13

1.1K 184 73
                                    


     —Te veo la próxima semana, Seungmin —dijo su terapeuta.

     —Nos vemos.

     Giro la manilla de la puerta de buen humor, y lo primero que observó del otro lado fue a un chico vestido con una chaqueta que le era familiar, sentado en los sillones azules. A quien esperaba ver era a Minho, porque habían coordinado que iría por él y luego lo acompañaría a comprar algunas cosas que necesitaba para su departamento. Sin embargo, en su lugar estaba Hyunjin quien le puso de pie igual de sorprendido que él.

     —¿Hwang? ¿Qué haces aquí? —preguntó Seungmin y dejó al menos un metro de distancia entre ellos.

     —Eso me pregunto yo ahora que te veo.

     —Pregunté primero.

     —Uh, es mi primera sesión de terapia. —Habló escondiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta gris, que era originalmente de Jeongin.

     —¿De verdad? Supongo que nos mandamos a terapia el uno al otro.

     Eso tomó desprevenido a Hyunjin que alzó las cejas al escucharlo y luego se unió a Seungmin cuando este soltó una risita. Bromear acerca de su ex relación parecía ser la única forma en que había podido superarla, aunque no significara que no sintiera nada acerca de esta. Seungmin había pasado largas noches pensando en que no quería perder la comunicación con él, en un principio estaba casi obsesionado con hacer lo posible por no dejarlo ir, sin embargo, sentía que ya no tenía sentido estirar tanto algo que no funcionaba, aun así, no quería tener encuentros incómodos con Hyunjin.

     —¿Y vienes solo? —quiso saber Seungmin, ya que, por alguna razón, él siempre estaba acompañado de alguno de sus amigos, sobre todo de Minho. Chan había ido una vez y Jeongin dos, y a propósito de eso, se preguntaba si él le había dado el contacto de su terapeuta a Hyunjin.

     —Sí. —Hyunjin se aclaró la voz—. No tenía idea de que también estabas en terapia.

     —Hace dos meses, me he sentido mucho mejor viniendo aquí.

     —Me alegro por ti.

     Seungmin apretó sus labios y respiró hondo. Encontrarse a Hyunjin le causaba un sentimiento extraño, recordaba sus palabras en ese parque al que jamás había regresado: "me siento asfixiado". De todo el tiempo que había pasado, esa frase era la única que no podía erradicar de su cabeza, y le angustiaba porque existían otros recuerdos que, si merecían ese puesto, como la vez en que hicieron su primera maqueta juntos.

     —Kim —murmuró Hyunjin y dio un paso hacia adelante.

     —¿Qué pasa?

     —Sé que no es el lugar, pero quería pedirte disculpas por todas las veces en que no fui un buen novio, no fue fácil para ti lidiar con alguien como yo, lo siento.

     —Pasado es pasado, Hyunjin. No tienes que pedirme disculpas, nuestras formas de amar eran distintas, eso es todo, y espero que logres encontrar alguien con quien puedas sentirse realmente feliz.

     —No lo sé, mis prioridades ahora son la universidad, el romance puede esperar, pero te deseo lo mismo. Tú sí que mereces ser amado.

     —Gracias, Hyunjin. Sé que los odias, pero ¿puedo...?

     —Sí —interrumpió, e invadió el espacio personal de Seungmin.

      Fue breve y casi como si estuvieran cerrando un negocio. Ese pequeño abrazo le hizo ver que ya podía seguir adelante, que no tenía que seguir mirando hacia el pasado, porque lamentablemente ya no quedaba nada allí que lo hiciera feliz.

ComunicarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora