Capitulo 29:Déjala llegar.

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Hilary Myers.

Es inevitable que no te den miedo los cambios, los nuevos comienzos o reinventarse en algunas áreas de tu vida aunque esto significa que has superado las barreras mentales que no te dejaban cumplir tus metas.

-¡Vamos Hilary!-me alienta mi padre desde el asiento del conductor.

-¡Tú puedes cariño!-le sigue mi madre.

-Baja de una maldita vez Hilary-me ruega mi hermana.

-¿Saben que no tenían que venir conmigo? -cuestiono mirando por la ventana todos los jóvenes que entran en la facultad de artes.

Hace mucho tiempo no estaba en un ambiente de este tipo y para qué negarlo, me estoy cagando del susto con solo pensar que toda esa gente me va a juzgar en el mismo instante que ponga un pie fuera de este auto.

Muerdo la uña de mi dedo pulgar considerando volver y encerrarme en mi habitación para nunca salir pero no, he llegado hasta aquí con mucho esfuerzo y si salgo corriendo todo se habrá ido a la basura.

-Confiamos en ti-mi madre se asoma dándome una sonrisa dulce.

Respiro un par de veces aun mirando hacia afuera como los chicos ríen, bromean y hay algunos que están pintando la fachada. Aparentemente todo es tranquilo y armonioso.

-Vale. Voy a intentarlo-agarro mi maleta de las manos de Harriet-Gracias por acompañarme.

-Si necesitas algo no dudes en llamarnos-me recuerda mi madre-Recuerda tus ejercicios de respiración e intenta socializar. Kane estará aquí para recogerte.

-Si Mamá-ruedo los ojos-Creo que es hora de irme. Los quiero.

-Si alguien te dice algo le das un puñetazo en la cara-sugiere Harriet con diversión.

-La violencia ni es la solución-la regaña Jake mirándonos a través del espejo.

-Pero si la respuesta-le guiño un ojo a mi hermana y ella ríe-Cuando tenga un rato libre les escribo.

Beso la mejilla de mis padres antes de bajar del auto, me detengo un momento y me giro hacia mi hermana.

-¿Me veo bien? -le pregunto.

No sé si mi elección de ropa es la ideal para no llamar tanto la atención. Llevo puestos unos vaqueros ajustados de color negro con rasgaduras en las rodillas, un top básico blanco, un cárdigan de color gris claro y unas zapatillas blancas.

-Siempre te ves bien hija de satán-me envía un beso volador-Te quiero.

-Yo igual.

Me despido con la mano y cierro la puerta del auto. Vamos Hilary tu puedes. Me doy la vuelta caminando lentamente hacia el enorme edificio mirando hacia el frente totalmente rígida. Paso por la zona verde sintiendo unas pocas miradas sobre mí e intento no darle importancia.

Me planto frente el mural que está siendo pintado por algunos estudiantes. Es un atardecer con diversos tonos de naranja, rojo y amarillo que le transmite tranquilidad y calma al espectador.

Esto es lo que amo del arte, transmite tantas emociones y sensaciones a través de un dibujo o pintura, es fascinante.

-¿Te gusta? -pregunta una voz junto a mí.

Me tenso instantáneamente pero me giro hacia esa persona encontrándome con un rostro conocido que me sonríe abiertamente.

-Me hace sentir calma-le explico.

-Creo que hicimos un buen trabajo-me da un empujón-Los estudiantes pueden venir a sentarse en el césped después de un día largo de estudios y sentirse un poco mejor y decir "Mierda, esto es bellisimo"

El arbol de la inseguridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora