20. Comprender

406 24 0
                                    


Despertar aquella fría mañana sola en mi cama, había sido un contraste demasiado drástico con el increíble amanecer que había tenido la noche anterior.

Un gruñido de frustración escapó de mis labios al sentir fría la otra mitad de la cama, su mitad de la cama.

Suspiré al aire antes de abrir los ojos por primera vez y perder la mirada en el blanco techo de mi habitación.

No había dormido nada bien aquella noche. Había pasado horas dándole vueltas a todo en mi cabeza. Había sido como la brusca bajada tras el anestesiante subidón.

La conversación que había tenido la mañana anterior con mis dos mejores amigos, me había dejado algo abrumada.

"Que sea el amor de tu vida no debe conllevar que dejes todo por ella siempre"

Laura había decidido darme una charla totalmente sincera que, a pesar de destrozarme emocionalmente tras las maravillosas horas que había pasado junto a Ana, necesitaba

No me había dicho nada descabellado, ninguna mentira, ninguna opinión... Solo había puesto en palabras la situación desde un punto de vista ajeno a los intensos sentimientos que me obnubilaban a mí.

"Es que ya la echo de menos... siento que no puedo pasar más de media hora sin ella"

Así había acompañado la más sincera confesión. Ricky me había dedicado una mirada enternecida, mientras que la de Laura era mucho más reticente, casi preocupada

"Mimi, no necesitas a Ana para nada, puedes vivir sin ella perfectamente, has vivido sin ella casi un año... Que la ames, que quieras estar con ella, no significa que no puedas vivir sin ella... Recuerda que justo eso, fue lo que te hundió la última vez"

Y es que no le faltaba razón. Cuando conocí a Laura en Colombia, estaba totalmente perdida, no concebía mi vida sin ella, no sabía quién era, que quería... Solo la quería a ella

En el poco tiempo que había pasado con Ana, se había convertido en el motivo de mi felicidad, en la razón por la que me despertaba cada mañana. Había cargado una responsabilidad emocional a la morena, que me había terminado explotando en la cara, hundiéndome hasta destrozarme, creándome una crisis existencial bastante heavy. Me había vuelto demasiado dependiente a ella sin darme cuenta

Sí, yo... Que no me había enamorado en la vida, que nunca había dependido de nadie, que nada me ataba... Me había atado yo misma a ella y lo que me hacía sentir

"Esta vez, hacedlo bien... Teneos en cuenta a vosotras mismas primero, para que no os perdáis por el camino"

Me insistía Laura tratando de hacerme ver con claridad aquello que tan claro había tenido hasta volverla a ver

"Ya habéis tenido la conversación más dura, ya habéis hablado del pasado... ahora os falta hablar del futuro... Haced las cosas bien, con calma, dejando claro que queréis ambas siempre"

Bufé, las palabras de mi amiga habían quedado grabadas a fuego en mi mente. Pero es que tenía razón.

No podía volver a permitirme el lujo de perderme con ella, no podíamos volver a hacer las cosas mal. Teníamos que hablar las cosas, ver en qué punto estábamos y que camino queríamos tomar.

Ninguna de las dos seguía siendo la misma de antes. Había pasado poco tiempo, pero había sido suficiente para cambiarnos, dejándonos marcadas las huellas de nuestros errores.

-Buenos días- Murmuré sin mucho ánimo al llegar a la cocina. Laura estaba sentada en una de las butacas que rodeaban la isla que dividía la cocina del resto del espacio. Tenía una taza de Té entre sus manos y ojeaba su móvil ensimismada.

El perfume ~una estúpida historia de amor~ {Warmi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora