XXII

70 9 14
                                    

-Desde que te volviste el héroe de esta ciudad no pude tocarte ni un solo cabello-me dijo-, pero montaste todo un espectáculo donde fingías tu muerte, estás muerto para las demás personas así que si mueres aquí nadie dirá nada. ¡Cavaste tu propia tumba imbécil!

me le quedé observando, incluso sin siquiera hacer un gesto ante la fuerza que aplicaba en mi cuello. Ian me soltó y luego me agarró del mentón haciendo que lo mirara ya que había bajado la mirada.

-Ya que estamos hablando de... ¿quieres saber dónde conseguí esa inyección?-

Ian se alejó de mí uno pasos, dándome la espalda

-Seguro se la pediste a alguno de tus matones porque dudo mucho que seas lo suficiente inteligente para hacerlo tú mismo.

Ian negó con la cabeza baja mientras soltaba una risa nasal y al mismo tiempo caminaba hacia el escritorio que estaba delante, se puso atrás de la tableta gráfica. Eso de inmediato me inquietó, ¿acaso Ian lo sabía?

-De aquí-me señaló el aparato, había una computadora al lado de la tableta, no sabía que estaba haciendo pero pocos segundos después una inyección apareció justo en el escritorio, al lado de la tableta

Claro, cómo él no podía dibujar estaba copiando las imágenes desde la computadora hacia la tableta, pegándolas como si estás fueran dibujos hechos por el escritor. Cerré los ojos, maldición, eso no podía estar pasando ahora. Las risas que salían por parte del ex fiscal hicieron que abriera los ojos otra vez

-Es increíble. ¿Cómo es qué un aparato así existe?, la primera vez que la usé y me enteré de lo que podía hacer fue difícil de creer.

La inyección que hizo aparecer desapareció

-¿Y sabes qué descubrí?, no sólo puedo hacer que aparezcan armas de fuego.

Llevó su mirada a la computadora

-Tiopentato de sodio, escopolamina, anfetamina, mescalina, heroína....-me miró-. ¿Cuál de ellas debería darte?, vamos, te daré la oportunidad de que elijas una

Había un brillo espeluznante en su mirada, el cual me preocupaba mucho, la tableta a manos de Ian era un rotundo peligro, no sólo para mí, para todos en general.

-Veo que no puedes decidir, así que lo haré por ti. ¿Qué te parece el sodio?, es bueno ¿no?

Una nueva inyección apareció sobre la superficie del escritorio, Ian la agarró y luego se acercó a mí.

-Mi querido Harry Styles, creo que hoy morirás de una sobredosis.

Colocó la punta de la aguja en mi cuello sin hacer presión para que atravesara la piel, pero sin duda alguna temía que en cualquier instante el presionada la jeringa y el líquido con aquella droga pasara. Ian hizo un poco más de presión, eso me asustó y el ex fiscal empezó a reír unos instantes, seguido alejó la aguja y volvió a dejar la jeringa en el escritorio.

-Ahora entiendo muchas cosas

«Sólo sabes un par de cosas»

-Tienes una oportunidad de vivir si respondes todas mis preguntas, la primera es; ¿De dónde obtuvo Connor Campbell esa tableta y cuál era tu relación con ese loco?

𝐃𝐨𝐬 𝐌𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬: 𝐍𝐞𝐱𝐭 𝐋𝐞𝐯𝐞𝐥 [𝐋𝐒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora