1. Ella

2.5K 87 12
                                    




El perfume o el aroma de una persona queda grabado en nuestra memoria durante toda nuestra vida. Es uno de los olores que siempre recordarás, independientemente del sitio en el que lo encuentres. Quizá percibes el olor de las galletas de tu madre durante un viaje a Escocia, un lugar en el que jamás habías estado, un lugar que no tiene relación alguna con tu madre... Pero de repente lo notas, lo hueles, la sientes junto a ti. Vuelves al recuerdo junto a ella donde ese olor te impregnó irreversible quedando capturado como una memoria feliz de ella, tu madre.

Los olores te persiguen, te atormentan o te emocionan, pero nunca podrás deshacerte de ellos... Y ese es mi martirio.

Digamos que tengo un olfato hipersensible y un leve aroma puede captar mi total atención... así fue como la conocí, por su olor. ¿Suena estúpido verdad? Quiero pensar que no, que más bien es algo tierno y único, que hace nuestra historia más romántica de lo que ya es en sí... pero en realidad, es simplemente un estúpido comienzo.

Jamás olvidaré aquél estúpido 2 de noviembre. Mis pasos apresurados avanzando torpemente entre la inmensa maraña de gente en la maravillosa calle de Fuencarral. El sonido sordo y distante de los coches, mezclado con las voces de los transeúntes y la sonora música de los establecimientos comerciales, a ambos lados de la calle empedrada peatonal.

Jamás olvidaré aquél perfume dulce pero fuerte a su vez. Aquel aroma que me detuvo en seco entre la oleada de gente. Luego,  una dulce voz resonando por encima de aquel ruido que se había vuelto mudo de repente. El sonido de los acordes de una vieja guitarra, la emoción en aquella voz... No pude evitar detener mis pasos ante aquello, busqué perdida a mí alrededor, ese olor junto a aquella voz me habían desubicado, me sentía en otro lugar... Uno en calma.

Jamás olvidaré como allí, entre la multitud ininterrumpida, encontré sus ojos perdidos en la inmensidad. Ella estaba inmersa en aquella canción que comenzaba a ponerme la piel de gallina. Me transmitía paz, me sentía en calma aun estando rodeada por el tumulto de gente. El ritmo de la guitarra mezclado con su dulce voz hacía que "Por debajo de la mesa" dejase de ser de Luis Miguel, para ser simplemente suya

Jamás olvidaré su repentina sonrisa de satisfacción mientras murmuraba frente al micrófono las últimas palabras de la canción. La gente parada a su alrededor aplaudía emocionada, y no pude evitar contagiarme de aquellos aplausos, al tiempo que me acercaba más a ella analizándola curiosa

Tampoco olvidaré su sorpresa al ver como mis manos dejaban caer una buena cantidad de dinero en el sombrerito que había dejado a sus pies, para aquellos que quisiesen aplaudir su música con un pequeño donativo monetario. La forma en la que susurró aquel "gracias" fue lo que terminó de cautivar mi alma, ya cautivada por su aroma. Aquel que, incluso a una cierta distancia, era apreciable con claridad, pero a pesar de su intensidad, era dulce... era... era ella.

No sé si fue su perfume, su voz, su sonrisa, sus acordes, su forma de cantar o su dulzura lo que me obligó a pasar por aquella calle cada día siguiente esperando encontrarla de nuevo. Buscaba inconscientemente encontrar aquella paz que me transmitía, encontrarla a ella en su totalidad. Solo sé que lo hacía casi como autómata, me era inevitable no buscarla entre la multitud en mi camino de vuelta a casa desde el estudio.

Día tras día la esperanza de encontrarla de nuevo me invadía, pero nunca estaba, más de una semana sin verla en aquel que ya era su lugar. Día tras día la ilusión desvanecida siendo remplazada por la esperanza de que estuviese allí al día siguiente. Estaba ya a punto de abandonar mis esperanzas, sintiéndome la mayor de las idiotas cuando, innumerables días después, su voz volvió a captar toda mi atención.

Allí estaba de nuevo con su guitarra y su dulce voz haciendo suya "Como hablar" que jamás volvería a pertenecer a Amaral. Sonreí sin ser consciente y quedé estática en el pequeño espacio a su alrededor, junto al resto de transeúntes ensimismados por su voz. El tiempo se desvanecía entre sus labios, fue por eso que sentí extremadamente corta su actuación al cesar los acordes.

El perfume ~una estúpida historia de amor~ {Warmi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora