son más jugosos que las fresas con nata.
Tu amiga intenta animarte y finalmente lo consigues. Tus compañeros de clase y los senpais son muy agradables. Parece que a las chicas ya les vas cayendo algo mejor pero a ti realmente no te importa demasiado. Mientras el malentendido y los absurdos rumores sobre ti acerca de haber derribado al Príncipe Oscuro empiezan a remitir y aunque te recuerdan por eso ya apenas le echan cuentas y todos hablan contigo como una más.
Empiezas a divertirte. A reír. A olvidarte de esa necesidad que tienes cada día de verle, de oír su voz, de perderte en su inmensa mirada azul. Empiezas a parecer tú misma rodeada de gente de tu edad que ríen de cosas absurdas o comentan algún que otro programa o serie que están viendo. Que tu amiga esté allí te ayuda mucho pues es ella la que te empuja a hablar con unos y con otros. Ves venir de lejos sus intenciones. Quiere que busques a alguien que te atraiga, que le atraigas... Vamos, quizás no sales con novio de la fiesta pero tal vez echar una canita al aire no estaría mal. O eso es lo que quiere tu querida amiga.
Las horas van pasando y la fiesta está en todo su climax. Las jarras de cerveza siguen circulando. Tu amiga ya ha sobrepasado tu límite y estás más pendiente de ella que de ese chico con el que llevas un buen rato conversando y te parece muy interesante. Es inteligente, divertido, no tan guapo como el Príncipe Oscuro (lo que es imposible) pero te cae bien. Es un año mayor pero se le dan bastante bien las asignaturas que a ti empiezan a atravesarte y se ha presentado voluntario para ayudarte y estudiar juntos para los próximos parciales. Estás encantada con la idea y vais a intercambiar números cuando tu amiga te pide desesperada que la acompañes al baño.
Has pasado de una agradable velada a masajearle la espalda a tu amiga mientras vomita y tapándote la nariz para no unirte a ella con el horrible olor a alcohol.
-Creo que me voy a morir...
-Siempre dices lo mismo cuando bebes.
-(Tu nombre) sálvame...
Ríes y la ayudas a lavarse la cara, limpiarle los restos del rímel que han caído por sus mejillas junto con sus lágrimas, se enjuaga la boca con agua y salís del baño siendo empujadas por dos enormes tíos igual o más borrachos que ella.
-Mirad por donde vais.- protestas – (Nombre de tu amiga) ¿Estás bien?
Intentáis salir del pasillo pero uno de ellos os obstruye la salida.
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El Príncipe Oscuro
Fanfiction"Lo único que deseas es tranquilidad y algo de emoción en tus años universitarios, tal vez incluso podrías conocer a tu principe azul y enamorarte pero... ¿Y si en vez de conocer al principito dulce es el Príncipe Oscuro quien te encuentra primero d...