Comunicarse

04

     —Oh, Hyunjin —saludó Minho alzando su mano y sonriendo ajeno a toda la situación.

     Seungmin a su lado despegó su mirada de Hyunjin para fijarla en el chico de cabello púrpura, preguntándose de dónde lo conocía. Desde que su exnovio había terminado la relación no le había contado a Minho como se llamaba ni como se veía, así que este tampoco tenía idea de que se trataba de Hyunjin.

     —¿Ustedes se conocen? —preguntó Hyunjin.

     El chico volvió su mirada hacia su ex; su voz seguía siendo suave y en un tono bajo. Era una de las cosas que amaba de él, porque la que usaba para decirle que lo amaba, para decirle lo bonito que se veía cada vez que salían, y también la que le había prometido que jamás se iría de su lado.

     Seungmin sonrió de forma inconsciente, aún no podía procesar que Hyunjin estaba realmente allí, a pocos metros, tan cerca de poder tocar su chaqueta de mezclilla. Para Seungmin era simplemente perfecto, tanto como su cabello castaño claro casi tocando el rubio, que tanto le gustaba acariciar.

     —Somos amigos —respondió Minho, después de unos segundos.

     Al parecer Seungmin había creado una burbuja en donde solo existía Hyunjin y él, y estaba seguro de que el chico había ido hasta allí para volver con él o al menos para arreglar un poco las cosas. Así que no le importaba que Jeongin estuviera comiéndose las uñas o que Minho estuviera a su lado, él nada más quería hablar con Hyunjin, y escuchar todo lo que tenía para decir para luego responder "sí, quiero volver a nuestra relación, te extrañé muchísimo".

     —¿Puedo hablar contigo? —preguntó Seungmin, dejando la caja de donas en las manos de Minho—. Por favor.

     Hyunjin relamió sus labios y asintió con la cabeza gacha. Solo esa acción provocó que Seungmin quisiera saltar de emoción, y largarse a llorar ahí mismo. Tantas noches había imaginado que eso pasaría y ahora se estaba haciendo realidad, el chico ya pensaba a dónde irían el fin de semana próximo, tal vez podrían salir a tomar café americano.

     Seungmin se apresuró hasta Hyunjin, cerrando los ojos al sentir su perfume, que apenas pudo percibir, porque había un aroma a glaseado en su ropa.

     —¿Has estado horneando algo? —preguntó Seungmin sonriente. Hyunjin sonrió de lado al presionar el botón del ascensor, y negó con la cabeza.

     —Estoy trabajando en la pastelería "the bakers compass" ahora.

     —¿De ahí conoces a Minho? —quiso saber en cuanto estuvieron dentro del ascensor.

     —Sí, ¿tú de dónde lo conoces?

     Hyunjin bajó su mirada hacia Seungmin, aunque no tenían mucha diferencia de altura, el chico de cabello desteñido parecía más pequeño de lo que en realidad era a su lado. Ambos chocaron sus miradas, y Seungmin sintió esa chispa, como la que sintió cuando lo conoció en la universidad.

     —Oh, él me trajo... donas de la pastelería, hubo un percance con el repartidor habitual así que vino él.

     El chico decidió omitir que en realidad Minho le había llevado el pastel por su noveno cumplemés y que también se había puesto a llorar delante de él porque su novio, con el que parecía que tendría un futuro brillante, había cortado lazos con él. No era necesario contarlo, si era posible que todo volviera a su lugar.

     —Pero el repartidor estaba bien hoy, ¿por qué vino Minho? —preguntó Hyunjin cuando salieron del ascensor, y decidieron ir hasta unos asientos que eran de una tienda pequeña.