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     Seungmin estaba sentado en su cama, con la cabeza pegada a la pared y sus ojos vagando desde su pie derecho al izquierdo, con la laptop encima de sus piernas estiradas. Se suponía que debía estar haciendo su parte del primero de tres informes, pero en vez de eso se preguntaba si haber dejado Arquitectura a la mitad para entrar a Marketing había sido una buena idea.

     Aun así no podía pensar lo suficiente en ello y darle más vueltas, después de todo disfrutaba más la carrera que él había elegido que la que su padre le había impuesto. Aunque, eso no era lo que lo distraía de su trabajo, sino que Hyunjin.

     Había pasado una semana en donde no lo había visto así que no sabía nada de él. Lo extrañaba tanto que sentía que si pasaba un día más sin él se le acabaría el mundo, echaba de menos sus abrazos, y la forma en que acariciaba su cabello cuando veían películas juntos; podía jurar que aún podía sentirlo.

     Seungmin seguía recordando lo bien que se sentía estar rodeado por sus brazos, y sus repentinos ataques de cursilería, cuando Hyunjin comenzaba a decirle cosas lindas al oído, haciendo que se pusiera rojo de pies a cabeza, y su novio se riera de él mientras lo besaba, y olvidaban por completo si estaban viendo una serie o una película, si estaba subtitulada o en doblaje. Solo estaban ellos, tan felices que Seungmin no sabía si su corazón sería capaz de más de aquello.

     El chico con su cabello desteñido, soltó un suspiro que resonó en toda su habitación. Estaba cansado y triste, y no sabía cómo podría superar a Hyunjin. Por más que lo pensaba, era imposible; él era todo lo que deseaba cuando veía algún drama en la TV, o cuando leía algo sobre las almas gemelas. Seungmin estaba convencido de que ellos lo eran, que estaban destinados, pero no entendía por qué las cosas no habían funcionado con lo tanto que se había esforzado para que así fuera.

     Su celular que estaba a su lado, vibró y dejó ver en la barra de notificaciones que había un mensaje. Seungmin creyó que podría ser Hyunjin, y una oleada de emoción le recorrió el cuerpo, como cuando recibía uno de sus mensajes que le decían que lo extrañaba aunque habían pasado solo minutos desde que lo había visto.

     "Seungmin-ssi, ¿cómo estás~~?".

     Desde luego no era Hyunjin, nunca lo había llamado de esa forma y probablemente nunca lo haría.

     Era Minho, y luego ponía un sticker de una ranita con la carita sonriente. A Seungmin le dio ternura, a pesar de que no era el mensaje que esperaba. Desde que había llamado al chico de cabello púrpura la noche del sábado, habían seguido mandándose mensajes, excepto cuando Minho tenía que trabajar.

"Bien, ¿y tú?".

     Seungmin mintió, hace poco había dejado de llorar porque había visto una de las carpetas en su laptop que estaban llenas de fotos de él y Hyunjin, de sus besos, de sus abrazos, de sus risas contagiosas, y de todo lo perfecto que era estar con él. Pero no quería hablar de lo triste que se había puesto y de que sus ánimos seguían en el suelo.

     Minho:

"¿Seguro? Yo estoy

bien, pero tengo

hambre ㅠㅠ".

"¿No has almorzado

aún? ¿Estás por

salir o no todavía?".

"Llegaron muchos pedidos

hoy así que no tuve 

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