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A Gun-il le encantaba mostrarte sus habilidades cada vez que tenía la oportunidad. A ti te encantaba y a él también. Sin embargo, lo que no amaba era ver a alguien más tratando de impresionar a la persona que le importaba. Mientras observabas a Jungsu con admiración, los celos de Gun-il comenzaron a crecer lentamente.
No pudo evitar notar cómo tus ojos brillaban mientras mirabas a Jungsu, y eso lo inquietó. Decidió que era el momento de intervenir antes de que esos celos se convirtieran en algo más.
— Jungsu, ¿podrías ir a buscar algo para comer? — Dijo Gun-il, poniéndose frente a Jungsu y bloqueando tu vista de él. Jungsu se rió y te guiñó un ojo antes de responder.
— Ahora vengo — Dijo con una sonrisa, saliendo de la sala.
Frunciste el ceño, confundida por la repentina solicitud de Gun-il.
— Ya hay comida en la mesa ¿Por qué le dijiste que fuera a buscar más? — Preguntaste, mirándolo con curiosidad.
Gun-il hizo un puchero y cruzó sus brazos sobre el pecho, como un niño travieso atrapado en el acto.
