Capítulo 16

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Tang San estaba cansado de que todo el tiempo pensaran que era un maldito irresponsable. No era tan idiota como pensaban, sabia que debía comportarse a la altura de sus antepasados y era consciente de no dejar mal visto el apellido de la familia. Sobre todo a su abuelo, no le haría gracia ver a su nieto convertirse en un bueno para nada.

Era lento y perezoso para ciertas cosas, pero no idiota. Aunque la expresión correcta era que aparentaba ser algo diferente a lo que esperaban, par que las personas mostrarán sus verdaderas intenciones con él. Si algo que aprendió durante estos años era que nunca debía dejarse deslumbrar por nada que brille tanto. No quería pasar por lo mismo que pasó su abuelo, sabía perfectamente de la existencia de los Wang.

Desde los 15 años su forma de pensar y actuar se volvió un poco preocupante, su madre a veces dudada en la forma que lo educó y se cuestionaba a veces en cómo se comportaba su hijo con sus mayores. Parecía ver la imagen reflejada de alguien que conoció desde pequeña, pero sabía que jamás habían interactuado en su vida, ya que ambos vivían en países diferentes.

Hasta donde recordaba Meiyling, jamás volvió a ver a Sergei desde que tuvieron un enfrentamiento en donde terminaron, con una mañana confusa de recuerdos nada agradables. Ni siquiera le contó sobre la existencia de su propio hijo.

-No te quejes Jiejie. Ya está. -enseñando su maleta. Estamos listos para partir. -caminando con sus maletas-.

-Me vas a sacar canas verdes. Tienes 30 años y aún no te puedes comportar como un adulto. No entiendo la verdad. Tu madre es un amor se persona, pero puede ver que tus gentes predominantes vienen de tu padre.

-Deja de quejarte, para eso te mandaron conmigo. -siseando-. Y deja a ese hombre fuera de esto. -mirándola fríamente-. El no tiene vela en este entierro, así que vamos de una vez o perderemos el vuelo.

-Usando mis propias palabras. -chasqueando la lengua-. Mocoso listo. Me sorprende que ahora seas el director de la empresa Xiao. Tú hermano es el más apto para el puesto.

-Debe ser porque soy su heredero legítimo y no un bastardo como lo es Tan Fei que no lleva sangre de los Xiao. -sonriendo-. Y no se te olvide que seré tu jefe desde el lunes. -su apariencia relajada se esfumó en cuestión de segundos-.

-mirando hacia otro lado para tratar de ocultar su miedo-. Primero debes asistir a la fiesta para que puedas decir que serás mi jefe.

-La fiesta es solo una simple presentación de algo que es un hecho. -bajando sus maletas de la cama-.

-Necesitas la aprobación de todos los miembros del consejo. Y tengo entendido que la reunión se llevará a cabo, dos días después de la fiesta. Así que no puedes cantar victoria. -apoyándose en el marco de la puerta-.

-¿Aún tienes dudas de que asumiré el cargo?

-rodando los ojos-. Si, si. Camina de una vez. Ya entendí.

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      ¤

       ☆•°

En Australia se encontraba un joven que no esperaba la más mínima oportunidad, para hacer de las suyas. A pesar de tener unos padres buenos y amorosos, parecía como si Xie Yun se esmerara en poner a todos de los nervios.

Parecía que había heredado definitivamente el genio de su abuelo, nadie podría entender como podía ser tan malvado algunas veces. Todos tenían esperanzas de que cambiará cuando cumpliera 20 años, pero aquello lo veían difícil cuando tenía 27 y no se veía ninguna mejora.

Xuan Lu no sabía cómo aún se mantenía en su puesto pero cada vez que deseaba abandonar todo, recordaba que le debía mucho a los Wang en el tiempo más crítico de su vida. Estaba en deuda por haber salvado a su hermano menor de una muerte segura, si no hubieran intervenido para su recuperación.

-Xie Yun, Xie Yun. -respirando profundamente-. Cuándo será el maldito día en que te comportes como alguien normal.

-Corrección Xuan Lu. -sonriendo cínicamente-. Soy normal. Además, el hecho de que tu hermano sea un maldito santurrón no quiere decir que yo sea igual. -mirando su celular-. Eso sería espantoso para mi reputación ser como Xuan Cheng.

-No se puede contigo. Ni modo. -entregando un sobre-. No me interesa cómo lo harás, pero debes presentarte ese día a la fiesta.

-¿Por qué no vas tú?

-Yo no soy el joven amo mimado que nació en una familia demasiado influyente, que cuenta con una inmensa fortuna y debe cuidarla por el bien de la supervivencia de sus trabajadores.

-rodando los ojos-. Ya entendí.

-Bien y no olvides que debes ir con traje. Nada de aparecer con unos pantalones rasgados y esas cosas. Y tienes menos de unas horas para abordar ese vuelo.

-...

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El futuro a veces es tan incierto para todos...

Dos personas que nunca se conocieron en su vida, tendrán que pasar por la misma situación desastrosa, que un día pasaron, que abuelos con un final triste.

¿Podría repetirse la historia? O ¿Tal vez no?

Aquí se cumpliría perfectamente lo que dicen "si no conoces tu pasado, estás condenado a cometer los mismos errores en el futuro"

-Maldita sea, odio este servicio de turistas. -refunfuñaba Xie Yun en su asiento-.

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       ☆•°

En otro lugar, la situación era completamente diferente ya que tenía compañía y podía descargar su frustración con su acompañante.

-Deja de hacer eso Tang Sang. En serio pareces un niño chiquito.

-A Sang aun es joven e inexperto. -haciendo un puchero-.

-Inexperto es mi perro porque no le enseñó cómo se debe, por cuidarte. A ti solo te falta un cartón que te certifique tus pendejadas, porque tú te graduaste con honores.

-Eres muy dramática y sabes. -acomodándose en el sillón-. No pienso arrugarme antes de tiempo.

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        ☆•°

En la recepción de la fiesta todos estaban esperando al joven heredero de la empresa Xiao. Nadie lo conocía formalmente, ya que no solía asistir a las reuniones oficiales. Mayormente quién se hacía cargo de todo era Go Jun y Sofía.

-¿Cómo será Tang San?

-Nadie tiene la más mínima idea de cómo es realmente, ni siquiera se le puede ver bien en sus fotos de su perfil.

-Yo escuche que es la viva imagen de su abuelo Xiao, pero con una mirada distinta.

-Si resulta igual que el abuelo, me caso con esa belleza.

-¿Te imaginas que resulte ser especial como su abuelo? ¡Eso sería sacarse la lotería!

Los murmullos llegaron hasta los oídos de Xie Yun que empezaba a exasperarse por la demora del nuevo joven que se daría a conocer en la sociedad de mierda que solo gustaba hacer miserables sus vidas. Odiaba por eso estas malditas celebraciones que solo servían para incrementar el morbo de las personas.

Y como si fuera un mal chiste del momento, alguien chico con él, manchando su traje gris. Xie Yun iba a enfrentar al idiota que se le ocurrió derramar su bebida, pero sus palabras se vieron frenados cuando miró al causante del accidente.

Ojos azabaches, labios rosados y una sonrisa de un ángel flechó a primera vista su corazón. No podía articular palabra alguna, preocupando mucho a su acompañante y amigo Xuan Cheng.

-sonriendo dulcemente-. Lo siento. No fue mi intención.

-...

-alzando una ceja y susurrando-. Eres muy guapo, pero por lo visto eres raro. -pasando por su lado-. Vámonos Li. 

LágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora