Mi hermosa saiyajin (Gohan y tú)

08# Hermano

—Ya llegué. —avisé al entrar a la casa.

—¡Enana! —la voz de mi hermano inundo la casa. —¡¿Dónde estabas?!

—Con Gohan. —respondí cruzandome de brazos y mirándolo.

Estaba aburrida, hoy no hubo entrenamiento y fui con Gohan para convencerlo de tener por lo menos una pelea, sorpresa me llevé cuando me conto que iría a ver a su padre y a Piccolo quienes estaban en un examen de conducir. ¡Y por Dios! ¡Goku y Piccolo se veían de verdad graciosos con su ropa "normal" y detrás del volante! Y después, volví a casa.

—Deberías tener cuidado con ese niño. —dijo receloso.

—Es un año mañor que tú, Ryu. —le recordé rodeando los ojos. —Y ni siquiera lo conoces.

—Pero sé que por conocerlo te has metido en problemas.

《Gracias por amargarme mi tarde, querido hermano》

Rodeé mis ojos de nuevo.

La cosas con mi madre han estado diferentes. Me deja salir a entrenar, me deja llegar hasta noche por el entrenamiento y eso sólo quiere decir una cosa; ella cumplirá su parte del trato de la peor forma. Lo cumplirá al pie de la letra.

—No te metas. Fue un acuerdo con mamá. —me limíte a decir. Él entrecerró sus ojos y se aserco a mi que me obligó a arquear un poco mi espalda para tener distancia. —Invades mi espacio personal.

Y lo que él dijo fue: —¡Quiero que me entrenes!

Lo separé poniendo mi dedo en su frente.

—A ver, españolito, —dije asiendole burla por el tiempo que estuvo en ese país. —deja de decir estúpideces. Primero: es arriesgado. Segundo: mamá jamás lo aceptaría, sufuciente tiene conmigo. Y tercero: ¿Por qué?

—¿Pero no es arriesgado si tu lo haces? —contraatacó alzando una ceja.

—Repito, fue un acuerdo con mamá.

—No deja de ser arriesgado. Mamá no tiene que enterarse y lo digo porque quiero desarrollar más mis poderes, saber más sobre ellos.

Había una caracteristica de mi hermano, y era que siempre que confesabá algo serio se paraba más firme de lo normal, como un soldado en honores. Claro, así está ahora.

Cuando mentía, siempre jugaba con las mangas de su ropa o con una esquina de su camisa cuando ésta no tenía mangas. Él no mentía ahora.

Pero algo no estaba bien, llamenlo intuición de hermana.

Él no flaqueó en su postura firme.

—Ryu. —lo llamé seria. —Cuando descubriste tu poder en España, ¿tuviste intención de saber más justo en ese momento?

Él negó levemente.

—Eso no tiene nada que ver.

—Sí, lo tiene. Esto es sólo un capricho que se te pasará después. Si hubieses querido saber más en realidad, tu curiosidad te hubiera hecho descubrir más, no esperar dos meses después hasta que yo te lo contara.

—No. No lo es. —serio, así se escucha. —Esto no es capricho. Quiero saber más, de verdad.

Bajé mis ojos y observé como jugaba con la orilla de su camisa.

Solté un suspiro.

—Sabes que odio las mentiras. Si quieres que te entrene, habla ditecto, españolito. —dije en un intento de que dijera la verdad.

—Quiero luchar contra esos androides, no puedo quedarme de brazos cruzados al saber que pueden destruir el mundo. —respondió desviando su mirada.

¿Será ese el caracter Saiyajin que Goku dijo que yo tenía?