blåøyde omega ;; trillizos!styles

tjue åtte

Prefería no pensar en cómo se sentía la oscura mirada de Aleksander sobre él. Se hizo a un lado, y el alfa caminó con pasos pausados y cuidadosos mientras miraba de reojo al omega, como si estuviese verificando por segunda vez que era bienvenido a aquel refugio tan íntimo y personal. Louis no dijo nada, pero sus acciones lo delataban.

Movía sus dedos y jugueteaba con ellos porque estaba nervioso, pero no sudaba ni se removía inquieto como lo hacía en la fiesta. Aleksander lo había observado lo suficientemente de cerca como para aprender cuál era su lenguaje corporal. Louis no estaba tenso ni alarmado, tampoco parecía muy incómodo por la presencia de Aleksander en su nido. 

Parecía como si estuviera esperando la aprobación del alfa para hacer algo. Casi podría jurar que Louis esperaba algún comentario sobre su nido. 

Aleksander no sabía qué decir. Todo estaba revuelto tan violentamente que algo dentro de él se estrujó con desgrado al pensar en la magnitud de la presión que tuvo Louis durante su ataque de ansiedad. Se acercó a la cama, y con los dedos atrapó una pequeña manta que estaba en proceso de tejer. 

Su instinto se conmovió, pero su lado más primitivo rugió contra sus costillas. Acarició la prenda a medio tejer entre su pulgar y el resto de sus dedos. Louis no debería sentirse así, debería estar relajándose despreocupadamente para recoger fuerzas para el parto. Los cachorros podrían tener complicaciones para nacer si Louis estaba tan tenso y no era capaz de calmarse. 

Suspiró por la nariz y miró a Louis de nuevo, el omega se estaba acercando a él con pequeños pasos. Sus pies eran tan pequeños y silenciosos que apenas hacía ruido, a Aleksander le pareció algo de lo más entrañable, pero caminaba con inseguridad. Eso le desagradó.

"Es un desastre." Dijo Louis en voz alta, como si se hubiese tomado la palabra para manifestar lo que los dos estaban pensando.

"Creo que lo más correcto sería decir que alguien lo ha destrozado."

"Yo lo he destrozado, Aleksander." 

"No me refiero al nido." 

Louis lo miró, pero Aleksander no lo miró a él. Se quitó los guantes de cuero y tiró de algunos broches para deshacerse de la ropa innecesaria que solo lo hacía sentir más pesado. El fuego rugía vivo en la chimenea, así que Aleksander no dejó de quitarse las prendas sobrantes hasta que se quedó con la camisa negra y los brazaletes de cuero en sus antebrazos.

"Mi madre solía cantarme una canción cuando construía un nido para mí." Murmuró Aleksander. Finalmente, la última prenda de cuero cayó al suelo. Louis no pudo evitar respirar profundamente para llenarse los pulmones del olor de Aleksander. Sin tantas capas que bloquearan su esencia natural, el olfato de Louis podía captar su atractivo olor. "Solía decir que con música todo se hacía más fácil."

"Tu madre suena como una mujer encantadora."

"Sí. Lo era." Aleksander se inclinó para agarrar dos almohadas con sus grandes manos. "Decía que un nido era el hogar, la casa era el segundo hogar. A veces, para construir un buen nido no es necesario tener las mejores almohadas, o las pieles más frescas. Se trata de quererlo."

"Me gustan mis nidos." Louis admiraba cómo trabajaba Aleksander. Las manos del alfa eran grandes y resultaba irónica la suavidad con la que trataba a las mantas y a las almohadas de Louis. "O al principio me gustan, al menos. Después mi cabeza me dice que nunca serán lo suficientemente buenos, y que un nido así jamás le gustará nadie."

"Te diré algo." Cuando se dio cuenta, Aleksander ya había preparado una cálida y suave base con mantas y pieles. Las almohadas las empezó a amontonar para darle un aspecto mucho más hogareño y acogedor. Se detuvo un momento y se alejó un par de pasos para admirar de lejos cómo iba quedando su construcción. "Cuando me pediste que pasara la noche contigo, la única razón por la que me negué fue porque tenía miedo de que te arrepintieses y te alejases de mí. Nunca he visto ningún nido que hayas hecho, Louis, pero si los haces con la misma delicadeza con la que dibujas, estoy seguro de que podría catalogarlo como el mejor nido que haya visto."