Mi hermosa saiyajin (Gohan y tú)

#12 Caos

—¡Quiénes... fueron esos tipos? —preguntó Yajirobe mientras Gohan y yo lo ayudamos a salir del agua.

Creeme que yo también quiero saberlo con más detalle.

—No hay tiempo para explicar. —le respondí y después puse mi vista en Gohan. —Hay que llevarlo con Bulma y sacarla a ella también de este lugar. —él asintió de forma seria y con Yajirobe sobre la espalda de Gohan volamos hasta la isla de nuevo.

Escuché una explosión que provino de la ciudad, el humo comenzó a verse y no tuve que ser tan lista, pues era claro que esos monstruos ya lanzaron su primer ataque. También el ki de Yamcha comenzó a disminuir.

—Debemos darnos prisa. —le dije a Gohan.

Aterrizamos en la isla, frente a Bulma.

—Bulma, tienes que regresar a tu casa, comprende que tu bebé también está en peligro. —bajé mi vista para ver a Trunks, así lo había nombrado Gokú, y él al verme me extendió sus brazos para que lo cargara, pero no era el momento. Yamcha, con su traje con un agujero en el pecho, llegó junto con Krillin.

Y antes de poder preguntarles algo, de nuevo otra explosión, no, muchas, casi toda la ciudad estaba a punto de ser molida en escombros. 

—Esto es terrible. —comenzó a decir Yamcha. —Fueron ellos los que provocaron esta gran explosión.

—¡Allá arriba! —señalé el cielo. 

—¡Es mi papá y los demás! —completó Gohan.

—Ahora entiendo, van a cambiar el lugar del encuentro. —comprendió Krillin.

—Estamos en problemas. Necesitamos decirles a los muchachos que esos androides absorven la energía de sus adversarios. —y eso que dijo Yamcha me impacto.

《¿Qué mierda dijiste?》

—No podemos esperar que los lastimen. —Gohan soltó.

—Hay que advertirles. —lo apoyé. y como si estuviéramos coordinados, ambos salimos disparados hacia donde esos cinco se dirigen.

(...)

Narrador

Mientras el inicio del caos estaba a punto de enfretarse a Gokú, en la montaña, Ryu había despertado.

—¿Qué carajo..? —con el entrecejo fruncido se sentó en su cama y miró al rededor, como si no lo conociera.

Pero recordó:

"—Te quiero, hermano"

Un golpe en su nuca lo hizo ver oscuridad.

"—No te enojes conmigo, españolito"

—Eres una... —apretó sus puños con fuerza al saber lo que su hermana había hecho. —Ni creas que te voy a dejar sola, bruta. —salió de la cama y puso un pie fuera de la ventana para poder irse volando a donde había sentido el ki de la persona que lo dejó inconsciente.

—¡Ryu, llevas demasiado allá arriba! —la puerta de la habitación se abrió y el padre de Ryu lo miró confundido.

—Yo... Voy... Este... —balbuceó el menor.

—Ni lo intentes. —advirtió el padre al caer en cuenta que estaba intentando su hijo.

Pero Ryu no iba a dejar a su hermana, trato de salir volando pero sólo pudo elevarme unos segundos, pues un agarre en su muñeca no le permitió más.

—¡Suéltame! —pidió forcejeando pero su padre no lo soltó, al contrario, lo obligó a volver a entrar a la habitación. —¡Debo ayudarla!

—Ella puede defenderse. —aseguró el mayor con una voz seria. —No te dejáremos ir al peligro a ti también.