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La noche pasó rápidamente, pues, ambos después de aquel momento tan silencioso estuvieron hablando sobre muchos temas durante un buen tiempo, pero desgraciadamente se tenían que despedir e irse cada uno a sus respectivas habitaciones a dormir, debido a que Mei tenía una investigación pendiente para el día siguiente y Muichiro una misión. La castaña estaba emocionada por ello, porque a pesar de no ser una cazadora de demonios, asistiría a una pequeña misión junto con otros cazadores que la acompañarán con el objetivo de protegerla ante algún demonio, pues ella aún no estaba bien entrenada.
Mei se levantó con tanto sueño que juraba que prefería dormir antes que comer una de esas deliciosas sopas de miso, pero al recordar que estaba en la finca de Kagaya Ubuyashiki, abrió sus ojos de inmediato y salió corriendo de su habitación, amaba pasar tiempo con él y más cuando había pasado mucho tiempo sin verlo.
Después de aproximadamente haberse caído cinco veces en el pasillo por estar corriendo, apareció en la sala principal y saludó con alegría al patrón, pero su expresión cambió drásticamente al ver al superior con seriedad y concentración hablando con el joven pilar de la niebla.
Mei decidió no interrumpir la conversación de ambos, pero ella quería saber de qué se trataba el tema, por lo cual solo se dispuso a ponerse en la esquina de la puerta y asomarse con intención de escuchar la conversación ajena.
Frunció el ceño intentando escuchar lo que decía Muichiro, pero maldecía todo en aquel momento porque su voz era demasiado calmada y bajita, imposible de entender lo que decía. Cuando la castaña estaba a punto de dar un paso con intención de acercarse y escuchar, oyó como alguien le susurraba algo en el oído.
—¿De qué hablan? —La castaña abrió sus ojos como platos y brincó exageradamente, cuando ella estaba a punto de gritar el sujeto le tapó la boca —Shh, no grites.
Mei algo confundida alzó su vista, con intención de saber quién era el que la había susurrado. La castaña cambió su expresión de susto y confusión lentamente a uno sorprendido: aquel pelo blanco, aquellos accesorios tan extravagantes que llaman tanto la atención, aquella estatura tan enorme.
La más baja estaba sorprendida de haberlo visto, pues, llevaba mucho tiempo sin haberse encontrado con Uzui Tengen, el pilar del sonido. Sin darse cuenta, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos al saber de quién se trataba, haciendo sorprender a Uzui.
—¡¡Uzuuuuuuuuuuuuuuuii!! ¡¡Aaaaaaahhhh!! —Exclamó tan fuerte y saltó en cima de este con intención de abrazarlo, asustando a prácticamente todos los que se encontraban en aquella finca e interrumpiendo la conversación del pilar de la niebla y del superior.
El pilar del sonido no evitó reír a carcajadas al ver la reacción de Mei, llevaban tanto tiempo sin verse que ella se había emocionado tanto como cuando había visto al patrón, sintió una gran nostalgia al ver al pilar del sonido que comenzó a estallar a lágrimas y llantos.
