6. Complicado

982 67 11
                                    

Y allí estaba yo, con ella entre mis brazos, sintiendo su latir desbocado y su respiración agitada contra mi pecho. Estaba totalmente desubicada ante aquella situación, yo había tomado finalmente la decisión de abandonar su recuerdo, de borrar esa idílica imagen suya de mi mente, pero parecía obra del destino.

Sí... parecía que yo, Miriam Doblas, jamás podría olvidarme o alejarme de Ana Guerra.

La gente que pasaba por la calle nos miraba como si de una exposición se tratase, como si estuviéramos exhibiéndonos en un circo, no soportaba aquella incómoda situación, por lo que tomé a Ana del brazo y tiré de ella hasta llevarla junto al ascensor

Un incómodo silencio se formó en aquél ataúd con botones, tan solo dos pisos fue lo que tuvimos que subir, pero el silencio se sintió mayor. Entramos en mi apartamento sin romper aún el silencio, sentía las lágrimas recorrer el rostro de Ana en silencio, pero no me atrevía a decir una sola palabra.

Entre mi miedo y sus lágrimas, la situación se hacía cada vez más difícil de soportar. Fue entonces cuando ella decidió acabar con aquella tensión que cargaba el ambiente dejándome helada

-¿Por qué es todo tan complicado?- preguntó de la nada

-¿Qué es complicado?- pregunté sin lograr entender el porqué de su pregunta

-Todo... esto- susurró señalando la poca distancia que nos separaba. Aún nos manteníamos de pie junto al marco de la puerta de la entrada, apenas nos separaban unos escasos 50 centímetros.

Al ver su mirada perdida, sus ojos cristalinos y su pulso tembloroso supe que a lo que ella había denominado "esto" Lo que no supe fue leer en su mente su siguiente pasó.

-Yo era feliz, era inmensamente feliz joder, hasta que llegaste con tu tímida sonrisa y tu dulce mirada, yo sentía que lo tenía todo- suspiró profundamente antes de continuar –Un novio que me quería con locura, un trabajo, salud... Lo tenía todo joder... y ahora siento que me falta algo... cada día siento que me falta algo... que me faltas tú-

Helada, me quedé helada al escuchar sus palabras. ¿Estaba diciendo lo que creía que me estaba diciendo?

-Toda la vida evitándolo y llegas tú y pones mi mundo del revés... Joder es que aún no sé qué coño es lo que tienes para que me atrapes así- me miró directa a los ojos y juraría que en aquél segundo dejé de respirar –Que no nos conocemos tanto, que no es para tanto... que el amor a primera vista no existe.-

-Sí, sí existe- no sé cómo logré articular palabra en el estado en el que me encontraba, pero mis manos tomaron decididas el camino hasta sus mejillas limpiando el reguero de lágrimas que las inundaban. –Sí existe porque a mí me ha pasado... me ha pasado contigo- murmuré captando su total atención

-Sé que es estúpidamente imposible "enamorarte"- entrecomillé aquella última palabra para aparentar una entereza que no tenía –de alguien a quién solo has visto cantar en medio de la calle... pero puede pasar... vaya que si puede pasar- reí nerviosa viendo como Ana bajaba la mirada

Debíamos ser un cuadro, ella entré lágrimas y yo temblorosa, ambas confesando aquello que callábamos en lo más hondo de nuestro ser.

En un impulso, rompí la distancia que nos separaba y, temerosa, sostuve su mano junto a la mía, y con la otra que me quedaba libre, alcé su rostro obligándola a mirarme, no sabría decir con exactitud el tiempo que pasamos mirándonos, pero no importaba, el tiempo ya solo era una palabra.

Un pequeño gesto fue lo que hice para acercarme a sus labios, pero ella lo esquivó

-No puedo- susurró ¿no podía? ¿Después de todo no podía?

Suspiré abochornada y arrepentida

-No es por ti... es que... no puedo... no aún-

Y sí, tras esas palabras lo siguiente que vi fue a Ana marchar

¿Acababa de irse tras confesarme todo aquello? Efectivamente.

¿Qué coño se suponía que debía hacer yo ahora?

¿Esperarla de nuevo o evitar todo aquello que sentía?

-¡Mimi!- Su voz tras el sonido de la puerta cerrándose de golpe, Sí, Ricky había llegado

Yo Llevaba sentada en mi cama, con una tarrina de helado ya vacía, una manta y ropa "cómoda" con mis gafas y el portátil reproduciendo alguna de las películas de Disney a la cual no había prestado la más mínima atención.

-¿Mimi?- gritó de nuevo buscándome por el pequeño apartamento –Coño Mimi pero contéstame- se quejó al verme sentada sobre mi cama -¿Estás bien?- preguntó confuso al verme

Yo simplemente me encogí de hombros como respuesta

-¿Qué ha pasado?- se sentó a mi lado abrazándome con suavidad

-Ana... ha venido... hemos hablado y me ha dicho que le gustaba o algo así pero luego se ha ido y me ha dejado helada y no he sabido que hacer, me ha esquivado un beso...- las palabras se me atoraban en la garganta formando un incómodo nudo que comenzaba a ahogarme

-Mimi tranquila cariño...- su abrazo dulce y reconfortante me calmó un poco, pero no lo suficiente

-No sé, es que no sé qué hacer- insistí

-Pues por ahora deberías hablar con ella... pero tener una conversación sana y sincera... y esperar... pero teniendo las cosas claras- Ricky tenía razón, la respuesta era lógica.

Busqué mi móvil entre el desastre de mi habitación y le escribí a Ana "necesitamos hablar tranquilas, una conversación sincera... tenemos muchas cosas que aclarar, Ana. Yo no quiero perderte"

Ahora solo quedaba esperar. 


---------------------------

Hola de nuevo, perdón por la demora y por lo corto que es el capítulo, pero prometo que ya llega lo bueno


El perfume ~una estúpida historia de amor~ {Warmi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora