¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente Mei se había levantado muy temprano, el pilar resultaba estar fuera por lo que comenzó a desayunar sola. Poco después Muichiro llegó cuando Mei ya estaba limpiando los platos.
—Buenos días maestro —Habló sonriendo y mirando al pilar
—Es raro que me llames maestro, tenemos la misma edad —Habló sin expresión alguna
—Tenemos la misma edad, pero tu comenzarás a entrenarme, sería divertido llamarte así —Habló de broma y río levemente
—Hoy comenzarás el entrenamiento, prepárate y luego sal al jardín de nuevo —Cambió repentinamente de tema
La contraria fue a su habitación y comenzó a preparar sus cosas, al salir al jardín el pilar ya estaba preparado, tenía otra katana consigo, pero era de madera.
—Bien, te daré esta Katana —Dijo sin más dándole la Katana de madera, Mei lo agarró confiada
Este cogió su Katana y se posicionó frente a ella, con una postura de pelea.
—Vamos a entrenar —Dijo sin más
—¿Cómo? ¿Voy a tener una pelea contigo? Mi katana es de madera pero la tuya es real... —Habló la castaña algo confusa, intentando coger la Katana como era debido pero su postura era algo extraña, se notaba que no sabía nada de esto
—No te preocupes, solo quiero ponerte a prueba. Te iré atacando y quiero ver como te defiendes —Dijo y sin dejar responder a la otra se movió rápidamente
La chica no pudo ver al pilar frente a ella, se volteó y el ojimenta estaba detrás de ella, iba tan rápido que parecía haberse teletransportado, Muichiro la atacó con la Katana pero la castaña esquivó el ataque, el pilar comenzó a atacarla de la misma forma y Mei lo esquivaba de un lugar a otro.
«Usa la Katana...» Pensó el pilar mientras la seguía atacando, quería que la contraria usara su Katana, no esquivar los ataques.
El ojimenta se detuvo mirando como la otra jadeaba
«Tiene buenos reflejos, puede esquivar ataques fáciles pero necesito entrenarla mejor con la Katana, no tiene ni idea de como usarla» Volvió a decirse a sí mismo el pilar en su mente.
Mei al ver como el pilar se detenía, dejó su Katana de madera al suelo y lo miró, seguía jadeando, se había movido bastante.
—Solo sabes esquivar los ataques, tendré que enseñarte primero a usar la Katana, más adelante cuando ya lo tengas dominado te enseñaré las respiraciones —Habló el pilar sin mas
—Perfecto —Respondió Mei agarrando nuevamente la Katana
Muichiro comenzó a enseñarle diversos movimientos que podía hacer la contraria con el arma que tenía ella, y ella comenzó a imitar los movimientos.
—Para usar estos movimientos tienes que saber como y por qué usarlos. Pueden servir para poner débil a algún demonio —Comenzó a explicar las ventajas que podían tener esos movimientos
Después de unas cuantas horas más, Mei ya estaba algo cansada, pero no podía descansar en ese momento.
—Bien, ahora pondré a prueba tu resistencia —Dijo Muichiro dejando su Katana a un lado y posicionándose frente a ella —Tendrás que ir a correr, pero no correrás tales vueltas por el jardín ni nada parecido. Quiero que vayas a esa montaña —Señaló con el dedo índice —Y des un recorrido por allí, luego vuelves —Habló aún teniendo la expresión neutra
—¿Cómo? ¿Ni un descanso puedo tener? —Preguntó Mei con jadeos, pero luego recordó lo que había mencionado Muichiro ayer "No quiero recibir quejas" por lo que de inmediato dijo algo antes de que el contrario respondiera —Digo, no te preocupes, ahora voy —Habló riéndose nerviosamente.
El contrario se sentó mientras que la castaña salía de la finca dispuesta a dar tal recorrido por la montaña.
[...]
Ya habían pasado varios meses desde que la castaña había comenzado con su entrenamiento, sus movimientos con la Katana mejoraban y podía entender varias cosas de los entrenamientos, tenía más resistencia que antes y podía esquivar varios ataques sin mucha dificultad —Obviamente no podía esquivar aún ataques tan difíciles—.
Era un viernes, un día libre para los dos. Muichiro se encontraba en el jardín, como siempre observando las nubes o alguna otra cosa muy distraído, podría estar allí todo el día sin aburrirse. Este estaba tumbado, tratando de ver que formas tenían las nubes. Una tenía forma de pez... Otra tenía forma de una hoja... Otra de un perro... Y otra de Mei.
—Espera, ¿Mei? —Se levantó del lugar con el ceño fruncido.
El ojimenta se daba cuenta que llevaba un buen tiempo teniendo a Mei en mente, no podía quitarla de sus pensamientos, él dormía y pensaba en Mei, él comía y pensaba en Mei, él se bañaba y pensaba en Mei. Se adentró a la finca suponiendo que seguramente podría ser alguna preocupación que tenía.
«Supongo que debería entrenarla a diario, seguramente esté preocupado por ello, debo entrenarla bien» Pensó mientras caminaba hacia la habitación de la castaña, pero se detuvo frente a la puerta «¿O será por que quiero pasar mas tiempo con ella...?»El pilar estaba muy sumergido en sus pensamientos, no sabía el por qué pensaba siempre en Mei «No, ¿Qué estoy diciendo?» Comenzó a discutir consigo mismo en mente, hasta percatar como la puerta de la habitación de Mei se abría y podía ver a la castaña mirar al Pilar, el ojimenta al verla sintió como su corazón latía rápidamente.
—¿Sucede algo? —Preguntó la castaña sonriendo
«Mierda, si sucede algo, pero no se el qué » La respondió pero en su mente, el ojimenta la agarró de la mano y caminaron hasta el jardín.
