Capítulo 8

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La mirada desafiante que tenía Xiao Zhan era para no jugar y tentar su suerte, su orgullo herido podía más y no le importaba las consecuencias que puede tener el día de mañana. Ya se imaginaba que estaría en búsquedas de Internet por su estúpido exesposo.

-Ahora que tienes el divorcio vienes a reclamar derechos que no te pertenecen y debe quedarte bien claro lo que diré, porque no pienso repetirlo. Mi hija no lleva tu sangre Wang Yibo ¡Meiyling no es tu hija! Y será mejor que dejes de hacer este espectáculo, porque sino en unas horas tendrás una fila de abogados en tu mansión.

-No es mi hija.

Wang Yibo seguía perdido por la declaración de Zhan, pensaba y creyó que el pequeño ser podría ayudar en algo a su relación fracturada con su exesposo. Todo era un completo caso en su cabeza. Si no era su hijo... ¿Quién era la madre? O peor aún ¿Quién era el padre?

-Encima vienes a gritarme en mi casa; después de muchos años vienes solo para insultarme por algo que no hice. Pensé que en este tiempo habías cambiado, pero veo que sigues siendo el mismo patán de hace años. No se que mierda estás haciendo aquí primeramente. Tú mismo dijiste que no volverías a buscarme. -bufando-. Entonces, no puedo entender porque te molesta que sepa de lo de tu amante ahora y te repito, yo nunca dije que Wang Yibo era el que tomaba un potenciador sexual.

El castaño se recompuso rápidamente ante la mención del medicamento. Su cabeza iba a explotar por tanto alcohol que jodia su sistema. Ahora odiaba no tener la capacidad suficiente para enfrentar a Zhan. Odiaba estar en desventaja, odiaba no saber expresarse adecuadamente. Odiaba todo se él.

-Vas a negarlo todo. Así como el hecho de que sabías de Lily. No me sorprendería que estabas esperando a que algún medio supiera para salir en algún programa y quedar como víctima.

-rodando los ojos-. Ni siquiera tuviste la descendencia de tratar de ocultarla, era obvio que alguien se podría enterar algún día de tu doble vida. Pero déjame decepcionarte, no tuve nada que ver con ese asunto y recuerdo perfectamente que dijiste que la harías tu esposa. -riendo-. ¿Qué poco te duró el amor por ella? ¡No lo crees! Ahora pensabas casarte años después con otra mujer que por curiosidad era tu gran amiguita.

Pocas eran las personas que se enteraron del escandalosa relación que tenía y que por justicia divina todo el mal que hizo se le revirtió cuando se enteró que sólo fue el juguete de Lily y Hao Xuan, ya que nunca pensó que su primo fuera más mierda que él y se cobrará una broma del pasado con la persona que sería su esposa por voluntad y no por imposición.

-suspirando-. Ahora entiendo tu juego. -masajeando su siem-. Aceptaste rápidamente el divorcio de repente y quedas como víctima años después, pero en el proceso haces que todos me vean como un monstruo. De seguro ya tenías todo bien planeado ¿Cómo no me di cuenta antes? Realmente estuve ciego todo este tiempo y nunca supe con qué clase de persona conviví todos estos años.

°•☆

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        ☆•°

Xiao Zhan miraba con mucha tristeza a su exesposo, podía ver que no había cambiado en nada durante estos años que transcurrieron. En cambio se volvió peor que en el pasado, parece que no habría nada que cambiará su alma oscura y siniestra que tenía.

Una sonrisa sin emoción cruzó en sus labios. Una sonrisa que estaba destinada a las situaciones más tontas e insufribles de su vida. Una sonrisa que contenía un mensaje distinto al que deseaba demostrar al mundo.

Esperaba que el destino no fuera una mierda nuevamente con su vida, ya que sabía que alguna mala noticia llegaría en los próximos días. Daba igual si lo trataba mal, al final siempre todo iba peor cuando estaban cerca.

-Te das cuenta de la sarta de estupideces que estás diciendo ¡Eres consciente del espectáculo que estás haciendo! -mirando a todos lados-. A mi no me gusta el escándalo y te pido por favor que te vayas a tu casa y me dejes en paz.

-No, tú y yo debemos aclarar esto.

-Vete Yibo, hazlo como yo lo hice hace años. -su mirada es melancólica-.

-mirándolo detenidamente-. No puedo creer que no seas capaz de reconocer tu error. Admítelo Xiao Zhan.

-apoyándose en el marco de la puerta-. Sé sincero por una vez en tu vida, admite que te equivocaste y deja de estar buscando culpables donde no hay. -abriendo la puerta-. Además, deja de estar inventando cosas sin sentido. Nunca pensé que fueras una persona tan ¡Ahh! -tocándose el abdomen-.

-¡¿Qué tienes Zhan?! -posando su mano en su abdomen-.

-alejándose-. Vete a casa Yibo. Olvídate de todo y empieza una nueva vida. Mantente lejos de mi hija, ella no tiene ningún lazo contigo.

-¡Yo nunca me equivoco! Esa pequeña es mía también y me privaste todos esos años de conocerla. Peleare por mis derechos.

-mordiéndose la mejilla para no gemir de dolor-. Se hombre por una vez por favor y reconoce que te equivocaste desde el principio. Errar es de humanos señor Wang.

-No escuchaste lo que te dije o eres sordo.

-riendo-. Estoy perdiendo mi tiempo contigo, pero de todos modos preguntaré. -mirándolo-. Si no querías casarte conmigo ¿Por qué aceptaste? Solo debías decir que no querías y punto. Nos hubiéramos ahorrados muchos problemas y en estos momentos estaría perfectamente en otro país disfrutando de mi vida alegremente.

-¡Tú me obligaste desde el principio! ¡Nunca tuve opción a decir nada!

-¡Yo le pregunté a tus padres y ellos dijeron que aceptaste el compromiso conmigo! -señalando con su dedo-.

-Eso es mentira ¡Yo me negué a esto! Yo les dije a mis padres que a quien amaba era a Lily, pero...

Xiao Zhan, ante la sola mención de Lily, aquel nombre que hizo evocar los momentos más oscuros de su vida, removió algo en su interior e hizo que su corazón doliera. Incluso el dolor que sentía era pequeño con el malestar que sentía en su corazón.

Sabía que no era saludable en su condición hacer ese tipo de escenas, pero la sola mención de esa persona era como si le clavaran mil dagas a su corazón sangrante que no podía sanar completamente.

Una maldita lágrima salió sin dar tregua a contraatacar, pero aquella lágrima osada estaba cargada de una combinación de sentimientos, que ni él mismo podía entender.

Yibo estaba aturdido por los cambios de expresión tan volátiles de Zhan, sentía que algo andaba mal con el pelinegro desde hace unos meses atrás, ya que pocas veces se le podía ver en una revista de espectáculos o en la sección de negocios de los periódicos.

Últimamente estaba viajando y precisamente los viajes no eran de placer, siempre iba a varios hospitales y le intrigaba saber que pasaba con su exesposo. Darren averiguo solo un poco debido a que sus contactos eran limitados.

-Zhan, yo...

El castaño trató de acercarse nuevamente, pero una bofetada retumbó en el pasillo, dejando consternados a todos los presentes, la curiosidad no se hizo esperar por los chismosos, mucho menos las palabras heridas del pelinegro que hicieron eco en el lugar.

-¡Pues entonces si vas a reclamar algo....!. -mordiéndose el labio por el dolor que emergía nuevamente-. Yo no tengo por qué aguantar esto. Ahora, si viniste hasta aquí para este show mediático, puedes venir más tarde o agendar con mi asistente.

Wang Yibo no aguanto más y su escudo cayó por completo, su mirada se volvió tan miserable que daba lastima ajena.

Sentía que la había jodido en grande esta vez.

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