Narradora Omnipresente
En un pequeño río se encontraba un hombre de gran altura y masa muscular de cabellera negra y ojos grises de nombre Kaito, él pescaba tranquilamente viendo de reojo como su hija llamada Nozomi quien jugaba en el agua, la pequeña de 4 años tenia los ojos grises como su padre, su cabello era negro con puntas blancas heredadas de la madre ella era peli-blanca, el hombre no tenia un brazo y un ojo debido que cuando su hija tenia dos años era un cazador de demonios, así como su difunta esposa. Él perdió su extremidad ya que se enfrento a una luna creciente y sobrevivió de suerte pero su esposa no conto con esa suerte, dejando así a la pequeña de dos años huérfana de mamá.
Kaito deseaba que su pequeña no conociera el mundo de los cazadores, no quería esa vida para su hija deseaba que fuera una niña normal y que pueda tener una familia, él estaba tan metido en sus pensamientos que no se percato de la presencia de la pequeña.
—Papi te encuentras bien -Pregunto la pequeña oji-gris.
—Ah? si, si claro que si pequeña -respondió el hombre dándole palmaditas en la cabeza- Pero no estabas Jugando allá
—Bueno te quería mostrar este pez- la niña levanto un pez, más grande que ella- Es muy grande verdad papi
—jajaja claro que si hija, déjalo en el cesto, pronto nos iremos- ella asintió.
Luego de varios minutos padre e hija se encaminaron hacia su hogar, al llegar él hombre juntó fuego y la pequeña salió a jugar en el jardín, cuando estaba cerca la hora de la cena él hombre llamo a su hija
—Nozomi pequeña ve a lavarte y cambiarte -la niña se acerco a él- recuerda que hoy te presentare a alguien muy importante para mi
—El abuelo?- pregunto curiosa.
—Si se podría decir que él es como padre para mi, ahora ve hacer lo que te dije.
—Claro papi ahora regreso- ella se fue corriendo hacia su habitación.
La noche parecía tan tranquila solo se podía escuchar el cantar de los grillos el sonido relajante de la naturaleza, el invitado de la pequeña familia se estaba tardando un poco y la pequeña se quedo dormida sobre la mesa, él hombre sonrió con ternura al ver a su pequeña la tomo en brazos y la dejo en su futón cuando llegara el invitado la despertaría, estaba sentado en la sala cuando su puerta es derribada.
— ¿¡Que demonios?! -se levanto exaltado, y vio al "hombre" en la entrada"- superior 3 -dijo en un susurro con sus ojos aun más abiertos.
—Pude sentir un espíritu de lucha muy grande -sonrió mostrando sus colmillos- Tienes el nivel de un pilar, pero por lo que veo ya ni eres un cazador -él hombre pateo al demonio fuera de su casa- ¡buena patada! ¡esto será divertido! dime como te llamas?
—Kaito -respondió viendo fijamente al demonio-
—Yo soy Akaza, dime Kaito, ¿Por qué no te conviertes en demonio?, podrías recuperar tu brazo y ojo, pelearíamos por toda la eternidad.
—¡Nunca! -respondió sin titubear- Hacer eso iría en contra de todo lo que creo, nunca me volveré un demonio -su ceño se encontraba fruncido.
—Ya veo -su sonrisa se borro- es una pena, no tendré que recurrir a mis técnicas acabaré contigo, pero al menos entretenme unos momentos.
Así comenzó una pelea a puño limpio entre el hombre y el demonio, Kaito a pesar de tener solo un brazo se defendía muy bien y Akaza eso le gustaba, mientras tanto dentro de la casa la pequeña oji-gris se levanto en busca de su padre pero no lo encontró pero vio la puerta destrozada y escucho ruido afuera, salió acercándose a donde provenía el ruido, pero al llegar se quedo petrificada, el demonio tenia su brazo atravesado en el estomago de su padre.
—Pa-papi -dijo a penas audible, pero ambos contrincantes voltearon a ver, Kaito abrió grandemente sus ojos- papi -dijo al borde del llanto-
—Hija... ¡Vete! ¡Corre! -como pudo se libero del demonio, cayendo de rodillas- hija vete, vete -pero ella no hizo caso y se acerco a él- Obedece, obedece hija -ella rodeo el cuello de este- Obedece
—¡NO! ¡Si tu te vas y-yo también! -dijo sollozando- ¡¡Mami me dejo. a-ahora tú!! -fijo su vista en Akaza- acabe con esto.
—Niña estúpida -dijo con desprecio- Kaito fue un buen entretenimiento -se dio media vuelta, y antes de irse vio de reojo a la niña.
— ¡KAITO! ¡KAITO! -un hombre llego rápido con ellos- Kaito hijo.
—Jigoro-Sensei, me-me alegro ver-velo
—Tranquilo hijo ,estarás bien, estarás bien -pero el hombre negó.
—no ya, no se puede hacer nada -escucho como su hija lloraba más fuerte- No llores mi niña hermosa -tomo el mentón para que lo viera a los ojos- Papi te cuidara junto con mami.
—No, no yo qui-quiero que me cuides aquí- trataba de limpiar sus lágrimas- no me dejes po-por favor.
—Yo siempre estaré contigo justo aquí -apunto su pecho- tu vivirás siempre en mi corazón.
— Y- y tú vivirás en el mío -con sus pequeñas manos tomo la de él- siempre, siempre.
—Sensei -el hombre lo vio atentamente- por favor cuide a mi pequeña, ella es lo más valioso que tengo.
—Claro que si hijo, no te preocupes a ella no le pasará nada mientras yo viva -le aseguro.
— Gra...cias -dijo dando su ultimo respiro.
—Papi -lo llamó- Papi, ¡PAPÁ! -se lanzó sobre el cuerpo inerte de su padre- ¡NO! -Jigoro abrazo a la pequeña.
—Vamos pequeña, debemos darle una sepultura digna a tu padre - ella entre lágrimas asintió- Bien vamos.
Luego de enterrar a Kaito, Jigoro le explicó a Nozomi que pasaría de ahora en adelante respecto a su vida, la pequeña tomo todas sus cosas y emprendió su camino a hacia su nuevo hogar..
ESTÁS LEYENDO
Mi Rayo De Luz (Shinazugawa Sanemi)
FanfictionCuando cree que todo esta acabado que su vida seguirá siendo un profundo abismo sin ninguna señal de que exista la luz, ella llego a él con un rayo de esperanza. Como alguien podría amar a una persona de mal carácter y lleno de cicatrices? Con un pa...