Mi hermosa saiyajin (Gohan y tú)

#13 ¿Desperdicio?

(Tn)

—Gohan, no digas esas tonterías, se supone que hace tres años él recibió una medicina para curar ese mal, se supone que ya no debe presentar ningún síntoma. Lo único que ocurrió es que absorvieron algo de su energía. —Krillin fue quien rompió el silencio que se había formado.

A menos que...

—Gohan, —dije llamando su atención. —dime que Gokú sí tomó la medicina. —lo dije en tono de suplica. Y como respuesta, él solo agachó su cabeza.

Gokú ya estaba de rodillas en el suelo, apretando con su mano izquierda la parte de su traje donde estaba su corazón. Esto es malo, esto es muy, muy, malo. Tanto que Krillin fue volando hasta él y le lanzó una semilla del hermitaño.

—Piccolo, —recibí un "¿Qué?" de su parte. —no deberíamos derrotar al otro androide. —le susurré haciendo un movimiento con mi cabeza hacia el anciano que estaba unos metros delante de nosotros.

El androide gordo blanco, lanzó rayos de sus ojos con la intención de lastimar a Gokú, él voló para esquivarlos, pero el androide ya lo esperaba en el cielo y lo recibió con varios golpes. Hice una mueca. Okey, eso debió doler.

No fue hasta que Gokú terminó en el suelo, que la transformación de Super Saiyajin se desvanecio. El androide, literalmente, se dejó caer sobre él, y lo tomó del cuello con una de sus manos, Gokú ya no podía hacer nada. Y en ese punto, yo ya no podía soportarlo más.

—¡Al diablo! —solté apretando mis puños. —¡Yo voy a ayudarlo! —expulsé mi ki y salí volando hasta donde estaba Gokú para poder ayudarlo. 

Pero la suerte no estaba a nuestro favor, claro que no. El androide que es anciano se interpuso en mi camino.

—No permitiré que avancen ni un solo milímetro. 

Fueron esas palabras por las que entendí que los demás chicos ya estaban a mi lado. Yo solo miré con rabia al de el sombrero.

—¿No quieren desafiarme? —preguntó desafiante. 

Apreté más mis puños por la furia.

—Con gusto. —respondí antes de que otro lo hiciera.

Me teletransporté detrás de él para poder darle, con todo el gusto del mundo, una patada en su horrible rostro, pero él la esquivó antes y de sus ojos salieron los mismos rayos que el otro androide había lanzado a Gokú, y que, por mera suerte, logré esquivar moviéndome a un costado, pero el segundo en que volteé a ver a dónde habían impactado los rayos, fue suficiente tiempo para que una patada por parte del anciano se impactara en mis costillas, y por la fuerza que usó, me lanzó hasta el suelo, pero logre flotar para no impactar, y cuando volteé a verlos, Piccolo estaba cayendo al suelo y Gohan voló hasta él para ver cómo se encontraba.

Me sentía inútil al no poder ayudar. Pero me arme de coraje y puse dos dedos en mi frente, con la intención de teletransportarme hasta Gokú, pero no lo hice, porque alguien ya me había ganado.

—Mi deber es acabar con Kakarotto. Ustedes chatarras caminantes no se meta.

La voz arrogante, segura y hasta algo burlona de Vegeta fue como un golpe de suerte, literal, porque había dado una patada al androide que le robaba la energía a Gokú, mandándolo lejos. Vegeta le dio una patada a Gokú, y Piccolo lo atrapó con su mano derecha. Sí como un balón. Me acerqué a donde estaban ellos, después Krillin y Yamcha también llegaron.

—Que alguien de ustedes lleven a Kakarotto a su casa y le de la medicina para que se cure lo más rápido posible.

Gokú ya había quedado inconsciente. Gohan iba a ser quien lo llevara a casa, pero Yamcha se ofreció, tal vez para escapar y quedar bien al mismo tiempo, se me hizo un poco chistoso. Al final fu él quien se llevó a Gokú. Ahora, teníamos que derrotar a esos dos robots si no queríamos morir.