"¿Crees que morir es doloroso?" Le preguntó a Rob.
El médico lo miró, dejó de escribir en la pequeña libreta de cuero. Hacía frío, la nieve estaba cubriéndolo todo de blanco poco a poco. Hacía tanto frío, que a pesar de que el fuego de la chimenea irradiaba calor, el vaho salía de sus bocas cuando respiraban.
"No creo que morir sea doloroso." Confesó. "Creo que lo que te provoca dolor es la causa de la muerte. O saber que te estás muriendo, y que toda tu familia te mire como si ese día fuera el último de tu existencia. Como si fueras a dar el último aliento, o tus ojos fueran a cerrarse en cualquier momento."
El omega estaba recostado en la cama de Rob, el alfa le había pasado la misma manta de lana deshilachada por los años. Era calentita, olía a jazmín y lo suficientemente grande para cubrir a Louis.
Le costaba quedarse muchas horas de pie, Rob solía decirle que debía descansar. Louis no podía evitar sentirse inútil; se quedaba ahí sobre la cama, viendo a su mejor amigo trabajar y hacer la tarea que se suponía que era de los dos.
"¿Le temes a la muerte?" Volvió a preguntarle a su mejor amigo.
"Como todos." Le respondió él, pero para Louis no sonó como si le temiera de verdad. Sabía que aún eran jóvenes y les quedaban demasiadas cosas por hacer, pero Louis no podía evitar replantearse cosas cuando estaba tanto tiempo sin hacer nada.
"Ya." Murmuró Louis, notó que Rob lo estaba mirando fijamente. "No quiero morir."
"¿A qué le temes exactamente?"
"Al olvido. Creo."
Rob lo miró con curiosidad, no dijo nada por unos segundos pero Louis supo que muchos pensamientos estaban surcando la mente de su mejor amigo. Conocía a Rob, era su hermano.
"Al olvido." Repitió Rob. "¿Sabes que muchos hombres temen morir porque perderían sus tierras y sus riquezas?"
"Sí."
"La enfermedad no es una muerte noble." Comenta el alfa, y Louis lo mira desde la cama. "Puedes mirar cualquier pintura, u oír cualquier historia. Todos son hombres que mueren en guerras, peleando y desangrándose. Todos mueren por algo, pero nadie muere por la peste, por un infarto, o por cáncer. Morir por enfermedad no es valiente, es triste."
Louis no supo qué decir, así que se quedó callado. Había visto pinturas, y también había oído historias. Guerras, victorias, derrotas, sangre, todo tenía que ver con la luchar por alguna causa, y haya fracasado o no, era una muerte honorable. Louis se preguntó si eso quería decir que los enfermos no eran más que almas desgraciadas que debían soportar toda la tortura hasta el final, para terminar con una muerte triste y pobre.
"Yo también le temo al olvido." Murmuró Rob cuando el silencio sobrepasó los dos minutos.
"Nunca serías olvidado." Louis no se lo juró, se lo aseguró.
Rob lo había mirado a los ojos, y el contacto visual que hubo entre ellos fue extraño, diferente. Louis se había sentido de una manera que ni cien palabras podrían describirlo.
"Creo que somos los únicos que le tememos al olvido en esta tribu." Admitió Rob, casi con diversión. Pero sus ojos parecían cansados, y una parte de Louis quiso preguntarle por qué se veía tan mal.
"Bien." Le respondió Louis, porque eso estaba bien para él. Rob y él no encajaban allí, y tal vez le había empezado a gustar no encajar allí.
"Todos le temen al final que llegará, y nosotros tememos a que nos olviden."
Louis sonrió un poco, divertido.
"Dicho así, suena ridículo."
"Tal vez lo es." Rob se encogió un poco de hombros. "Tal vez no se trata de cómo mueres, sino de quién eres cuando mueres."
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blåøyde omega ;; trillizos!styles
FanfictionLos problemas económicos y políticos arrastran a Louis a una manada salvaje como oferta de paz. Será mordido y reclamado por tres alfas, los trillizos Styles.