Capítulo 4

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Había escuchado rumores en los eventos en donde debía participar como uno de los herederos de las empresas más prestigiosas de China cuando acompañaba a su padre y madre; según se decía, Xiao Zhan siempre tenía un temperamento difícil y casi imposible de tratar.

Arrogante y precavido con los extraños; pero aquello cambiaba con su padre y amigos cercanos.

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Si debía pelear no se detenía ante nada, ni siquiera su padre adoptivo pudo domar al torbellino andante que revoloteaba por la casa de modas GusuLan. Aunque aquello fue algo por lo cual nadie se atrevía a meterse con él, debían ser muy tontos para provocarlo deliberadamente, ya que no era fácil contraatacar con el sarcasmo refinado que perfeccionó en años.

Pero fue realmente raro ver otra faceta cuando se encontraron en el juzgado por primera vez para firmar sus actas de matrimonio. Al verlo pudo ver que era como un lindo conejito blanco, asustadizo y curioso por saber quien era la persona con la cual pasaría el resto de su vida.

Realmente nunca se interesó en saber quién era verdaderamente y aquello empezó a desestabilizarlo mentalmente, ya que se percató que nunca conoció a su esposo y posiblemente podría ser una caja de Pandora.

Pero todos sus pensamientos fueron cortados cuando hablo Xiao Zhan con su dulce voz, pero conteniendo un poco de amargura y resentimiento.

-Estoy de acuerdo con divorciarnos. No haré ningún escándalo, si es eso lo que te preocupa. Pero hay algo en lo que no estoy conforme, específicamente en la cláusula 2.

-Es lo mínimo que debes recibir por los años en que estuvimos juntos.

-ladeando la cabeza-. No quiero nada tuyo, creo que durante estos años me diste suficiente para querer algo más que te pertenezca. -estirando sus brazos-.

-Es parte del contrato prenupcial, debiste leer desde el principio los documentos que tú mismo mandaste redactar ¿Acaso no te lo explico tu abogado?

-No me interesa nada que venga de ti, ya te dije. En todo caso dónalo a las fundaciones o regálalo. -recogiendo sus cosas-. Tengo suficiente dinero para vivir después de separarnos. No necesito tus limosnas.

-Pero es lo que me corresponde darte por todos los años que hemos convivido. Tómalo como una compensación. -sonriendo maliciosamente-.

-mirando hacia sus manos-. Haz lo que quieras entonces, de todos modos siempre harás lo que se pegue tu gana. -levantándose de su asiento-. No entiendo nada, después de todo soy un inútil ¿Verdad?. -caminando hacia la sala-.

-Espera, no olvides que...

-deteniendo su andar- Estaré el sábado a primera hora en el juzgado. Lo sé. Tu abogado me envió un mensaje.

-Bien.

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En las instalaciones de GusuLan...

-¡Déjame pasar!. ¡Debo hablar con él!

-Señor, tenemos ordenes explicitas de no dejarlo entrar ni al vestíbulo. -hablo tranquilamente el señor de seguridad-.

-¡¿Quieres ser despedido?! ¡¿Sabes quien soy?!

-Vaya, no pensé que tuvieras cara para venir aquí Wang Yibo.

-Dilmuraba. Debo hablar con Xiao Zhan.

-Tu no tienes que hablar con nadie y será mejor que te vayas por donde viniste. Seguridad, ustedes saben que este hombre no debe siquiera pasar por la vereda. ¡Saquen a este individuo inmediatamente!.

Los gritos no se hicieron esperar, llamando la atención de todos los que pasaban por el lugar. Curiosamente Xiao Zhan salía del ascensor con dirección al vestíbulo para encontrarse con su amiga y poder comer en un restaurante japonés.

Los cuchicheos no se hicieron esperar, y el joven pelinegro preguntó, asustando a todos por el timbre de su voz que retumbaba en todo el lugar.

-¿Qué pasa aquí? ¿Por qué hay tanto ruido?.

Sonriendo amablemente Dilmuraba se acercó hacia su amigo y se colgó de su brazo.

-Cariño, no es nada. Solo que un loco trató de ingresar a las instalaciones, pero ya solucionaron el problema. -riendo nerviosamente-.

-Deben tener más cuidado con la seguridad. -mirando a Louis-. Por favor, señor Louis asegúrese de reforzar el sistema.

-Si señor.

-No te preocupes, porque mejor no vamos a comer. Muero de hambre y sería capaz de comerme una vaca.

-Ok, vamos.

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Desde que llegaron a sentarse en la mesa, se podía sentir un ambiente pesado y extraño. Reba no dejaba el tenedor tranquilo desde que dejaron los cubiertos en la mesa, aquello no pasó desapercibido por Zhan. Sabía que algo estaba mortificando en demasía a su amiga.

-¿Estás rara Reba?.

-¿Puedo hacerte una pregunta?. -mirándolo-. Pero prométeme que no te enojaras Didi.

-Dime ¿Qué deseas saber?

-¿Aún amas a Wang Yibo?

-riendo-. Por favor Reba, no hagas bromas cuando estoy comiendo. Puedo ahogarme. -tosiendo-. No deseo dejar a mi pequeña huérfana tan joven.

-Estoy preguntando algo serio Zhan... ¿Aún lo amas?

-jugando con el cuchillo de la mesa-. Amor, es una palabra muy bonita y compleja que no debe utilizarse tan a la ligera Jiejie. Eso lo aprendí con él y sabes perfectamente como fue mi historia, no es necesario contar nuevamente el drama. -mirándola-. No niego, que hubo un tiempo en que lo amé más que a mi vida y que sacrifique todo para que él pudiera ver mis sentimientos. -suspirando-. Debí verme patético.

-Eso ni que dudarlo. Cambiaste mucho en ese tiempo... realmente pensé que harías un escándalo para no divorciarte cuando el imbécil apareció con los papeles.

-Si los papeles hubieran llegado meses antes, tal vez hubiera hecho hasta lo imposible por arreglar mi matrimonio, pero el día que descubrí que tenía una amante, pude darme cuenta que mis sentimientos no serían correspondidos nunca. -tomando un poco de agua-. Una relación es de dos, y mi matrimonio ya tenía fecha de caducidad desde el día en que firmamos el acta en el juzgado.

-¿Entonces si lo tuvieras en frente tuyo? No sería capaz de moverte el piso. No causaría ninguna reacción en ti.

-Soy consciente que en algún momento debemos encontrarnos porque ambos pertenecemos al mismo círculo social. Sería imposible no encontrarme con él en una ceremonia o evento.

-Bueno, es cierto.... Pero la verdad me preocupa que quiera regresar contigo y caigas como tonto en su juego.

-No te preocupes. Wang Yibo no es capaz de mover ninguna fibra de mi ser. Todo lo que pudo haber en un momento, él mismo lo mató y el daño que me hizo jamás se olvida fácilmente. -suspirando-. Siempre quedan cicatrices aunque se repare el corazón, ya nada es lo mismo.

-Aun cuando no estás en una relación con nadie, puedo ver que...

-tomando la mano de su amiga-. Reconozco que aún me afecta a pesar de los años que pasaron, pero eso no quiere decir lo que estás pensando Reba. Lo que ves no es nada relacionado con amor. -sonriendo-.

LágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora