Capitulo 21:Si no arriesgas, no ganas.

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Hilary Myers.

¿Qué es ser amigos?

Ser amigos es interpretar miradas, entender silencios, perdonar errores, guardar secretos, prevenir caídas y secar lágrimas. Pero muy pocas personas saben esto.

Gracias al cielo soy de esa minoría que sabe lo que es tener un amigo incondicional, sé que es tener un apoyo en tus días difíciles, sé que es tener un confidente de travesuras, sé que es tener un soporte a la hora de llorar... Se lo que se siente ser tan importante para alguien que no importa lo que esté haciendo, si lo llamas viene a asegurarse que estas bien.

Mi cabeza palpita de una manera exorbitante, me duele el cuerpo y tengo demasiada sed. Abro los ojos lentamente y me arrepiento de hacerlo, la luz hace que mi dolor se intensifique. Todo me da vueltas y me aferro a las sabanas por la sensación tan horrorosa. Intento levantarme pero un brazo me rodea de la cintura.

Suavemente me deshago del agarre y levanto la vista para encontrarme con Charles y junto a él esta Stella. Me levanto y veo el panorama, Harriet y Brendan están acostados en el suelo en un colchón, Adam está profundamente dormido en mi amplio sofá, Dix y Cameron están en otro colchón y Carter y Jordán en otro.

Camino silenciosamente hasta mi baño y el estar allí me miro en el espejo. Tango una cara de muerta que me asusta, mi maquillaje esta todo corrido y...¿Por qué mierda tengo la camisa de Adam?

Recapitulemos:

Al llegar a mi casa tenía un ánimo de perros, me sentía fatal después de ver esa escena. Pedimos la pizza y Charles invito a Carter y Jordán. Mientras llegaba curé las heridas de Adam, recuerdo que abrí el bar de mi madre y sin arrepentimientos empecé a beber. Adam y los chicos salieron a su auto por ropa más cómoda al auto. Llego la pizza y detrás de ella llego mi madre súper y mega ebria. No sé con exactitud qué fue lo que paso pero de un momento a otro terminamos embriagados y bailando encima de la mesa junto a mi madre. Mi padre intentaba bajarla pero estaba igual de ebrio a nosotros. Harriet subió fotos a instagram, lloramos, reímos y no sé qué paso después.

Fue una locura.

Lavo mi cara de muerta y cepillo mis dientes en un intento desesperado de que el mal sabor de boca se valla. Mi madre decía que al no beber me perdía de mucho, y si, la pase súper bien y me olvide de todo pero lo que no menciono la pelirroja fue la maldita resaca que se padece a la mañana siguiente. Llevo una mano a mi cabeza queriendo que este dolor se detenga.

Me tambaleo un poco y salgo del baño.

—Se te ve bien mi camisa—murmura Adam.

Levanto la vista. Esta sentado sobre el sofá sin camisa, lleva una mano a su frente y cierra los ojos por la luz, por lo menos no soy la única con resaca.

—¿Quieres un café?—rompo el silencio.

—Por favor—se levanta del sofá y se estira.

¡Por Dios! En su brazo derecho tiene un tatuaje de una serpiente enrollada, sus venas se marcan en sus antebrazos, sus abdominales son sorprendentes. Es una vista digna de admirar.

—Vamos—me apresuro a decir antes de que lo mire de mas.

Salgo de la habitación con él a mi lado, bajamos las escaleras y escuchamos a Hermione cantando ¿Cómo puede tener tanta energía si estaba más ebria que yo?

—Buenos días—saludamos los dos al unísono.

—¡Por fin alguien despierta!—exclama por lo alto.

—Shh, Mamá. Habla más bajito que nos duele la cabeza—sobo mis sienes.

—¿Cómo vas con tu primera de muchas resaca?—me pregunta divertida, sabe que estoy como una mierda pero no le importa.

El arbol de la inseguridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora