El arbol de la inseguridad.

Capitulo 12:200 dolarés

Hilary Myers.

Esta generación esta tan atrapada y perdida en la idea de la "perfección" que nos estamos convenciendo que dicha "perfección" nos salvara de todos nuestros problemas cuando no es así....No ser perfecto está bien, porque si todos lo fuéramos ¿Este mundo tendría sentido? La respuesta es un rotundo No.

—Hilary Myers —me llama la secretaria de la doctora Mcfly—Sigue por favor.

Me levanto de la silla un poco más entusiasmada de lo que debería
Hoy se cumplen 3 meses desde que salí de mi cueva. Si, si, si lose ¿Que loca lleva la cuenta de eso? Pues yo. En ese lapso de tiempo han pasado demasiadas cosas, la más relevante es mi trabajo en la mansión Williams que ha desencadenado muchos eventos posteriores a ese, por ejemplo: salir de mis 4 paredes, conseguí una amiga, abrirme con Brendan, pelear con Kane y pelear con Kane...pero lo que mas me alegro fue poder tener una conversación continua con varios chicos de la universidad de Stella, estaba tan nerviosa que me sudaban las manos pero después me deje fluir y la verdad siento que he avanzado, no mucho pero algo es algo.

Ahh y Stella tiene la dichosa idea de escribir un libro de romance juvenil o algo así, su idea es que dos chicos se odien a muerte y a medida que avance el libro se van conociendo y terminan juntos.

El dicho dice "del amor al odio hay un paso" pero ¿Cuantos pasos se necesitan para pasar del odio al amor?

Abro la puerta de la oficina de la doctora Mcfly, y como ya es costumbre tomo asiento en la silla frente a ella.

—Buenos días Hilary.

—Buenos días.

—¿Cómo has estado?—la misma pregunta de siempre.

—Si le soy franca, esta mierda ha sido un proceso.

Ya tengo la confianza suficiente con ella para hablar abiertamente.

—¿Por qué lo dices?

—La primera vez que estuve aquí usted me pregunto si mi ánimo era como una montaña rusa.

—Sí, y me respondiste que estaba en el punto más bajo y que no se había movido de hay en mucho tiempo.

—Y no lo hacía, pero ahora mis emociones suben y bajan de una manera frustrante que ni yo misma entiendo, no sé cómo me siento o como debo sentirme...

—Hilary.

—...es confuso, a veces me arrepiento...

—¡Hilary!

—...de haber salido de mi lugar seguro, del lugar en donde me sentía cómoda a pesar de todo...

—¡¡Hilary!!—Grita llamando mi atención haciéndome sobresaltar—Cálmate, respira.

Estaba hablando tan rápido que se me olvido respirar. Es que en verdad esto ha sido una completa mierda, así como he tenido punto altos, también los he tenido bajos. Inhalo y exhalo un par de veces hasta calmarme

—¿Mejor?—asiento—Lo que sientes es normal, has estado encapsulada en tu propio mundo por más de tres años, me sorprendería que te sintiera de otra forma. Este mundo va tan rápido y es tan confuso que hasta yo me siento de esa manera. No te preocupes, todo es parte del proceso.

—Ok—suelto un suspiro.

—¿Cómo te has sentido allá afuera?

—Al principio todo me aterraba, siempre que iba a hacer algo lo sobre pensaba y esa vocecita en mi cabeza nunca se va...

—¿Que te dice?

—Que soy una inútil, que soy patética... Que lo único que hago es hacer estorbo y atraer problemas—mi pecho se oprime por el sentimiento tan horrible—pero he podido salir adelante y sobreponerme a esos pensamientos.