blåøyde omega ;; trillizos!styles

åtte

Louis estaba roncando suavemente sobre el pecho de Edward, quien tenía sus extremidades desparramadas por la cama. La luz del sol se reflejaba en la nieve de fuera y molestaba en el rostro de Louis. El omega balbuceó algo, quejoso y con su ceño fruncido. Empezó a llamar a Edward en silencio, meneando su abultado brazo aun con sus ojos cerrados.

"Eddie." Murmuró Louis, con voz rasposa y adormilada. "Edward, apaga la luz."

El alfa se quejó, se removió y envolvió el pequeño cuerpo de Louis con sus musculosos brazos. El omega se retorció quejándose porque su alfa no hacía nada más que dormir y no había apagado la dichosa luz.

Se dio por vencido, apoyó su frente sobre el pecho desnudo de su alfa de forma derrotada.

Louis acarició sus pectorales. "Edward." Pidió. El alfa no respondió, Louis le pellizcó el pezón. "Edward."

Edward gimió molesto. "¿Qué pasa, qué quieres?" Resopló con pesadez. "Si quieres sexo oral mañanero vas a tener que darme unos cinco minutos para estar consciente." Advirtió, estaba adormilado y aún aturdido.

Louis parpadeó, confundido. "Yo no quiero eso." Hizo una mueca.

Los ojos verdes de Edward lo miraron, genuinamente sorprendido.

"¿Ah no?" Balbuceó. "Vaya, yo sí."

El omega rodó los ojos exasperado. "Ni siquiera me puedes cerrar la ventana y ya quieres acción."

Edward resopló, dejando caer la cabeza hacia atrás. "Eres imposible por las mañanas." Murmuró, cerrando los ojos durante unos segundos. "Tienes como un instinto asesino o algo."

Louis recostó su cabeza en el pecho de Edward.

"Eddie, tengo hambre."

El alfa tarareó, Louis sintió que su mano subía desde sus muslos hasta su redondo trasero. Edward acarició sus nalgas con suavidad y tranquilidad.

"Yo también." Admitió. "Creo que Harry y Marcel se habrán ido ya. ¿Por qué no pasamos tú y yo el día juntos? Para compensarte lo de ayer." Comentó con un pequeño encogimiento de hombros, como si no fuera algo grande.

Louis levantó su cabeza para mirarlo a los ojos, sonriendo. "¿En serio?"

Edward no admitiría en voz alta que le gustaba cuando Louis hacía eso; alzar las cejas muy cómicamente con una sonrisa brillando en sus labios. Hacía a su alfa sentirse orgulloso, porque eso le decía que estaba cuidando muy bien de su omega él solo.

"Claro." Asintió. "Podemos desayunar algo juntos. Tengo que ir a buscar a Niall después, pero el resto de la tarde estaremos juntos."

Louis tarareó en aprobación. "Suena bien. Además, quiero saludar a Liam." Confesó. El omega estiró su cuello a un lado, el alfa lo miró atentamente. "Dios, me duele el cuello muchísimo."

"Habrá sido una mala postura." Edward dio pequeñas palmadas en su alegre trasero. "¿Te duele demasiado?"

"No, sobreviviré."

"Hmm."

"¿Edward?"

"¿Sí?"

"¿Qué era lo que me dolía?"

El alfa parpadeó.

"El cuello."

Louis asintió. "¿Eso que estás tocando es mi cuello?"

La mano del alfa se detuvo.

"No."

"Pues manos fuera." Le advirtió Louis, con las cejas alzadas y una sonrisa divertida. "Voy a hacer el desayuno."