Lágrimas

Capítulo 7

Según Victoria, Sergei era como una buena bebida energizante que te llenaba de vitalidad, las conversaciones con dicho ruso eran muy interesantes y divertidas al tratar se querer hablar chino.

Siempre hacía reír a la pelinegra y aquello a veces enojaba a Yunxi, ya que era difícil no sentir celos con semejante hombre. Hasta el perro se sentía mal.

Para Reba era algo más que un lindo compañero de plática, había algo que llamaba mucho su atención y podría decir con seguridad que no eran sus ojos verdes esmeraldas o su voz sensual que erizaba la piel, hasta el extremo de querer explorar cada rincón de su cuerpo.

Según la castaña, decía que Sergei escondía algo y aquello era su mayor atractivo que invitaba a descubrir lo que sea que estuviera escondiendo.

Pero para Xiao Zhan, era como el hermano mayor que podía cuidarlo de todos. Desde el momento en que se conocieron, existió una química muy bonita que raras veces podrías experimentar.

Aunque Sergei no expresa nada, siempre en el fondo de su corazón guardaba la esperanza de ser algo más en la vida de Xiao Zhan; pero sabiendo su historia decidió no presionarlo, pues había experimentado una situación similar con sus padres.

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El cuerpo bien trabajado y su porte de chico malo, ayudaba mucho con la fama que tenía y se rumoreaba por los bares de la ciudad. Sergei era conocido entre mujeres y hombres, raras veces encontrabas a personas que no hubieran tratado con él, ya sea porque tuvieron la dicha de estar en sus brazos o por algún negocio en común.

Nadie se metía en sus caminos sin salir bien librado.

Xiao Zhan divagaba en su mente sin darse cuenta que Wang Yibo seguía delante de él. Deseaba que Sergei solo actuará y no pidiera su aprobación para actuar.

-¡¿Quién te crees para meterte en una conversación?

Todo fue tan rápido, que lo único que pudo entender era que el castaño estaba cabreado por algo que no debía siquiera reclamar. Meiyling era su hija y Wang Yibo no tiene nada que ver en este asunto.

Pero... ¿Qué podía esperar de un hombre que siempre le culpaba de todo?

Con la poca paciencia que tenía y el sueño que se asomaba lentamente, espero a que Wang Yibo termine su discurso aburrido y soso que arrullada al pelinegro. Para ese instante había enviado a su amigo a su casa, diciendo que podía manejar el asunto.

-¡Además sabías que tenía un amante!... ¡Desde cuándo!

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Xiao Zhan solo bostezaba por la aburrida conversación que tenía en ese momento, 12:00 am de un día lunes, el primer día de la semana era el peor de todos, ya que debía estar fresco como una lechuga para su sesión de fotos para la más grande marca de cosméticos.

De a poco empezó a coordinar lo que decía Yibo, definitivamente el tomar fue una idea muy buena, ya que no podía procesar nada de lo que decía su exesposo.

-¡Tú hiciste que toda mi reputación se fuera a la mierda!. ¡Por tu culpa Yi Ling me dejó! ¡¿Cómo pudiste decir que era impotente?!.

No entendía porque debía escuchar el drama de su ahora exesposo en su departamento que había adquirido con ayuda de su mejor amigo Jasper Liu, definitivamente se había ganado el número de Xuan Lu.

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El lugar donde residía era luminoso y silencioso, perfecto para descansar y disfrutar de un día tranquilo sin que nadie molestará, además de contar con un espacio para niños en donde jugaban con una maestra contratada por el edificio.

Su vida era tranquila desde que regresó a Londres, después de una larga temporada fuera del país, buscando arreglar sus ideas y sus sentimientos; pero sobre todo para buscar la paz que le fue arrebatada desde hace tiempo, incluso pensaba darse una nueva oportunidad con alguien que conoció recientemente de casualidad en la biblioteca.

Todo iba bien, todo iba de maravilla si se concretaba una relación con un hermoso hombre que conoció hace unos días, sólo necesitaba tener la seguridad y certeza de no salir lastimado, ya que su corazón no soportaría otra desilusión.

Pero todo se fue a la misma mierda cuando Wang Yibo irrumpió en el edificio, haciendo un escándalo a horas inadecuadas; haciendo que los recuerdos vividos volvieran a revivir como un recuerdo amargo y agrio que pensó había olvidado.

-Haber, deja el drama Wang Yibo ¿No entiendo qué es lo que te molesta?. -riendo- Yo no dije que eras impotente, así que averigua primero, porque no querrás que te denuncie por difamación y calumnia. Y dudo que vuelvas a ganar como la otra vez. -apoyándose en el marco de la puerta- .

-¡Wen Han me dijo!... ¡Él te escucho cuando hablabas con Jasper! ¡¿Cómo es posible que me hicieras esto?!

-levantando una mano-. Espera ¿Creíste lo que dijo tu amiguito? Claro, es más fácil echarle la culpa al marido engañado. Cierto, un hombre herido puede hacer muchas cosas estúpidas. Pero ¿Qué crees? Yo no pertenezco a ese porcentaje Wang Yibo, y para que te enteres, yo no hablaba de ti. Tu no eres el único Wang de este medio. O es que olvidas que tienes un primo que se llama Wang Hao Xuan. Además que también hay un Wang Zhuo Cheng que es médico y precisamente no es nada tuyo.

-Admítelo, siempre quisiste tenerme en tu cama, pero como nunca accedí, te vengaste y no se te ocurrió mejor manera que decir mentiras sobre mi hombría. Eres la peor alimaña con la cual me cruce en mi vida.

Todos los inquilinos del edificio empezaron a salir de sus habitaciones para disfrutar del escándalo que daba Wang Yibo, definitivamente las redes sociales explotarían en unas horas por semejante escena.

Xiao Zhan solo lo miraba sin emoción alguna, era como si por un momento hubiera recordado algo que había olvido hace años. Odiaba aquella época negra de su vida en donde todo era miseria y desolación.

-¡Obligaste a mi padre para que me casará contigo...! No tienes amor propio, me das lastima. Realmente no entiendo como pude casarme contigo ¿Cómo fue que accedi a esta estupidez? Mi vida fue un infierno desde que te conocí. Y encima tienes un hijo del cual nunca me contaste su existencia ¡Eres un maldito monstruo Xiao Zhan!.

-mirándolo fríamente-. No te voy a permitir que me faltes al respeto. Tú eres libre de hacer lo que te venga en gana desde hace años, aunque siempre hiciste lo que querías aun cuando estabas aún casado conmigo. -cruzándose de brazos- ¿Quieres que te recuerde delante de todos lo que me hacías cuando llegabas borracho a la casa? ¡Dime! .-levantando la voz- .